Según publicó este martes el Comité parlamentario que investiga si el ex primer ministro británico Boris Johnson mintió a la Cámara de los Comunes, éste entregó su testimonio a través del equipo legal que le asesora. En él señala: “Acepto que la Cámara de los Comunes pudo ser llevada a engaño por mis declaraciones de que las reglas se habían seguido completamente en el número 10 de Downing Street”.
En el informe de 50 folios presentado por su defensa ante el comité parlamentario donde comparecerá este miércoles 22 de marzo por el “Partygate”, el ex primer ministro admite que pudo llevar a error a los diputados con sus declaraciones, pero que no lo hizo “deliberadamente” ni de “una manera temeraria”.
El interrogatorio televisado al que el Comité de Privilegios someterá a Boris Johnson podría extenderse hasta cinco horas. Esa instancia ha identificado hasta cuatro ocasiones en las que el ex líder conservador pudo haber “engañado” o “confundido” al Parlamento. En referencia a su primera declaración, del 1° de diciembre del 2021, Johnson se defiende asegurando que entonces “creía honestamente que se trataba de reuniones legales de trabajo” y que no tenía conocimiento de que “podían haber escalado más allá de lo que era legal”.
Complica al ex premier el hecho de que, de por medio, exista una investigación de Scotland Yard que concluyó con 126 multas por otras tantas infracciones del Covid -incluida una aplicada al propio Johnson y otra a su esposa, Carrie- en al menos doce reuniones o “fiestas” en Downing Street, reuniones aderezadas con alcohol y en las que no se respetaban las severas reglas de distanciamiento social vigentes en ese momento en Gran Bretaña. Además, el Comité de Privilegios, integrado por siete diputados y presidido por la laborista Harriet Harman, ha difundido cuatro fotografías en las que se ve a Johnson rodeado por sus colaboradores y con mesas repletas de bebidas alcohólicas.
Pero Johnson insiste: “No hay un solo documento que indique que recibí un aviso de que algunos de esos eventos podían suponer una violación de las reglas (del Covid)”, afirmó como parte de los argumentos presentados por el jefe de su equipo legal, Lord David Pannick. El informe recuerda que el único que ha llegado a insinuar que Johnson fue advertido de aquello fue su “desacreditado” y defenestrado asesor Dominic Cummings.
Asimismo, el Comité ha confirmado que no ha tenido acceso a nuevas evidencias más allá de las investigadas y aportadas por la policía, así como por la alta funcionaria Sue Gray en su informe interno. No obstante, por su parte, el equipo de Johnson ha intentado desacreditar el “sesgo” de la investigación alegando que Gray estaba al mismo tiempo en conversaciones con el líder de la oposición laborista, Keir Starmer, para convertirse en su jefa de personal.
Tras el esperadísimo testimonio de Johnson, el comité tardará aún varias semanas en emitir sus conclusiones, posiblemente en la primera quincena de mayo. Si se produce un fallo en contra de Johnson, el ex “premier” podría ser suspendido temporalmente como diputado y se convocaría a una elección especial para cubrir su escaño en Uxbridge y South Ruislip. Si saliera “absuelto”, Johnson podría relanzar su carrera política y reabrir fuertes controversias en el seno del Partido Conservador, cinco meses después de la llegada de Rishi Sunak a Downing Street.
Recordemos que Johnson se hundió políticamente a raíz de una crisis de consecuencias imprevisibles que derivó en una ola de renuncias de unos 50 ministros y otros altos funcionarios quienes, en julio del año pasado, alegaron haber perdido su confianza en el Premier para conducir el país. Ello llevó al excéntrico político a dimitir, aunque continuó en el cargo hasta que su partido eligió a Liz Truss, de 47 años, como la nueva Primera Ministra.
Sin embargo, en medio de una severa crisis energética debido a la guerra en Ucrania, así como a una inflación galopante, Liz Truss no fue capaz de manejar la situación y sólo duró 44 días en el cargo, con lo que el caos político creada por los excesos y mentiras de Johnson sólo se agudizó. A eso se agregó el fallecimiento de la Reina Isabel II., el 8 de septiembre de 2022, asestando un negativo golpe anímico a toda la nación.
Posteriormente asumiría el actual liderazgo el ex ministro de Economía, el conservador Rishi Sunak, quien se había constituido en una de las figuras de mayor peso político en el defenestrado gabinete de Boris Johnson.