Evo Morales inicia conferencia convocada para combatir el cambio climático
El Presidente de Bolivia, Evo Morales, presidió el acto inaugural en Cochabamba, Bolivia, donde se desarrolla la “Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra”.
Diana Porras desde Cochabamba
Martes 20 de abril 2010 20:02 hrs.
Compartir en
“Si los presidentes de los países desarrollados hubieran respetado el Protocolo
de Kyoto y además, acordado una efectiva reducción de sus ambiciones, esta conferencia no sería necesaria”, sentenció el mandatario de Bolivia en medio de las miles de personas que respondieron a esta convocatoria.
Su propósito es la búsqueda y elaboración de nuevas propuestas, junto al refuerzo de las existentes para combatir el cambio climático y sus nefastas consecuencias, las que ya son evidentes en todas las partes del mundo.
En este escenario, Morales expresó que después de Copenhague siente estos encuentros como “un triunfo de los pueblos y un fracaso para los gobiernos desarrollados”. Por esa razón, este diálogo entre comunidades indígenas y expertos puede ser una oportunidad para trabajar unidos contra la falta de conciencia de los llamados “países ricos”.
En el corazón de Bolivia, Cochabamba-Tiquipaya, se dieron cita numerosos dirigentes de Brasil, Colombia, Perú, Panamá, Ecuador, Chile y Argentina, entre tantos otros, los que llenaron con una sóla voz las calles del país andino, diciendo… ¡Oye, amigo, la tierra está en peligro!”.
La música popular desborda las calles y centros públicos; las banderas de las organizaciones se alzan al viento y las vestimentas coloridas cubren el gran espíritu que marca esta convocatoria alternativa por la tierra.
“Las conclusiones de este evento deberían ser tomadas en cuenta y respetadas en la próxima Conferencia de Jefes de Estado que se realizará en México”, concluyó Evo Morales. Resoluciones que serán dadas a conocer este viernes 23 de abril en un informe final de este encuentro, el que basa sus discusiones en 17 ejes temáticos. Los paneles han tratado materias como la deuda climática, migraciones, tribunal de justicia climática y un gran referéndum.
“La emoción embarga la sangre latinoamericana”, como bien lo expresó el
Miles de personas llegaron a Cochabamba
periodista y escritor uruguayo, Eduardo Galeano, en una carta dirigida a los asistentes a la cumbre, excusando su ausencia del encuentro. Galeano escribió en su misiva su deseo de que “seamos capaces de hablar poco y hacer mucho. Graves daños nos ha hecho, y nos sigue haciendo, la inflación palabraria, que en América latina es más nociva que la inflación monetaria”.
En la ocasión también es posible presenciar documentales sobre temas ecológicos, charlas y obras de teatro, en diversas sedes, como la Universidad del Valle. El pueblo creando en la calle.
“Si los presidentes de los países desarrollados hubieran respetado el Protocolo
de Kyoto y además, acordado una efectiva reducción de sus ambiciones, esta conferencia no sería necesaria”, sentenció el mandatario de Bolivia en medio de las miles de personas que respondieron a esta convocatoria.
Su propósito es la búsqueda y elaboración de nuevas propuestas, junto al refuerzo de las existentes para combatir el cambio climático y sus nefastas consecuencias, las que ya son evidentes en todas las partes del mundo.
En este escenario, Morales expresó que después de Copenhague siente estos encuentros como “un triunfo de los pueblos y un fracaso para los gobiernos desarrollados”. Por esa razón, este diálogo entre comunidades indígenas y expertos puede ser una oportunidad para trabajar unidos contra la falta de conciencia de los llamados “países ricos”.
En el corazón de Bolivia, Cochabamba-Tiquipaya, se dieron cita numerosos dirigentes de Brasil, Colombia, Perú, Panamá, Ecuador, Chile y Argentina, entre tantos otros, los que llenaron con una sóla voz las calles del país andino, diciendo… ¡Oye, amigo, la tierra está en peligro!”.
