En conversación con el programa “Política en Vivo” de Radio y Diario Universidad de Chile, el rector de nuestra casa de estudios, Ennio Vivaldi, hizo un repaso de los principales conceptos que aún están ausentes del proyecto de Reforma a la Educación Superior hasta ahora.
Uno de los temas criticados desde todos los sectores, incluyendo a los propios rectores del CRUCh, estudiantes y parlamentarios de la Nueva Mayoría, es la falta de definiciones y de contenidos a la iniciativa que está comprometida por el Gobierno para ser ingresada al Congreso a más tardar el próximo 30 de junio.
El doctor Vivaldi subrayó que, a su juicio, es imposible pensar las universidades públicas desde una perspectiva de ecuaciones matemáticas y económicas de costo-beneficio, lo que sólo da cuenta de una política de mercado que ha afectado a estas instituciones en las últimas décadas.
El rector puntualizó que la mentalidad que se está siguiendo “no es lo que necesita el país, cuáles son las brechas, por dónde va a ir la nueva matriz productiva del país, qué tipo de ingeniero o técnico puede necesitar, sino que va cómo yo que soy dueño de esta universidad doy los pasos, ofrezco los cupos o lo que fuera de tal manera de optimizar mis ganancias como empresa o nueva empresa. Y en ese contexto, claro, es una gran ventaja llamarse ‘universidades’. Creo que esto que se ha planteado de devolverle el nombre de ‘universidad’ solamente a aquellas que realmente cumplen con esta función de ser un ambiente”, resulta positivo dentro del debate que está en curso.
Sin embargo, el rector Ennio Vivaldi precisó que falta conversar más los temas, como por ejemplo cuando se debatió la reforma universitaria en 1971, experiencia de la cual fue parte: “Si tú tienes una cosa con esa base en la cual académicos, estudiantes, funcionarios de la Universidad de Chile a lo largo de todo el país, llegan a una conclusión que esta es la propuesta de estatutos, es casi imposible que tú lo vayas a cambiar, porque qué vas a decir. Y de hecho, ese estatuto se aprobó tal cual, no se le cambió una coma en el Parlamento, excepto que decía ‘Senado Universitario’ y pidieron ponerle ‘Consejo Normativo Universitario’ para no confundirlo con el Senado de la Nación. Fue el único cambio que introdujo el Parlamento. Ahí tienes esa idea que ha sido sancionado, discutido por las bases. Eso se echa mucho de menos”, precisó el rector.
Respecto del debate sobre financiamiento de las universidades estatales, el rector Vivaldi agregó que “esta idea del ‘P por Q’, yo tomo el número de estudiantes y lo multiplico por el número de estudiantes, es un absurdo total. Si lo llevas al postgrado, la especialidad, por ejemplo, cuánto cuesta formar un oftalmólogo, es una pregunta absolutamente absurda. Porque desde la historia, tradición, etcétera, equipamiento, no tiene ningún sentido preguntarlo desde esa perspectiva. Por eso sostenemos que el aporte a las universidades debe hacerse en función de un aporte a la universidad, a la institución”.
Consultado por la toma de la Casa Central de la Universidad de Chile, el rector la consideró como “un insulto innecesario al país”, al tiempo que subrayó que si bien no llamarán a la fuerza pública para que desaloje el histórico edificio, sí lo que importa hoy es el debate de fondo sobre educación pública y su rol en la sociedad más que la ocupación de un inmueble que resulta improcedente para ayudar a avanzar las propias demandas del movimiento estudiantil.
En conversación con el programa “Política en Vivo” de Radio y Diario Universidad de Chile, el rector de nuestra casa de estudios, Ennio Vivaldi, hizo un repaso de los principales conceptos que aún están ausentes del proyecto de Reforma a la Educación Superior hasta ahora.
Uno de los temas criticados desde todos los sectores, incluyendo a los propios rectores del CRUCh, estudiantes y parlamentarios de la Nueva Mayoría, es la falta de definiciones y de contenidos a la iniciativa que está comprometida por el Gobierno para ser ingresada al Congreso a más tardar el próximo 30 de junio.
El doctor Vivaldi subrayó que, a su juicio, es imposible pensar las universidades públicas desde una perspectiva de ecuaciones matemáticas y económicas de costo-beneficio, lo que sólo da cuenta de una política de mercado que ha afectado a estas instituciones en las últimas décadas.
El rector puntualizó que la mentalidad que se está siguiendo “no es lo que necesita el país, cuáles son las brechas, por dónde va a ir la nueva matriz productiva del país, qué tipo de ingeniero o técnico puede necesitar, sino que va cómo yo que soy dueño de esta universidad doy los pasos, ofrezco los cupos o lo que fuera de tal manera de optimizar mis ganancias como empresa o nueva empresa. Y en ese contexto, claro, es una gran ventaja llamarse ‘universidades’. Creo que esto que se ha planteado de devolverle el nombre de ‘universidad’ solamente a aquellas que realmente cumplen con esta función de ser un ambiente”, resulta positivo dentro del debate que está en curso.
