A 18 días de haber asumido el cargo y luego de los cuestionamientos que generó su designación por vinculárselo al Caso Degollados, la tarde del viernes Iván Andrusco presentó su renuncia a la dirección de Gendarmería ante el ministerio de Justicia.
El ex general de Carabineros afirmó en un comunicado que quienes rechazaron su nombramiento “hoy, sin trepidar en nada con tal de conseguir sus fines políticos, me han amenazado de muerte. Han llegado a un límite que demuestra que nuestra convivencia democrática aún mantiene en su seno heridas y lacras”.
Más tarde, Andrusco sindicó al diputado PC Hugo Gutiérrez como el autor de las amenazas, quien públicamente había rechazado su nombramiento por pertenecer a la Dirección de Comunicaciones de Carabineros, organismo represor de la dictadura, en 1985, fecha del secuestro y posterior degollamiento de José Manuel Parada, Santiago Nattino y Manuel Guerrero.
El diputado comunista consideró como un “desacierto” las acusaciones de Andrusco en su contra e indicó que se trata de una justificación para su salida, en la que espera, dijo, haya tenido injerencia el Presidente Piñera para demostrar que fue un error haberlo nombrado.
Las aprensiones de Gutiérrez y de las familias de los profesionales asesinados se basaban, entre otras razones, en el conflicto de intereses que se generaría al tener el director de Gendarmería responsabilidad sobre personas que cometieron crímenes contra los derechos humanos durante la dictadura y que hoy se encuentran privados de libertad.
“Con esta decisión podré disponer de la libertad para defenderme de las falsedades que algunos quisieron hacer pasar por ‘hechos’ y, que bajo el pretexto de la defensa de los derechos humanos, atentan contra lo que también es un derecho ciudadano: el respeto a la honra y la dignidad personal”, agregó Andrusco en el comunicado, al tiempo que reiteró no estar vinculado con violaciones a las garantías fundamentales cometidas en dictadura.
El ahora ex director de Gendarmería agradeció “la confianza que depositaron en mí sucesivamente los gobiernos de la Concertación y el gobierno del Presidente Sebastián Piñera” y las muestras de apoyo que recibió, pero aclaró: “también lamento profundamente el silencio y la actitud complaciente de muchos, cuya pasividad está haciendo posible que el odio de unos pocos, intimide y domine la sana convivencia de nuestro país, incluida la amenaza de muerte que han hecho en mi contra”.
Por su parte, el miembro de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara, el PPD Tucapel Jiménez, celebró la salida de Andrusco de Gendarmería, aunque afirmó que su destitución se debería haber generado antes y desde el Ejecutivo.
Además, Jiménez dijo que las acusaciones contra Gutiérrez son graves, por lo que emplazó al ex general de Carabineros a presentarlas, como corresponde, ante la justicia.
A 18 días de haber asumido el cargo y luego de los cuestionamientos que generó su designación por vinculárselo al Caso Degollados, la tarde del viernes Iván Andrusco presentó su renuncia a la dirección de Gendarmería ante el ministerio de Justicia.
El ex general de Carabineros afirmó en un comunicado que quienes rechazaron su nombramiento “hoy, sin trepidar en nada con tal de conseguir sus fines políticos, me han amenazado de muerte. Han llegado a un límite que demuestra que nuestra convivencia democrática aún mantiene en su seno heridas y lacras”.
Más tarde, Andrusco sindicó al diputado PC Hugo Gutiérrez como el autor de las amenazas, quien públicamente había rechazado su nombramiento por pertenecer a la Dirección de Comunicaciones de Carabineros, organismo represor de la dictadura, en 1985, fecha del secuestro y posterior degollamiento de José Manuel Parada, Santiago Nattino y Manuel Guerrero.
El diputado comunista consideró como un “desacierto” las acusaciones de Andrusco en su contra e indicó que se trata de una justificación para su salida, en la que espera, dijo, haya tenido injerencia el Presidente Piñera para demostrar que fue un error haberlo nombrado.
Las aprensiones de Gutiérrez y de las familias de los profesionales asesinados se basaban, entre otras razones, en el conflicto de intereses que se generaría al tener el director de Gendarmería responsabilidad sobre personas que cometieron crímenes contra los derechos humanos durante la dictadura y que hoy se encuentran privados de libertad.