La música popular desborda las calles y centros públicos; las banderas de las organizaciones se alzan al viento y las vestimentas coloridas cubren el gran espíritu que marca esta convocatoria alternativa por la tierra.
“Las conclusiones de este evento deberían ser tomadas en cuenta y respetadas en la próxima Conferencia de Jefes de Estado que se realizará en México”, concluyó Evo Morales. Resoluciones que serán dadas a conocer este viernes 23 de abril en un informe final de este encuentro, el que basa sus discusiones en 17 ejes temáticos. Los paneles han tratado materias como la deuda climática, migraciones, tribunal de justicia climática y un gran referéndum.
“La emoción embarga la sangre latinoamericana”, como bien lo expresó el
Miles de personas llegaron a Cochabamba
periodista y escritor uruguayo, Eduardo Galeano, en una carta dirigida a los asistentes a la cumbre, excusando su ausencia del encuentro. Galeano escribió en su misiva su deseo de que “seamos capaces de hablar poco y hacer mucho. Graves daños nos ha hecho, y nos sigue haciendo, la inflación palabraria, que en América latina es más nociva que la inflación monetaria”.
En la ocasión también es posible presenciar documentales sobre temas ecológicos, charlas y obras de teatro, en diversas sedes, como la Universidad del Valle. El pueblo creando en la calle.
“Si los presidentes de los países desarrollados hubieran respetado el Protocolo
de Kyoto y además, acordado una efectiva reducción de sus ambiciones, esta conferencia no sería necesaria”, sentenció el mandatario de Bolivia en medio de las miles de personas que respondieron a esta convocatoria.
Su propósito es la búsqueda y elaboración de nuevas propuestas, junto al refuerzo de las existentes para combatir el cambio climático y sus nefastas consecuencias, las que ya son evidentes en todas las partes del mundo.
En este escenario, Morales expresó que después de Copenhague siente estos encuentros como “un triunfo de los pueblos y un fracaso para los gobiernos desarrollados”. Por esa razón, este diálogo entre comunidades indígenas y expertos puede ser una oportunidad para trabajar unidos contra la falta de conciencia de los llamados “países ricos”.
En el corazón de Bolivia, Cochabamba-Tiquipaya, se dieron cita numerosos dirigentes de Brasil, Colombia, Perú, Panamá, Ecuador, Chile y Argentina, entre tantos otros, los que llenaron con una sóla voz las calles del país andino, diciendo… ¡Oye, amigo, la tierra está en peligro!”.
La música popular desborda las calles y centros públicos; las banderas de las organizaciones se alzan al viento y las vestimentas coloridas cubren el gran espíritu que marca esta convocatoria alternativa por la tierra.
“Las conclusiones de este evento deberían ser tomadas en cuenta y respetadas en la próxima Conferencia de Jefes de Estado que se realizará en México”, concluyó Evo Morales. Resoluciones que serán dadas a conocer este viernes 23 de abril en un informe final de este encuentro, el que basa sus discusiones en 17 ejes temáticos. Los paneles han tratado materias como la deuda climática, migraciones, tribunal de justicia climática y un gran referéndum.
“La emoción embarga la sangre latinoamericana”, como bien lo expresó el
Miles de personas llegaron a Cochabamba
periodista y escritor uruguayo, Eduardo Galeano, en una carta dirigida a los asistentes a la cumbre, excusando su ausencia del encuentro. Galeano escribió en su misiva su deseo de que “seamos capaces de hablar poco y hacer mucho. Graves daños nos ha hecho, y nos sigue haciendo, la inflación palabraria, que en América latina es más nociva que la inflación monetaria”.
En la ocasión también es posible presenciar documentales sobre temas ecológicos, charlas y obras de teatro, en diversas sedes, como la Universidad del Valle. El pueblo creando en la calle.
