Iowa caucus: una lucha entre fuerzas tradicionales y candidatos “anti-establishment”

El primer caucus estadounidense confirma la subida del senador Sanders, justo detrás de Hillary Clinton. En el campo republicano, Donald Trump tiene resultados decepcionantes, a favor de Ted Cruz y de Marco Rubio.

El primer caucus estadounidense confirma la subida del senador Sanders, justo detrás de Hillary Clinton. En el campo republicano, Donald Trump tiene resultados decepcionantes, a favor de Ted Cruz y de Marco Rubio.

Desde afuera, las elecciones estadounidenses bien se podrían parecer a una maratón que empieza dos años de la votación con las primarias en cada partido. No es todavía el sprint final, pero este 1 de febrero, la carrera aceleró hacia la nominación de los candidatos con el primer caucus en el estado de Iowa.

Por meses los candidatos han debatido, han captado fondos y han emitidos publicidades para promover su campaña, pero hasta ayer, nadie había votado. Con esta primara votación siempre desaparecen candidatos débiles o irrumpen candidatos subvalorados, como Barack Obama en 2008.

Este año, dos personajes, cada uno en su campo, han sorprendido sino con sus candidaturas para las primarias pero con sus éxitos y popularidad por todas partes. Por el lado Republicano, el millonario Donald Trump, con un discurso populista basado sobre el temor de la inmigración, del terrorismo y de las minoridades religiosas y étnicas, llevó 30 por ciento de apoyo para las primarias según un sondeo nacional de NBC/Wall Street Journal publicado el 24 de enero. Por el lado Democrático, el senador de Vermont Bernie Sanders – un político de 74 años, autodenominado socialista, que ha pasado los últimos 30 años condenar la hegemonía de Wall Street y de los bancos – reunió más de $73 millones entre los meses de abril y de diciembre para su campaña y cobra cada día más impulso entre los votadores democráticos.

Los resultados del caucus por mayor parte representaron esta interesante mezcla de fuerzas políticas tradicionales y competidores nuevos, pero con algunas sorpresas. Donald Trump, quien acopió 24 por ciento de los votos, solo llegó en segunda plaza después del candidato tejano Ted Cruz (28 por ciento) y seguido de cerca por Marco Rubio, el senador de Florida (23 por ciento).

Ted Cruz ganó con el fuerte apoyo de los evangelistas, quienes representan 60 por ciento del electorado local, reportó un sondeo del Washington Post. Cruz también implementó un impresionante trabajo de terreno y de trasfondo, visitando a todos los 99 condados de Iowa, ayudado con una armada de casi 12,000 voluntarios.

Rubio tuvo un éxito imprevisto, pero su política oficial de campaña era de llegar tercero en el caucus de Iowa, segundo en él de New Hampshire la semana que viene, y de arramblarse con la victoria en el caucus de Carolina del Sur el 20 de febrero.

En el campo democrático, los resultados fueron muy estrechos entre Hillary Clinton y Bernie Sanders. Clinton conoce bien los riesgos de perder el caucus de Iowa: en 2008, había descuidado a Iowa y acabó tercera, detrás del entonces senador Obama había ganado holgadamente. Este año, Clinton ganó el caucus democrático pero con muy poca avance.

Clinton lleva el 49,9% del voto, recibiendo entonces 23 delegados, mientras que Sanders tiene el 49,6% y 21 delegados para la votación final de la primaria.

“Cuando pienso en lo que ocurrió esta noche, pienso que la gente de Iowa ha mandado un mensaje muy profundo al ‘establishment’ político, económico y mediático. Es demasiado tarde para las políticas y la economía del ‘establishment'”, aseguró Sanders.

“Hace 9 meses no teníamos ni dinero ni equipo y nos enfrentábamos a la organización política más poderosa de EE UU”, añadió.

El caucus de Iowa  tiene una importancia desproporcionada en la carrera electoral estadounidense en comparación con su pequeña población de un poco más de tres millones de personas, gracias a su planificación en el calendario electoral.

En general, solo un poco más de 100,000 personas por cada partido participan en el caucus de Iowa, aproximadamente 20 por cientos de votadores potenciales en el estado. Este año, 187,000 republicanos (un récord) y 171,000 demócratas votaron en el caucus.

Desde el año 1972, el caucus de Iowa ha tenido un éxito espectacular en vaticinar quién serán los candidatos oficiales. De hecho, el Iowa caucus ha predicho con 43 por ciento de certeza quién será el candidato Democrático, y con 50 por ciento de certeza el Republicano. Eso, a pesar de que Iowa esta una estado muy poco representativo del resto de los Estados Unidos, con una población abrumadoramente blanca, y cuyos delegados nacionales representan menos de 1 por ciento de la votación final.

La próxima etapa, en la semana que viene, es el caucus del estado de New Hampshire donde el senador Sanders está mucho más popular, según los sondeos. A pesar de que ni Trump ni Sanders lograron ganar este caucus, comentadores coinciden en decir que los votadores desean un candidato que no forma parte del “establishment” – se dice que así sería el deseo de la mitad de los republicanos, cuando un tercio de los demócratas se identifican como “muy liberales”.





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