“Con esta decisión podré disponer de la libertad para defenderme de las falsedades que algunos quisieron hacer pasar por ‘hechos’ y, que bajo el pretexto de la defensa de los derechos humanos, atentan contra lo que también es un derecho ciudadano: el respeto a la honra y la dignidad personal”, agregó Andrusco en el comunicado, al tiempo que reiteró no estar vinculado con violaciones a las garantías fundamentales cometidas en dictadura.
El ahora ex director de Gendarmería agradeció “la confianza que depositaron en mí sucesivamente los gobiernos de la Concertación y el gobierno del Presidente Sebastián Piñera” y las muestras de apoyo que recibió, pero aclaró: “también lamento profundamente el silencio y la actitud complaciente de muchos, cuya pasividad está haciendo posible que el odio de unos pocos, intimide y domine la sana convivencia de nuestro país, incluida la amenaza de muerte que han hecho en mi contra”.
Por su parte, el miembro de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara, el PPD Tucapel Jiménez, celebró la salida de Andrusco de Gendarmería, aunque afirmó que su destitución se debería haber generado antes y desde el Ejecutivo.
Además, Jiménez dijo que las acusaciones contra Gutiérrez son graves, por lo que emplazó al ex general de Carabineros a presentarlas, como corresponde, ante la justicia.
A 18 días de haber asumido el cargo y luego de los cuestionamientos que generó su designación por vinculárselo al Caso Degollados, la tarde del viernes Iván Andrusco presentó su renuncia a la dirección de Gendarmería ante el ministerio de Justicia.
El ex general de Carabineros afirmó en un comunicado que quienes rechazaron su nombramiento “hoy, sin trepidar en nada con tal de conseguir sus fines políticos, me han amenazado de muerte. Han llegado a un límite que demuestra que nuestra convivencia democrática aún mantiene en su seno heridas y lacras”.
Más tarde, Andrusco sindicó al diputado PC Hugo Gutiérrez como el autor de las amenazas, quien públicamente había rechazado su nombramiento por pertenecer a la Dirección de Comunicaciones de Carabineros, organismo represor de la dictadura, en 1985, fecha del secuestro y posterior degollamiento de José Manuel Parada, Santiago Nattino y Manuel Guerrero.
El diputado comunista consideró como un “desacierto” las acusaciones de Andrusco en su contra e indicó que se trata de una justificación para su salida, en la que espera, dijo, haya tenido injerencia el Presidente Piñera para demostrar que fue un error haberlo nombrado.
Las aprensiones de Gutiérrez y de las familias de los profesionales asesinados se basaban, entre otras razones, en el conflicto de intereses que se generaría al tener el director de Gendarmería responsabilidad sobre personas que cometieron crímenes contra los derechos humanos durante la dictadura y que hoy se encuentran privados de libertad.
“Con esta decisión podré disponer de la libertad para defenderme de las falsedades que algunos quisieron hacer pasar por ‘hechos’ y, que bajo el pretexto de la defensa de los derechos humanos, atentan contra lo que también es un derecho ciudadano: el respeto a la honra y la dignidad personal”, agregó Andrusco en el comunicado, al tiempo que reiteró no estar vinculado con violaciones a las garantías fundamentales cometidas en dictadura.
El ahora ex director de Gendarmería agradeció “la confianza que depositaron en mí sucesivamente los gobiernos de la Concertación y el gobierno del Presidente Sebastián Piñera” y las muestras de apoyo que recibió, pero aclaró: “también lamento profundamente el silencio y la actitud complaciente de muchos, cuya pasividad está haciendo posible que el odio de unos pocos, intimide y domine la sana convivencia de nuestro país, incluida la amenaza de muerte que han hecho en mi contra”.
Por su parte, el miembro de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara, el PPD Tucapel Jiménez, celebró la salida de Andrusco de Gendarmería, aunque afirmó que su destitución se debería haber generado antes y desde el Ejecutivo.
Además, Jiménez dijo que las acusaciones contra Gutiérrez son graves, por lo que emplazó al ex general de Carabineros a presentarlas, como corresponde, ante la justicia.
