“La verdad es que estamos viviendo un fenómeno inflacionario transitorio que es normal después de que el peso y el dólar han cambiado como han cambiado”. Con estas palabras, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, se refirió al IPC de agosto dado a conocer este martes por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el cual se elevó a 0,7 por ciento, acumulando un 5,0 por ciento en los últimos doce meses.

Rodrigo Valdés, quien se encuentra en Londres participando del ChileDay, enfatizó en que “este es un fenómeno que no va a durar demasiado tiempo, que es transitorio, y por lo tanto la inflación más temprano que tarde se va a normalizar”.

Si bien el presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, coincidió con el titular de Hacienda en que este proceso inflacionario será de corta estadía, calificó como “una mala noticia” el guarismo entregado por el INE: “Decíamos en el Informe de Política Monetaria (IPoM) que no estábamos conformes con una inflación en 12 meses de 4,6 por ciento. Por cierto, menos conformes estamos con una cifra de inflación en 12 meses de 5 por ciento”, señaló Vergara quien también se encuentra en Londres en el evento que se lleva a cabo en la Mansion House de la capital inglesa.

Por su parte, el economista de la Universidad de Santiago (Usach), Víctor Salas, sostiene que los niveles inflacionarios deberían promediar el 5 por ciento, ya que los meses cercanos al verano, tradicionalmente tiende a arrastrar a la baja el IPC, asimismo los niveles de crecimiento económico también contribuyen a mantener la estabilidad en los índices de precios.

“Es una inflación alta, pero está relativamente controlada no porque el Banco Central lo diga, sino porque la misma economía está bastante contenida, a pesar de que subimos un 2,5 por ciento del Imacec en julio, lo que uno observa es que la economía está manteniéndose en mejores niveles que el año pasado que llegó a un 1,9 por ciento, tenemos 2,5 ahora, 2,6 el mes anterior, y las expectativas seguramente van a ser más cercanas a 2,8 o 3 por ciento en los meses que vienen, de forma de terminar más cercanos al 2,5 o 2,6 por ciento total de aquí a fin de año en el Producto Interno Bruto”.

El economista de la Usach destacó la incidencia determinante del precio del dólar en el resultado final de este IPC, ya que muchos de los elementos que empujaron al alza el guarismo, como la gasolina o los alimentos, son importados para satisfacer el consumo interno, y con un dólar cercano a 700 pesos, han visto encarecer su valor final.

El economista del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD), Francisco Klapp, por su parte hizo énfasis en que los mayores aumentos registrados hayan sido en el ítem alimentos, lo que impacta de manera más sensible a las familias de menor poder adquisitivo.

Y si bien, Klapp comparte la visión sobre la transitoriedad de este fenómeno, llamó a estar atentos ante el riesgo que la inflación continué su espiral alcista: “Hay un riesgo, a pesar que este es un episodio transitorio la depreciación de nuestra moneda ha presionado esta inflación, y se le termina traspasando a los costos, y así también lo vemos en los no transables, pero sin duda hay un riesgo importante, y los meses que vienen son tradicionalmente de mucha inflación, septiembre es famoso por ser el mes más inflacionario del año, lo mismo que octubre. Incluso, las nuevas proyecciones que conocimos del Banco Central en el último IPoM están quedando cortas después de un resultado como el que vimos”.

En donde existe consenso es que, considerando estos niveles inflacionarios, y la posibilidad cierta que la FED en Estados Unidos ajuste al alza las tasas de interés, el Banco Central determinará a comienzos de 2016 también subir la tasa de interés para nuestro país.