El dilema de la UDI para enfrentar el caso Penta

Luego de la renuncia de Ernesto Silva a la presidencia de la UDI en el gremialismo se abrió un debate acerca del perfil que debe tener el presidente que encabece a la colectividad en medio de las investigaciones por el caso Penta y sus aristas. Mientras unos abogan por el regreso de los “viejos tercios”, otros aspiran a mantener el proceso de renovación que inspiró a la antigua directiva.

Luego de la renuncia de Ernesto Silva a la presidencia de la UDI en el gremialismo se abrió un debate acerca del perfil que debe tener el presidente que encabece a la colectividad en medio de las investigaciones por el caso Penta y sus aristas. Mientras unos abogan por el regreso de los “viejos tercios”, otros aspiran a mantener el proceso de renovación que inspiró a la antigua directiva.

El próximo 10 de abril será el Consejo General de la UDI que deberá definir a la nueva directiva que encabezará a la colectividad de calle Suecia en un periodo que se proyecta complejo.

Esto porque existe conciencia al interior del gremialismo de que las diligencias encabezadas por el Fiscal Nacional, Sabas Chahuan, no se detendrán y es probable que culmine con formalizaciones de algunas de las figuras más emblemáticas del partido.

Por lo mismo la decisión de quiénes encabezarán a la UDI en este periodo no es menor y divide, aunque se quiera proyectar una imagen de unidad, a sus militantes.

Esto se hace patente con las reacciones que han generado las declaraciones de la ex candidata presidencial de la UDI, Evelyn Matthei, quien aseguró que “es necesario que Jovino Novoa y todos los militantes involucrados en casos de corrupción abandonen el partido”, palabras que chocan con la postura oficial manifestada por la directiva.

En la UDI son conscientes que este clima beligerante en nada ayuda a superar la crisis que vive el partido, por eso el diagnóstico es que la figura que encabece la colectividad en este periodo debe generar un consenso mayoritario porque “esta directiva va a ir directo a una guerra”.

En ese sentido no son pocos los que pregonan por el regreso de “los viejos tercios”, figuras históricas de la UDI que habían dado un paso al costado para posibilitar la renovación de nombres que debía encabezar la renunciada directiva de Ernesto Silva.

Uno de los nombres que suena fuerte para liderar este proceso es el del senador Hernán Larraín, quien desestima un eventual enfrentamiento entre “históricos y renovados”, en ese sentido el parlamentario sostiene que “lo que hay que hacer es una buena directiva, no sobra nadie y espero que así lo entienda la UDI al tomar la decisión de una directiva que tiene que enfrentar el difícil momento que se viene”, señaló.

Desde el sector más “joven” de la UDI, no ven con malos ojos una directiva mixta como sostiene el diputado Felipe Ward, “no sería un error componer una directiva con personas que son calificables como históricos, ellos son los que llevaron a la UDI al lugar donde está, nosotros hemos contribuido con eso. Creo que todos tienen cabida y me parece evidente que haya gente de todos los sectores”, sentenció.

Para el analista político del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Alejandro Olivares, la UDI necesita de una figura histórica que encauce el partido en el complicado periodo que le tocará enfrentar.

Esto pese a que una directiva encabezada por los “viejos coroneles” podría reflotar los vínculos históricos que el partido ha tenido con la dictadura y que buscaron ser matizados con una dirección más joven como la que encabezó Ernesto Silva.

Para Olivares, los vínculos con la dictadura no son un tema al interior de la UDI y se aprovechan además del doble estándar, que a su juicio, manifiesta la sociedad.

“Hay mucha gente que prefiere obviar u olvidar voluntariamente la ligazón de la UDI con la dictadura aun cuando se la estemos recordando cada cinco minutos. Mucha gente que se llama liberal acusa, por ejemplo, a la alcaldesa Errazuriz de malas prácticas como en la dictadura y al mismo tiempo piden la vuelta de una persona que está en entredicho por temas de DD.HH. entonces pareciera ser que estos temas no nos importan mucho y la UDI juega con eso”, finalizó.

Fuentes al interior de la UDI reconocen que son pocos los nombres que están dispuestos a encabezar el partido ante un escenario tan complejo, por eso la lista de candidatos se circunscriben a dos: el actual presidente interino, Javier Macaya y el senador Hernán Larraín.

Le gestión efectuada durante estos meses por Macaya ha sido bien evaluada, por eso no se descarta un consenso final que deje al diputado a la cabeza del partido, apoyado por Larraín al interior de la directiva.

Respecto de la eventual salida de dirigentes y militantes del partido involucrados en casos de corrupción, ambos sectores coinciden en que es un paso que se debe tomar cuando exista un pronunciamiento de la justicia.





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