Jesús Redondo: “El modelo educacional sigue siendo respaldado por los dos bloques políticos”

En entrevista con Patricio López en el programa Semáforo de nuestra emisora, el director del Observatorio de Políticas Educativas de la Universidad de Chile (Opech) afirmó que lo que está en juego después de la acusación constitucional contra Harald Beyer es el modelo educacional del país. En esa línea, aseguró que la postura de la oposición no está clara, ya que habría grupos que están por mantener un sistema altamente cuestionado.

En entrevista con Patricio López en el programa Semáforo de nuestra emisora, el director del Observatorio de Políticas Educativas de la Universidad de Chile (Opech) afirmó que lo que está en juego después de la acusación constitucional contra Harald Beyer es el modelo educacional del país. En esa línea, aseguró que la postura de la oposición no está clara, ya que habría grupos que están por mantener un sistema altamente cuestionado.

Continúan las reacciones ante la destitución del ministro de Educación, Harald Beyer, luego que el Senado aprobara la acusación constitucional presentada en su contra.

En entrevista con Patricio López en el programa Semáforo de nuestra emisora, el director del Observatorio Chileno de Políticas Educativas de la Universidad de Chile (OPECH), Jesús Redondo, aseguró que lo que está en juego de ahora en adelante es la continuidad del modelo de educación en Chile. El académico aseguró que pese a la señal que se quiso enviar con el libelo, la postura de la oposición no está clara, tal como se manifestó en la votación de ayer.

¿Qué juicios se había formado respecto de los méritos de la acusación constitucional?

Méritos para destituirlo claramente había, especialmente, en el apartado que fue aprobado ayer en el límite, lo que es una señal política. El sistema en el que estamos cuenta con el apoyo de los dos grandes bloques políticos. De hecho, ha estado desarrollado por ambos y, por lo tanto, han hecho una práctica para dar una señal de que, según dicen, “escuchan a la calle” – que al parecer terminó teniendo razón – pero al mismo tiempo no está claro que todo el bloque opositor esté realmente en contra del modelo. En ese modelo, Harald Beyer destaca por ser uno de los grandes burócratas y tecnócratas ideólogos del lucro y de la mercantilización de todo lo público.

Ustedes compartieron algunas instancias de asesorías técnicas ¿Qué podrías decir de su mirada respecto de los asuntos cruciales en educación que se están  discutiendo ahora?

Él es una persona, como él mismo ha dicho, que considera que la técnica está por encima de la política y el mensaje de ayer fue que la política estaba por encima de la técnica. Esto  no se le dijo sólo a él. En Beyer – y por eso hubo una defensa transversal –  se está enviando una señal a todo el aparato tecnocrático que ha dirigido desde la Concertación la reformas educativas, señalándoles que hay un cambio que hacer. Esto no se produjo de una forma demasiado contundente, porque el voto a desgana de Patricio Walker está indicando algo. Yo diría que le tocó hacer eso, jugar ese rol. Ahí hay una señal interpretable. Dentro de la Concertación hay un grupo que se manifestó a través de Premios Nacionales, de economistas, antiguos ministros, expertos defendiendo a Beyer, no como persona sino que desde lo que representa. Es decir, que la política pública se gestiona desde parámetros técnicos neutros, lo que es absolutamente absurdo.

En esa discusión el mundo académico trató de calificar deliberación del Senado como de poca monta ¿Qué se puede decir del este lineamiento y de la idea de que en el Parlamento no saben cómo hacer las cosas?

La verdadera técnica está al servicio de la ética y la política. Esa es la técnica que se pone al servicio de una democracia y no aquella que bajo la cortina de una supuesta neutralidad está sirviendo a los intereses del poder, en especial, del interés económico de una minoría. El neoliberalismo triunfó en este periodo no sólo porque los liberales económicos se aliaron con los conservadores, sino que ambos fueron apoyados por los intelectuales y técnicos desde la formación de universidades cuyo único valor parece que es la eficiencia, sin darse cuenta de que ésta tiene sentido cuando uno sabe para quién es: para las minorías o para las ganancias de las mayorías. Ahí está el concepto de lucro. El lucro implica que hay unas minorías que se aprovechan de cualquier cosa, algunas veces legalmente y otras de forma ilegal, y eso es lo que la gente en democracia no puede permitir. Eso es lo que está señalando la generación de  los que aseguran que no tienen miedo. Una sociedad no es democrática si la mayoría no puede manifestarse y si la técnica no está al servicio de las mayorías.

¿Qué es lo que está en juego en esta discusión sobre el modelo educacional, por ejemplo, en las referencias con matJESUS-REDONDO_semaforo2ices a la gratuidad?

El modelo de sociedad y de democracia. La primera evidencia que tenemos en el país es que hay exceso de recursos disponibles si sumamos el dinero que está acumulado en fondos externos, más el del congelador de los fondos no invertidos. Si a eso le añadimos la falta de fiscalización y cobro a las extracciones, a Chile le sobra plata para dar gratuidad universal a todos los niveles educativos. Eso supone un replanteamiento del uso de los recursos del país. El tema de fondo sobre la gratuidad es que cuando tú empiezas a hacer cumplir los derechos, la gente empieza a sentirse ciudadana y eso pone en peligro un modelo neocolonial en el que funciona el país, donde una elite muy chiquitita detenta el control de todos los temas. En esta situación histórica se pueden hacer algunos cambios o muchos cambios. Depende de cómo se muevan las distintas fuerzas. Evidentemente este es el momento de la política. Y cuanto más se demoren en darse cuenta, más difícil será hacer las transformaciones.

Escuche la entrevista completa a Jesús Redondo





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