Las autoridades de Venezuela rechazaron lo que calificaron como un “robo descarado” de la aeronave Boeing 747-300, siglas YV 3531, perteneciente a la Empresa de Transporte Aerocargos del Sur (Emtrasur S.A.), luego de una negociación entre los gobiernos de Estados Unidos y de Argentina.
Según señaló Washington, incautó el avión comprado por una empresa de carga venezolana a la aerolínea Mahan Air, una empresa iraní sometida a sanciones estadounidenses, en el marco de las “restricciones de exportación relacionadas con Irán”.
“El decomiso por parte de Estados Unidos del avión de carga Boeing 747 culmina más de 18 meses de planificación, coordinación y ejecución por parte del gobierno de Estados Unidos y nuestros contrapartes argentinos“, dijo Markenzy Lapointe, el Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Florida tras conocerse que la aeronave había aterrizado finalmente en Miami y estaba ya bajo control de las autoridades federales.
En respuesta, el gobierno venezolano, a través de un comunicado compartido por Yvan Gil, canciller venezolano, en su cuenta personal de X (antes Twitter), rechazó de manera categórica el decomiso de la aeronave Boeing 747-300, siglas YV 3531, perteneciente a la Empresa de Transporte Aerocargos del Sur (Emtrasur S.A.). Según el funcionario, este “robo” se concretó “luego de la confabulación entre los gobiernos de los Estados Unidos y de la República de Argentina”.
El mensaje difundido por la autoridad acusó que se “han violado todas las normas que regulan la aeronáutica civil, así como los derechos comerciales, civiles y políticos que asisten a la referida empresa, colocando en riesgo la seguridad aeronáutica en la región”.
El conflicto en torno al avión, de la aerolínea venezolana Emtrasur, comenzó tras quedar varado en Buenos Aires por falta de combustible. Había llegado a la capital argentina el día dos días más tarde tenía previsto ir a Montevideo, pero Uruguay le denegó acceso a su espacio aéreo, por lo que debió regresar al aeropuerto argentino, donde fue retenido a pedido de Estados Unidos. Sus 19 tripulantes fueron detenidos. El avión fue llevado desde Argentina a Estados Unidos en junio de 2022, tras ser incautado, y será desechado bajo las leyes de control de exportación.
“La vergonzosa operación de rapacería se inscribe en la lista de agresiones delictivas en contra de la República Bolivariana de Venezuela, las cuales han sido aplicadas por más de una década desde los Estados Unidos”, manifestó la publicación y mencionó, entre otras cosas, el “secuestro de activos y la aplicación de más de 930 sanciones ilegales”.