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¿Arde París?

Según la Confederación General del Trabajo (CGT) 2.3 millones de trabajadores se movilizaron en Francia, 550 mil de ellos en Paris. El Ministerio del Interior copó las calles con 12 mil policías en todo el país, 5 mil tan sólo en la ciudad luz.

Luis Hernán Schwaner

  Martes 2 de mayo 2023 16:02 hrs. 
Protestas Francia

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Este 1° de mayo será recordado por las barricadas de fuego, bombas molotov, piedras, palos y fierros que resultaron muros infranqueables para los llamados despectivamente “flic” en el lenguaje popular francés. El recuento final se saldó con un total de 406 policías heridos durante los violentos enfrentamientos y cargas contra los manifestantes, hechos que se produjeron en diferentes ciudades galas en el marco de las casi 300 protestas convocadas por los sindicatos en toda Francia contra la reforma de las pensiones impuesta por el gobierno de Emmanuel Macron que, no obstante, ya está promulgada,

Según un nuevo informe del ministro del Interior, Gérald Darmanin, entregado este martes en una entrevista con el canal BFMTV, se registraron 540 personas detenidas, 305 de ellas en París, así como 61 civiles heridos de diversa consideración debido a la acción policial. En la entrevista, Darmanin cargó con fuerza contra el líder de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, al que recriminó que no haya condenado los ataques contra las fuerzas del orden. “Jean-Luc Mélenchon tiene una parte de responsabilidad”, subrayó el ministro, refiriéndose en particular a la situación de un policía en París que “podría haber muerto”, dijo, por las graves heridas que sufrió al recibir el impacto de un artefacto incendiario.

Darmanin habló de “complicidad” de los responsables políticos o sindicales que no condenan la violencia e hizo hincapié en que, sin la acción de las fuerzas del orden, no hubiera sido posible la manifestación del 1° de mayo en París, de forma que “no hubiera habido democracia social”, afirmó irónicamente. Según su versión, detrás de los disturbios en la capital, que se desarrollaron a lo largo de toda la jornada durante las manifestaciones que tuvieron lugar entre la plaza de la República y la plaza de la Nación, y posteriormente, por varias horas más en torno a esta última, estuvieron miles de militantes de la izquierda francesa.

Para hacer frente en el futuro al riesgo de manifestaciones de grupos radicales, la propuesta del ministro del Interior es una ley y un dispositivo concertado con otros países europeos -porque desde ellos también confluyen a estas protestas elementos considerados como “violentos”- para impedir que aquellos que ya hayan sido  identificados puedan volver a participar en manifestaciones en que se convoca a  ciudadanos franceses por asuntos internos y propios del país. Asimismo, Darmanin también demandó de la Justicia “sanciones penales más fuertes contra los que atacan a las fuerzas del orden”.

Por su parte, Marine Le Pen la líder la ultraderecha francesa, también se refirió en su cuenta de Twitter este martes al incendio de un edificio cerca de la parisina plaza de la Nación, pero también a la violencia en los desfiles sindicales en otras ciudades como Lyon, Nantes o Toulouse. Le Pen afirmó que los autores tendrían que ser juzgados ante un Juzgado en lo Criminal, tribunal competente en Francia para delitos penados con más de diez años de cárcel. No obstante, el ministro de Interior no se demoró en replicar a la líder de la extrema derecha, señalando que su discurso “está vacío” que no ofrece “ninguna propuesta” y que “en el silencio de su acción, no hay más que demagogia” porque “dice siempre las cosas que la gente quiere escuchar, pero sin confrontarlas con la realidad”, espetó.

Como advertencia dirigida al gobierno, los sindicatos franceses afirmaron este mismo martes que se aprestan a convocar a nuevas manifestaciones para el martes 6 de junio próximo, siempre contra la ley que reforma las pensiones. Aquella será la decimocuarta jornada de protestas, justo algunos días antes de que los diputados debatan en la Asamblea Nacional un proyecto de ley que podría derogar la resistida reforma asistencial, adoptada a la fuerza por Macron, sin someterla a votación previa en el parlamento. Una falta que ni la izquierda ni la derecha le perdonan.

Ese día, probablemente, París volverá a arder.

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