Sin embargo, el rector Ennio Vivaldi precisó que falta conversar más los temas, como por ejemplo cuando se debatió la reforma universitaria en 1971, experiencia de la cual fue parte: “Si tú tienes una cosa con esa base en la cual académicos, estudiantes, funcionarios de la Universidad de Chile a lo largo de todo el país, llegan a una conclusión que esta es la propuesta de estatutos, es casi imposible que tú lo vayas a cambiar, porque qué vas a decir. Y de hecho, ese estatuto se aprobó tal cual, no se le cambió una coma en el Parlamento, excepto que decía ‘Senado Universitario’ y pidieron ponerle ‘Consejo Normativo Universitario’ para no confundirlo con el Senado de la Nación. Fue el único cambio que introdujo el Parlamento. Ahí tienes esa idea que ha sido sancionado, discutido por las bases. Eso se echa mucho de menos”, precisó el rector.
Respecto del debate sobre financiamiento de las universidades estatales, el rector Vivaldi agregó que “esta idea del ‘P por Q’, yo tomo el número de estudiantes y lo multiplico por el número de estudiantes, es un absurdo total. Si lo llevas al postgrado, la especialidad, por ejemplo, cuánto cuesta formar un oftalmólogo, es una pregunta absolutamente absurda. Porque desde la historia, tradición, etcétera, equipamiento, no tiene ningún sentido preguntarlo desde esa perspectiva. Por eso sostenemos que el aporte a las universidades debe hacerse en función de un aporte a la universidad, a la institución”.
Consultado por la toma de la Casa Central de la Universidad de Chile, el rector la consideró como “un insulto innecesario al país”, al tiempo que subrayó que si bien no llamarán a la fuerza pública para que desaloje el histórico edificio, sí lo que importa hoy es el debate de fondo sobre educación pública y su rol en la sociedad más que la ocupación de un inmueble que resulta improcedente para ayudar a avanzar las propias demandas del movimiento estudiantil.
En conversación con el programa “Política en Vivo” de Radio y Diario Universidad de Chile, el rector de nuestra casa de estudios, Ennio Vivaldi, hizo un repaso de los principales conceptos que aún están ausentes del proyecto de Reforma a la Educación Superior hasta ahora.
Uno de los temas criticados desde todos los sectores, incluyendo a los propios rectores del CRUCh, estudiantes y parlamentarios de la Nueva Mayoría, es la falta de definiciones y de contenidos a la iniciativa que está comprometida por el Gobierno para ser ingresada al Congreso a más tardar el próximo 30 de junio.
El doctor Vivaldi subrayó que, a su juicio, es imposible pensar las universidades públicas desde una perspectiva de ecuaciones matemáticas y económicas de costo-beneficio, lo que sólo da cuenta de una política de mercado que ha afectado a estas instituciones en las últimas décadas.
El rector puntualizó que la mentalidad que se está siguiendo “no es lo que necesita el país, cuáles son las brechas, por dónde va a ir la nueva matriz productiva del país, qué tipo de ingeniero o técnico puede necesitar, sino que va cómo yo que soy dueño de esta universidad doy los pasos, ofrezco los cupos o lo que fuera de tal manera de optimizar mis ganancias como empresa o nueva empresa. Y en ese contexto, claro, es una gran ventaja llamarse ‘universidades’. Creo que esto que se ha planteado de devolverle el nombre de ‘universidad’ solamente a aquellas que realmente cumplen con esta función de ser un ambiente”, resulta positivo dentro del debate que está en curso.
Sin embargo, el rector Ennio Vivaldi precisó que falta conversar más los temas, como por ejemplo cuando se debatió la reforma universitaria en 1971, experiencia de la cual fue parte: “Si tú tienes una cosa con esa base en la cual académicos, estudiantes, funcionarios de la Universidad de Chile a lo largo de todo el país, llegan a una conclusión que esta es la propuesta de estatutos, es casi imposible que tú lo vayas a cambiar, porque qué vas a decir. Y de hecho, ese estatuto se aprobó tal cual, no se le cambió una coma en el Parlamento, excepto que decía ‘Senado Universitario’ y pidieron ponerle ‘Consejo Normativo Universitario’ para no confundirlo con el Senado de la Nación. Fue el único cambio que introdujo el Parlamento. Ahí tienes esa idea que ha sido sancionado, discutido por las bases. Eso se echa mucho de menos”, precisó el rector.
Respecto del debate sobre financiamiento de las universidades estatales, el rector Vivaldi agregó que “esta idea del ‘P por Q’, yo tomo el número de estudiantes y lo multiplico por el número de estudiantes, es un absurdo total. Si lo llevas al postgrado, la especialidad, por ejemplo, cuánto cuesta formar un oftalmólogo, es una pregunta absolutamente absurda. Porque desde la historia, tradición, etcétera, equipamiento, no tiene ningún sentido preguntarlo desde esa perspectiva. Por eso sostenemos que el aporte a las universidades debe hacerse en función de un aporte a la universidad, a la institución”.
Consultado por la toma de la Casa Central de la Universidad de Chile, el rector la consideró como “un insulto innecesario al país”, al tiempo que subrayó que si bien no llamarán a la fuerza pública para que desaloje el histórico edificio, sí lo que importa hoy es el debate de fondo sobre educación pública y su rol en la sociedad más que la ocupación de un inmueble que resulta improcedente para ayudar a avanzar las propias demandas del movimiento estudiantil.
