En respuesta al escepticismo occidental sobre el Oreshnik, el presidente ruso sugirió que ambas partes seleccionen un objetivo designado para ser protegido por proyectiles estadounidenses.
El líder del grupo islamista radical Hayat Tahrir al-Sham (HTS), Ahmed al-Shareh -más conocido como Abu Mohamed al Jolani-, declaró su deseo de disolver las facciones del Ejército que ayudaron a derrocar a Bashar al Assad.
Alemania reaccionó enérgicamente a esta decisión y pidió al Estado hebreo abandonar sus planes de expansión demográfica. “Este territorio pertenece a Siria”, declaró un portavoz del Ministerio de Asuntos exteriores alemán.
En esta provincia donde viven cuatro millones de personas y vivía gran parte de los desplazados sirios, gran parte de los habitantes parece confiar en este grupo para el futuro del país.
El académico describió cómo se conformaron las distintas facciones al interior del país, algunas surgidas tras la invasión de EEUU a Irak, las que se conformaron a partir de diferentes ideologías políticas y que enfrentaron al régimen.
Los rebeldes sirios nombraron a quien será su jefe de gobierno hasta el 1 de marzo de 2025. Desde la ONU, señalaron que si bien la HTS es considerada una organización terrorista, “lo cierto es que han enviado mensajes positivos a los sirios”.
Analistas internacionales apuntan a que el país de Medio Oriente “no va en tránsito a una democracia”. El líder de HTS, Mohammed al Jawlani, jugará un rol crucial para evitar una nueva guerra civil entre las diversas facciones existentes.
Desde el levantamiento popular en Daraa en 2011 hasta la caída del régimen de Asad el 8 de diciembre de 2024, el país de Oriente Medio ha sufrido 13 años de guerra especialmente mortífera, que sigue teniendo repercusiones en la región.
La solicitud llega tras la caída del régimen de Bashar al-Asad, asegurando que la “profundidad y consecuencias para este país y toda la región aún no se han determinado”.
Según fuentes del Kremlin, el asilo fue otorgado por motivos humanitarios.
Las fuerzas opositoras, encabezadas por el grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS) y sus facciones aliadas, han anunciado la caída de la capital del país tras una ofensiva relámpago de cerca de una semana.
El régimen sirio se centra ahora en la defensa de Hama. El debilitamiento y desgaste de aliados tradicionales como Rusia e Irán, inmersos en otros conflictos, ha sido clave para el avance rebelde.
En total, más de 90 mil personas se vieron forzadas desde el lunes a abandonar sus hogares a causa de los ataques del Estado judío, según un recuento de la ONU de este miércoles.
Irán condenó este sábado “enérgicamente” los ataques norteamericanos contra objetivos proiraníes y denunció una “violación de la soberanía” de ambos países.
Los bombardeos se dirigieron contra un cuartel general de espionaje y una congregación de grupos terroristas “anti iraníes”. Autoridades de la región, confirmaron la muerte de cuatro civiles.
Mientras la Cruz Roja solicita garantías de seguridad para atender a los gazatí, el presidente de Israel responsabilizó a “toda Gaza” -incluso los civiles- del ataque perpetrado el sábado pasado. Por otro lado, Washington aumenta su apoyo a Israel.
Más de siete millones de niños fueron afectados por el devastador terremoto que golpeó a Turquía y Siria el 6 de febrero, aseguró este martes Unicef, que expresó su temor de que hayan muerto “muchos miles” más.