Molestos y desconcertados salieron los dirigentes de las organizaciones de trabajadores de la cultura de la reunión que sostuvieron el pasado lunes con el ministro Ernesto Ottone y sus asesores.
En el encuentro, desarrollado en oficinas del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), el secretario de Estado presentó la propuesta de nuevo ministerio que la Presidenta Michelle Bachelet finalmente firmará a las 10:30 de este jueves, luego de una larga espera. El proyecto, de hecho, era una de las promesas para los primeros cien días de su mandato.
Los dirigentes de las asociaciones de funcionarios de la Dirección de Archivos, Bibliotecas y Museos (Dibam), el CNCA y el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) se encontraron con que varios de sus planteamientos fueron incorporados al proyecto, pero también con una sorpresa “mayúscula”: un modelo de ministerio distinto al que habían trabajado en conjunto con las autoridades.
Según los trabajadores, la propuesta que se había consensuado establecía un ministerio que contaría con una subsecretaría de las Artes, continuadora del CNCA; y una subsecretaría del Patrimonio Cultural, continuadora de la Dibam. Ambas tendrían capacidad de elaborar y ejecutar políticas y a ellas se sumarían 15 secretarías regionales ministeriales (Seremis).
En cambio, la propuesta que el ministro Ernesto Ottone presentó el pasado lunes contempla que la Dibam se transforme en el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, que ejecutará políticas diseñadas por una subsecretaría del Patrimonio Cultural “sin mayor definición”, según la Anfudibam.
En este nuevo servicio se incluiría a la Secretaría Ejecutiva del CMN, el Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas, el Sistema Nacional de Museos y a instituciones como el Archivo Nacional, la Biblioteca Nacional y la Cineteca Nacional, entre otras.
“El lunes, a última hora, se nos señaló que hay un cambio de modelo. Ahora hay un ministerio con dos subsecretarías. Una de ellas es el actual CNCA y la otra va a tener debajo a la actual Dibam. Así, mantenemos nuestra categoría de servicio público, pero siempre trabajamos sobre la base de ser una subsecretaría. Hoy día somos un servicio público con un montón de deficiencias y nos están diciendo que eso se va a perpetuar”, cuestiona Margarita Hormazábal, presidenta de la Anfudibam.
De este modo, de acuerdo a los trabajadores, la nueva institucionalidad minimiza la relevancia del patrimonio e implica que los grados de los funcionarios -y sus condiciones laborales- no mejorarán como lo harían si la Dibam se convirtiera en una subsecretaría.
En este escenario, la Anfudibam convocó a una paralización para este jueves y a una manifestación que se realizará a las 10 de la mañana frente a La Moneda, mientras al interior del palacio la Presidenta Bachelet esté firmando el proyecto que crea el ministerio.
¿Qué es lo que motivó el cambio? “Lo que nos dijeron es que fue una decisión del Ejecutivo, esa fue toda la explicación. No entraron en detalles”, responde Margarita Hormazábal.
Este miércoles, el director de la Dibam, Ángel Cabeza, envió un correo a los trabajadores en que confirma la nueva estructura y asegura que continuará “comprometiéndose -como lo ha hecho hasta ahora- con la estabilidad de sus funcionarios y buscando mejoras en sus condiciones laborales”.
No obstante, los dirigentes de los trabajadores están molestos con los directivos de la entidad: “Sacamos conclusiones respecto de lo que nos dijeron las autoridades de la Dibam, que siempre estuvieron en pro de mantener esta figura de servicio. Las propuestas que enviaron siempre fueron a la baja, a ponernos más abajo en el organigrama”, asegura Margarita Hormazábal.
“Cada vez que mandaban propuestas iban para ese lado, entonces ¿qué vamos a pensar? ¿De dónde nace esto? El director nos dice que él tampoco sabía de esto, pero en el momento en que no dice nada, que acepta que también lo informen sobre la marcha, sin reclamar, entonces me da a entender que él sabía que esto iba para allá”, concluye la dirigenta.