El pasado sábado dos de diciembre, gritaban su nombre desde el público con la bandera alemana apegada a los asientos. Su madre, su tía y su abuela daban aliento a Martina Reisenegger Lillo.

Hace un año que la joven chilena no viajaba a nuestro país y el Mundial de Hockey Césped Femenino Junior la trajo de vuelta a tierras nacionales.

Desde 2016 reside en Alemania y esta misma disciplina deportiva fue el motivo para tener un nuevo hogar.  Su padre es Ruperto Reisenegger, reconocido ex arquero y actual entrenador de hockey en Múnich.

“Veo muchas caras familiares” responde emocionada Martina Reisenegger en entrevista con Radio Universidad de Chile luego del partido que finalizó con un triunfo ante Canadá.

Siempre tuvo un “palo de hockey en la mano” y su entrenamiento comenzó a temprana edad, pero la reciente travesía familiar europea la llevó a seguir una carrera en el alto rendimiento. “El entrenador de Múnich me empezó a ver y le gustó y me nominó para la selección regional y ahí subí hasta llegar a la selección alemana” relata la jugadora que ha sido parte del mundial que se desarrolla en el Parque Estadio Nacional.

Desde su llegada a Chile, Martina Reisenegger Lillo entró a la cancha porque se enfrentó a Las Diablas Junior en un partido amistoso.

Alemania es parte del Grupo C de este Mundial. Y el inicio para las germanas Sub21 fue de aprendizaje porque perdieron seis cero ante Bélgica. Luego, en su segundo partido superaron cuatro a tres a India.  Y en el tercer encuentro, venció ocho a cero a las canadienses.

La selección alemana quedó segunda de su grupo por lo que pasó a cuartos de final. ¿Siguientes pasos? Este miércoles 6 de diciembre, a las 11.15 am, salen a la cancha ante Inglaterra.

¿Cómo evalúas el triunfo ante las canadienses?

Era importante que ganáramos porque así pasamos a los cuartos de finales. Nos costó meter goles al comienzo, tuvimos muchas oportunidades y al final salió todo bien. Estamos felices, jugamos bien como equipo. Después de la pérdida contra Bélgica, nos sorprendió mucho y estamos felices de que cambiamos nuestro rumbo.

¿Cuál es el balance de esta fase de grupos?

Antes del partido con Bélgica, nos confiamos quizás porque este año jugamos dos veces con ellas y ganamos. Y ahora llegaron más jugadoras buenas y nuevas en nuestro equipo por lo que pensamos que quizás teníamos oportunidades y no debíamos exigirnos tanto. No esperábamos el 6-0.

Tácticamente, físicamente, nos ganaron todas las pelotas. Después tuvimos muchas charlas, viendo y analizando lo que hicimos mal que, literalmente, fue todo. Estuvimos hablando después del partido durante muchas horas.

Por suerte, después ganamos contra India. Lo que hacemos mal es que los primeros minutos del partido, o el primer tiempo, estamos durmiendo y esperamos lo que hace el contrincante, y eso también nos pasó contra India… Íbamos perdiendo 2-0 y pudimos cambiar el marcador y ganamos al final 4-3.

Que fue muy exigente. Ayer estuvimos felices con un día libre, en la piscina, haciendo bicicleta también para recuperarnos pensando en el partido de hoy.

Igual fue bueno haber perdido contra Bélgica porque fue un toque de realidad. Tenemos que exigirnos en todos los partidos porque son nuevos equipos, nuevos entrenadores y nuevas tácticas. Así que siempre tenemos que ir con 110 por ciento.

SANTIAGO – FIH Junior World Cup (W) Selección Alemana.

¿Cómo te sientes al participar de este Mundial en Chile?

Estoy feliz porque, primero, pude ver a mi abuelita y ella asiste a todos los partidos incluido el amistoso con Chile. Muy contenta porque no la veía hace más de un año.

Mi tía también, mi mamá que está hace tres semanas acá de vacaciones. Mi hermana también llegó la semana pasada. Mi papá llega el 5 de diciembre, estoy feliz de que sea como un Mundial en casa. Veo muchas caras familiares como, por ejemplo, mi psicóloga deportiva.

¿Qué te inspira para seguir una carrera deportiva en el hockey?

Primero, mis papás no querían que hiciera un deporte de alto rendimiento. Mi mamá empezó de niña a jugar tenis y a los trece años ya era la mejor de Chile y siguió hasta los 30 años. No me dejaba jugar cuando pequeña, no quería porque es un deporte muy solitario.

Y empecé haciendo gimnasia hasta como los ocho años en el Manquehue. Y siempre tuve un palo de hockey en la mano, pero no tuve entrenamiento hasta los ocho o nueve años… y ahí me enamoré del hockey. Empecé a jugar con las mayores y con mi hermana que era arquera, siempre íbamos juntas a entrenar. Mi papá quizás estaba un poco triste porque él es arquero y yo salí delantera…

En Alemania, seguía la idea de mi mamá no entrar al alto rendimiento. Y de repente el entrenador de Múnich, donde vivía antes, me empezó a ver y le gustó y me nominó para la selección regional que es Bavaria y ahí subí hasta llegar a la selección alemana. Ahora estoy viviendo en Hamburgo porque juego en un club que salió segundo el año pasado en Alemania y ojalá este año seamos campeonas.

¿Cómo se vive el deporte si comparas tu experiencia en Chile y luego en Alemania? 

Alemania es tan grande, no hay una ciudad que concentre los clubes de hockey como en Santiago. Hay en el sur y el norte de acá, pero los grandes y los buenos están en Santiago.

Cuando tenemos liga los fines de semana debemos viajar, por ejemplo, ocho horas en tren. Mi papá quería repartir el hockey en todo Chile, cuando venga ahora va a liderar un campamento en el sur del país, él empezó con ese proyecto, la federación siguió y ahora podría ser mucho mejor. Quizás en cinco años puede llegar a ser algo más distribuido.