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Número de muertos en terremoto en Turquía y Siria podría llegar a los 20 mil, afirma investigadora Pamela Urrutia

La académica de la Universidad Autónoma de Barcelona afirmó que el terremoto implica el reto para la comunidad internacional de demostrar que pueden superar las diferencias para abordar una emergencia humanitaria de proporciones.

Osciel Moya Plaza

  Martes 7 de febrero 2023 18:20 hrs. 
siria

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El número de personas fallecidas en Turquía y Siria podría aumentar considerablemente, estimó Pamela Urrutia Arestizabal, investigadora de la Escuela de Cultura de Paz de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) quien de acuerdo a lo que informa la OMS, señaló que podría llegar a las 20 mil víctimas fatales.

Oficialmente se ha informado que hasta el momento el número de muertos supera los 5 mil y las autoridades de Siria y Turquía trabajan contra el tiempo para intentar rescatar a los heridos y desaparecidos.

El número de víctimas del terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter que sacudió el sudeste de Turquía y el norte de Siria, podría ser equivalente al balance total de muertos del año 1999 en la zona y que provocó 17 mil fallecidos, indicó la experta.

El  presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró este martes el estado de emergencia en 10 regiones del país asoladas por el sismo, mientras la población reclama que no hay combustible, agua, ni comida y los repartos de la ayuda no han comenzado porque las carreteras están cortadas por la la nieve, según reportan medios internacionales.

En conversación con nuestro medio desde Barcelona, Urrutia indicó que en el caso de Siria el terremoto ha golpeado a un país devastado por una guerra iniciada hace más de una década y que atraviesa una grave crisis económica y humanitaria, agravada por una epidemia de cólera.

“Según datos de las Naciones Unidas cerca del 90 por ciento de la población de Siria está viviendo en condiciones de pobreza, el 50% enfrenta situación de inseguridad alimentaria y las previsiones de la ONU para el 2023 apuntaban a que el 70 por ciento necesitaba ayuda humanitaria para sobrevivir. Todos estos datos son antes del terremoto que afectó al noroeste del país”, señaló la académica.

Urrutia precisó que la zona azotada por el movimiento telúrico está controlada por grupos opositores al gobierno sirio y concentra a millones de personas desplazadas a raíz de la guerra interna, por tanto, es una región con una infraestructura civil, carreteras y hospitales muy impactada por el conflicto, lo que añade mayores dificultades para asistir a la población afectada y rescatar a los sobrevivientes.

A lo anterior se suman las condiciones climatológicas muy frías, por lo que “son horas claves para rescatar tanto a las personas que sobrevivieron, como para ofrecer condiciones mínimas a quienes se han quedado sin hogar y muy expuestas al frío y a un conflicto armado”.

La académica afirmó que este terremoto también implicará un reto para la comunidad internacional “que se encuentra muy dividida por el conflicto en Ucrania y en Oriente Medio” y por tanto, es una oportunidad para “llegar a consensos porque está en juego la capacidad de demostrar que se pueden superar las diferencias para abordar una emergencia humanitaria de esta magnitud”.

Urrutia informó que en las últimas horas el presidente turco reconoció haber recibido ofertas de ayuda de más de 45 países para las tareas de emergencia y se esperan algunas gestiones del gobierno de sirio de Bashar al-Assad con occidente para que faciliten el auxilio de la población afectada.

Sin embargo, indicó que “la prioridad importante debería ser apostar por la apertura de vías directas para la entrega de ayuda humanitaria en el noroeste de Siria, que en los últimos años los puntos de acceso se han ido disminuyendo progresivamente y de hecho, hay sólo uno vigente y muchas organizaciones que están operando en terreno y activistas sirios están demandando la apertura de más pasos fronterizos que permitan una ayuda más directa a esta región sin que pase por el control del gobierno”, y de esa manera, indicó, evitar el uso político de estas ayudas que ya se están gestionando.

 Respecto de la alerta que hizo la UNICEF sobre el  impacto del terremoto en niños y niñas y la necesidad de garantizar el acceso al agua y servicios de higiene, Pamela Urrutia acotó que “este fenómeno ha dado visibilidad a una situación de vulnerabilidad extrema que ya se vivía en la región y que afectaba de manera desproporcionada a los menores y en especial a los niños y niñas sirias debido el conflicto armado y de quienes están en condición de desplazamiento forzado, como también de quienes se encuentran como población refugiada en países del entorno, principalmente en Turquía”.

 La académica puntualizó que esto también implica un reto en el mediano y largo plazo respecto de “infraestructua, de hospitales, carreteras, escuelas y cómo repercutirá en las situaciones de niños y niñas de la región (…) y este terremoto añade una capa más de sufrimiento, de tensión y de carga para los infantes que viven en esta zona”.

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