Este jueves el dirigente opositor venezolano Henrique Capriles hizo eco de nuevas denuncias de represión por parte del Gobierno de ese país, contra los manifestantes que protagonizan protestas en contra de la administración de Nicolás Maduro.
El Gobernador del Estado de Miranda, dijo que el país va rumbo a un colapso económico, además anunció que no dialogará con una pistola en la cabeza, ni con amenazas o chantajes, pero reparó en que las movilizaciones no buscan la salida del actual presidente.
Capriles advirtió que la salida de Maduro podría incluso significar la llegada del actual presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello.
“Nosotros no hemos planteado un ¡Vete ya! Incluso le dijimos cuando habían voces que nos criticaban y señalaban, nosotros les dijimos que eso no iba a conectar con nada positivo en el país. Cualquier venezolano puede solicitar la renuncia de un funcionario público, pero creemos que los grandes problemas del país van a ser mucho más efectivos cuando los planteamos en términos de conquistar y de ser una fuerza que permita imponernos el cambio que el ¡vete ya! Porque como se lo dije algunos compañeros: Maduro ¡Vete ya! Puede terminar significando: Diosdado ¡vente ya!”, señaló Capriles.
El Gobierno por su parte se ha defendido de las acusaciones de distintas maneras: la ministra para la Comunicación e Información venezolana, Delcy Rodríguez, denunció una “operación psicológica a gran escala” a través de las redes sociales.
El Ministerio del Interior indicó que unas 200 personas han sido detenidas en la última semana, en todo el país, pero que solo 13 quedaron presas por acciones criminales, como porte de armas o destrucción de propiedad.
Mientras, se enviará un batallón de paracaidistas a la ciudad de San Cristóbal, en el estado de Táchira, frontera con Colombia, donde empezaron las protestas.
“Quieren conducirnos a un gran enfrentamiento entre venezolanos, para que una fuerza extranjera intervenga. Ese es el objetivo de las protestas”, dijo el ministro del Interior, Miguel Rodríguez Torres, en una rueda de prensa.
Mientras, su par de Energía Eléctrica, Jesse Chacón, lamentó los fallos en el sistema eléctrico provocados por lo que denominó “vandalismo fascista”.
Durante la mañana el Gobierno además repudió la injerencia y la intervención en el conflicto por parte de Estados Unidos y Panamá.
Este jueves el dirigente opositor venezolano Henrique Capriles hizo eco de nuevas denuncias de represión por parte del Gobierno de ese país, contra los manifestantes que protagonizan protestas en contra de la administración de Nicolás Maduro.
El Gobernador del Estado de Miranda, dijo que el país va rumbo a un colapso económico, además anunció que no dialogará con una pistola en la cabeza, ni con amenazas o chantajes, pero reparó en que las movilizaciones no buscan la salida del actual presidente.
Capriles advirtió que la salida de Maduro podría incluso significar la llegada del actual presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello.
“Nosotros no hemos planteado un ¡Vete ya! Incluso le dijimos cuando habían voces que nos criticaban y señalaban, nosotros les dijimos que eso no iba a conectar con nada positivo en el país. Cualquier venezolano puede solicitar la renuncia de un funcionario público, pero creemos que los grandes problemas del país van a ser mucho más efectivos cuando los planteamos en términos de conquistar y de ser una fuerza que permita imponernos el cambio que el ¡vete ya! Porque como se lo dije algunos compañeros: Maduro ¡Vete ya! Puede terminar significando: Diosdado ¡vente ya!”, señaló Capriles.
El Gobierno por su parte se ha defendido de las acusaciones de distintas maneras: la ministra para la Comunicación e Información venezolana, Delcy Rodríguez, denunció una “operación psicológica a gran escala” a través de las redes sociales.
El Ministerio del Interior indicó que unas 200 personas han sido detenidas en la última semana, en todo el país, pero que solo 13 quedaron presas por acciones criminales, como porte de armas o destrucción de propiedad.
Mientras, se enviará un batallón de paracaidistas a la ciudad de San Cristóbal, en el estado de Táchira, frontera con Colombia, donde empezaron las protestas.
“Quieren conducirnos a un gran enfrentamiento entre venezolanos, para que una fuerza extranjera intervenga. Ese es el objetivo de las protestas”, dijo el ministro del Interior, Miguel Rodríguez Torres, en una rueda de prensa.
Mientras, su par de Energía Eléctrica, Jesse Chacón, lamentó los fallos en el sistema eléctrico provocados por lo que denominó “vandalismo fascista”.
Durante la mañana el Gobierno además repudió la injerencia y la intervención en el conflicto por parte de Estados Unidos y Panamá.
Este jueves el dirigente opositor venezolano Henrique Capriles hizo eco de nuevas denuncias de represión por parte del Gobierno de ese país, contra los manifestantes que protagonizan protestas en contra de la administración de Nicolás Maduro.
El Gobernador del Estado de Miranda, dijo que el país va rumbo a un colapso económico, además anunció que no dialogará con una pistola en la cabeza, ni con amenazas o chantajes, pero reparó en que las movilizaciones no buscan la salida del actual presidente.
Capriles advirtió que la salida de Maduro podría incluso significar la llegada del actual presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello.
“Nosotros no hemos planteado un ¡Vete ya! Incluso le dijimos cuando habían voces que nos criticaban y señalaban, nosotros les dijimos que eso no iba a conectar con nada positivo en el país. Cualquier venezolano puede solicitar la renuncia de un funcionario público, pero creemos que los grandes problemas del país van a ser mucho más efectivos cuando los planteamos en términos de conquistar y de ser una fuerza que permita imponernos el cambio que el ¡vete ya! Porque como se lo dije algunos compañeros: Maduro ¡Vete ya! Puede terminar significando: Diosdado ¡vente ya!”, señaló Capriles.
El Gobierno por su parte se ha defendido de las acusaciones de distintas maneras: la ministra para la Comunicación e Información venezolana, Delcy Rodríguez, denunció una “operación psicológica a gran escala” a través de las redes sociales.
El Ministerio del Interior indicó que unas 200 personas han sido detenidas en la última semana, en todo el país, pero que solo 13 quedaron presas por acciones criminales, como porte de armas o destrucción de propiedad.
Mientras, se enviará un batallón de paracaidistas a la ciudad de San Cristóbal, en el estado de Táchira, frontera con Colombia, donde empezaron las protestas.
“Quieren conducirnos a un gran enfrentamiento entre venezolanos, para que una fuerza extranjera intervenga. Ese es el objetivo de las protestas”, dijo el ministro del Interior, Miguel Rodríguez Torres, en una rueda de prensa.
Mientras, su par de Energía Eléctrica, Jesse Chacón, lamentó los fallos en el sistema eléctrico provocados por lo que denominó “vandalismo fascista”.
Durante la mañana el Gobierno además repudió la injerencia y la intervención en el conflicto por parte de Estados Unidos y Panamá.
