Renuncia de la presidenta Boluarte, la sanción para los responsables de los más de cuarenta muertos por disparos de las fuerzas de seguridad, el cierre del Congreso controlado por la derecha, elecciones para este año 2023 y una Asamblea Constituyente, y algunos sectores también la liberación del expresidente Castillo, son las principales demandas que se escucharon en las consignas por las calles del centro de Lima en la multitudinaria manifestación.
“Estamos siendo muy claros en nuestros pedidos, es una plataforma común a nivel nacional. Lo que está habiendo en este país es una masacre”, señala la dirigente social Olinda Vertel.
A la capital peruana llegaron delegaciones de distintas regiones del país, especialmente de las zonas andinas. Según las autoridades más de 11.000 efectivos policiales se concentraron en el centro de la ciudad. Los policías dispararon bombas lacrimógenas contra los manifestantes, que respondieron lanzando piedras y botellas.
“No nos van a amedrentar, no nos van a intimidar. Cómo pretende la señora Boluarte querer dialogar cuando están apuntándole con un arma a nuestros compañeros”, señala Leonela Labra, dirigente estudiantil de la andina Cusco.
Svetia Fernández, dirigente de la región Tacna, fronteriza con Chile, dice: “Las clases más oprimidas, las clases emergentes, que han sido relegadas durante muchos años, se vienen a manifestar”.
La movilización de protesta del jueves en Lima se inició al mediodía y se prolongó hasta la noche. Hubo protestas en diversas regiones del país. En Arequipa hubo un muerto.
“Lamentamos el fallecimiento de una persona durante enfrentamientos en el puente Añashuayco, vía que se ubica en el norte de la ciudad”, indicó en Twitter la Defensoría, que solicitó a la fiscalía una investigación rápida de los hechos para determinar responsabilidades.
El deceso elevó a 45 el total de fallecidos -44 civiles y un policía- desde que estalló la crisis, el pasado 7 de diciembre.