Este viernes, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Temuco declaró culpable a Martín Pradenas por siete delitos sexuales, cinco de ellos abuso y dos violaciones, que cometió entre los años 2010 y 2019. Se trata del segundo juicio en su contra, luego de que el primer proceso terminara anulado debido a la falta de imparcialidad del juez Leonel Torres.
Luego de que se diera a conocer la decisión del tribunal, Marcela Parra, madre de Antonia Barra, manifestó que se encuentra tranquila con la resolución, y que espera que la condena sea mayor a veinte años, como se estipuló en el juicio anterior.
“Esperamos los cuarenta años. Cada una de las víctimas necesita sus años de justicia, no es posible que lo puedan agrupar todo, porque no es un solo delito, son siete delitos, y por lo tanto cada una de las víctimas, incluido mi hija que ya no está, necesita justicia”, afirmó Parra.
Por su parte, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, aseguró que este hecho pone en evidencia la importancia de la perspectiva de género en los procesos judiciales.
“Esto muestra, en contra de lo que se dijo durante estos meses, que la investigación con perspectiva de género, la credibilidad de las víctimas, el escuchar a las familias, no son herramientas que jueguen en contra de la imparcialidad de la justicia, sino que por el contrario fortalecen la aplicación de esta”, dijo la secretaria de Estado.
“Demostramos, y esperamos que esto marque una etapa, en que no sean las mujeres las que tengan que demostrar que no se merecían la agresión sexual de la que fueron víctimas, sino por el contrario, la carga de la prueba resida en el agresor”, agregó.
Desde la sociedad civil, la coordinadora nacional de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, Lorena Astudillo, se mostró conforme con el resultado del juicio, sobre todo teniendo en cuenta el proceso de revictimización por el que pasaron las denunciantes.
“Esto era lo mínimo que les debía el sistema procesal a las mujeres, luego de hacerlas pasar por segunda vez por un proceso tan doloroso. A nosotras nos deja conforme que los tribunales reconozcan algo que las mujeres ya sabíamos, que Martín Pradenas es un agresor sexual”, señaló Astudillo.
Consultada respecto a las palabras de la ministra Orellana, referidas a la aplicación de la perspectiva de género, la representante de la Red Chilena contra la Violencia, se mostró de acuerdo y añadió que “la legislación también debiera tener esa perspectiva”.
“Porque después tenemos operadores de justicia que dicen: tenemos que apegarnos a la ley. Hay delitos que son específicamente cometidos en nuestra contra y es difícil que luego les podamos pedir perspectiva de género si todo un aparataje institucional no lo tiene”, argumentó.
En cuanto a la condena que debería recibir Pradenas, Astudillo se sumó al llamado de los querellantes, para que esta aumente de veinte a cuarenta años.
“No es menor el tipo de sentencia que se da en estos delitos, porque los violadores vuelven a violar y los femicidas vuelven a matar. Eso es así, si uno hace un análisis rápido de esta situaciones, tenemos casos mediáticos y emblemáticos en que esto ha ocurrid. Por lo tanto, también esto nos emplaza como sociedad (…) ¿Qué vamos a hacer en estos casos? ¿Qué vamos a hacer con los hombres que violan y que vamos a hacer con los hombres que matan? Estamos todas en peligro. Es una discusión que hoy día no se ha dado y una legislación que no lo ha pensado”, cuestionó.
Por último, Astudillo planteó que más allá de esta resolución judicial, se debe trabajar para que las mujeres vivan en ambientes libres de violencia, donde el suicidio no se vea como una vía de escape.
“Tenemos derecho a vivir vidas libres de violencia machista. No queremos que las compañeras se tengan que seguir suicidando, porque esta sociedad no fue capaz de ponerlas a salvo de la violencia que viven. No queremos que las compañeras tengan que seguir matando a los agresores porque esta sociedad no las pone a salvo. Entonces, nosotras pensamos que el foco tiene que ser en una promoción de una vida libre de violencia machista, más allá de tener que vivir esto tan doloroso para las familias y para nosotras”, manifestó.
“Pensamos que el enfoque debiera ser otro, y hay que darle una vuelta, más que ponernos contentas por una sentencia que tenía ser, comenzar a trabajar por vivir vidas libres de esa violencia para todas nosotras”, insistió.