Los partidos de la Nueva Mayoría se darán cita en un cónclave liderado por la Presidenta Michelle Bachelet con el objetivo de visualizar las dificultades que tendrá que sortear el Gobierno durante su segundo tiempo ante un escenario de desaceleración económica.
En este escenario, el oficialismo plantearía la dificultad de llevar a cabo su agenda política, social y económica, sería el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, quien tendrá la tarea de sincerar la situación de la actividad económica en el país.
En este sentido, el presidente del Partido Radical, Ernesto Velasco indicó que “es posible que cosas comprometidas que vean afectadas sus plazos de cumplimiento”, porque la primera prioridad es el “crecimiento económico, sacar adelante una buena batería de todo lo que es probidad, corrupción, sacar adelante todo lo que son las tareas que están pendientes”, además de educación, reforma a la que calificó de estructural. Sobre el resto de las promesas de campaña, aseguró que será necesario “evaluar dependiendo de los recursos que existan, los tiempos en que se irán ejecutando”.
Para Velasco, el cónclave servirá para que la coalición pueda “prever escenarios de conflicto interno”, en alusión a la censura que desde la propia Nueva Mayoría elevaron en el Senado, para quitar a Alejandro Navarro de la Vicepresidencia de la corporación, toda vez que no se retractó ni pidió disculpas por publicar una lista que los legisladores habrían recibido en calidad de aportes reservados.
Desde la Democracia Cristiana Jorge Pizarro llamó moderar las expectativas que existen sobre demandas que “no están comprometidas en el programa”, poniendo el acento en que el espíritu de la reunión será lo económico, supeditando temáticas contingentes como la Carrera Docente, las demandas estudiantiles o la Reforma Laboral: “El Programa de Gobierno, estando financiado, se va a cumplir, pero de repente pasa que uno mira y hay expectativas demasiado altas en temas que no estaban comprometidos y eso es algo que hay que aclarar porque hay mucha demanda social que la gente cree que va a ser abordada y a lo mejor no va a ser así”.
Ante esta incertidumbre en relación con estos posibles retrasos se suma la expresada por los integrantes del Partido Comunista, quienes indicaron estar preocupados por no haber visto reflejada la “demanda social” en la política del Ejecutivo, pese a la presencia del partido en el Parlamento.