Plinio Soares de Arruda, economista brasileño: “Bolsonaro quitará derechos a trabajadores”
El también académico dialogó con Radio Universidad de Chile sobre lo que podría significar la eventual elección del candidato ultraderechista. Al respecto, advirtió sobre una desindustrialización de su país, lo que provocaría una economía dependiente, que arrastraría consigo pobreza y violencia social.
Camilo Villa J.
Jueves 25 de octubre 2018 16:45 hrs.
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Invitado por la Fundación Miguel Enríquez y la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, se encuentra en Chile el doctor en economía, Plinio Soares de Arruda, académico brasileño quien dialogó, este jueves, con el director de nuestro medio, Patricio López, en el noticiero Radioanálisis.
Obedeciendo a la contingencia del país sudamericano, Soares de Arruda se refirió a la propuesta económica de quien, según las encuestas, sería el próximo presidente de Brasil: Jail Bolsonaro.
Para el académico, Jair Bolsonaro -quien es asesorado en materia económica por Paulo Guedes, doctor en economía por la Universidad de Chicago- representa una profundización de lo que ya ha hecho Michel Temer.
“El programa económico de Jair Bolsonaro es una especie de continuidad y profundización del programa del actual presidente Michel Temer, que consiste en un ajuste neoliberal bien radical, donde se sacan derechos de los trabajadores”.
Dentro de esos derechos que serían quitados al pueblo brasileño, sería el de jubilaciones justas, pues el economista sostuvo que en Brasil se está llevando una reforma a las pensiones que Bolsonaro continuará y consiste en hacer negocio con las jubilaciones de la gente, tomando como modelo el cuestionado sistema chileno de las AFP.
Soares de Arruda también se refirió al proceso de desindustrialización que se lleva a cabo en el gigante sudamericano, que Bolsonaro continuará.
“La experiencia que se está llevando a cabo y la que se vendría consiste en desindustrializar. La desindustrialización brasileña, la crisis de la industria ya está hace algunas décadas, no es una cosa de hoy, pero si se abre o libera la economía de manera radical, lo que queda de industria se va a comprometer, y eso significa desempleo, pobreza, violencia social. Sería una catástrofe social de gran envergadura”.
Siguiendo esta línea, el académico brasileño afirmó que los cambios hechos por Temer y que pretende intensificar Bolsonaro, van dirigidos hacia una economía dependiente, de productos primarios, acorde con las presiones de los grandes grupos económicos mundiales.
Este 28 de octubre se desarrollará la segunda vuelta presidencial en Brasil.
Sobre las eventuales privatizaciones a empresas públicas brasileñas que se concretarían en el país, el académico brasileño sostuvo que representarían un retroceso y, por tanto, son un riesgo real que deba afrontar el pueblo de su nación.
“Una privatización de Petrobras representaría un retroceso brutal en la organización de Brasil como una economía nacional, en la organización de la vida económica nacional. El riesgo es muy grande, porque los capitales aprovechan los momentos de fragilidad del pueblo para avanzar y ganar en negociados, entonces esto es un riesgo real que estamos pasando Brasil, y no solo con la privatización de Petrobras, sino que del Banco do Brasil o Caixa Econômica Federal”.
Por último, Plinio Soares de Arruda se refirió a lo que catalogó como “crisis de la democracia brasileña”. En ese sentido, el académico afirmó que la actual situación de la política local tiene su origen en la ilusión de un Estado de bienestar social y, sin embargo, en la práctica, no ha sido así.
“La esencia de la crisis es que esta democracia prometía un Estado de bienestar social, sin embargo, no ha sido así. Esta contradicción generó mucha tensión social, con grandes rebeliones como en el año 2013. A partir de ese momento, la burguesía dio por terminado el “juego”, pues el pueblo pedía “mucho”, y esta es la explicación del desplome del sistema político brasileño., No solo el PT está siendo condenado, sino que todos los partidos tradicionales, incluidos los de derecha”.
Dentro de las colectividades castigadas con el voto de la gente no se encuentra el Partido Social Liberal, muy por el contrario, la tienda política de Jair Bolsonaro experimentó un explosivo aumento de sus representantes en el legislativo.
Para Soares de Arruda, esto se debe a que el líder ultraderechista se ha presentado como el antisistema, el que dice que la institucionalidad no está funcionando y que pondrá mano dura para restaurar el orden.
Ante esto, los partidos políticos tradicionales no han esbozado ninguna propuesta para resolver la crisis democrática de otra manera y, por lo mismo, Jair Bolsonaro aparece como “la novedad”.
“Novedad” que tiene la primera opción de quedarse con el poder ejecutivo de Brasil, pues a pocos días de la segunda vuelta presidencial, Bolsonaro marca primero en las encuestas con un 57 por ciento en intención de voto según el Instituto Ibope. Al otro lado se encuentra Fernando Haddad del Partido de los Trabajadores, que alcanza un 43 por ciento de las eventuales preferencias.
Invitado por la Fundación Miguel Enríquez y la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, se encuentra en Chile el doctor en economía, Plinio Soares de Arruda, académico brasileño quien dialogó, este jueves, con el director de nuestro medio, Patricio López, en el noticiero Radioanálisis.
Obedeciendo a la contingencia del país sudamericano, Soares de Arruda se refirió a la propuesta económica de quien, según las encuestas, sería el próximo presidente de Brasil: Jail Bolsonaro.
Para el académico, Jair Bolsonaro -quien es asesorado en materia económica por Paulo Guedes, doctor en economía por la Universidad de Chicago- representa una profundización de lo que ya ha hecho Michel Temer.
“El programa económico de Jair Bolsonaro es una especie de continuidad y profundización del programa del actual presidente Michel Temer, que consiste en un ajuste neoliberal bien radical, donde se sacan derechos de los trabajadores”.
Dentro de esos derechos que serían quitados al pueblo brasileño, sería el de jubilaciones justas, pues el economista sostuvo que en Brasil se está llevando una reforma a las pensiones que Bolsonaro continuará y consiste en hacer negocio con las jubilaciones de la gente, tomando como modelo el cuestionado sistema chileno de las AFP.
Soares de Arruda también se refirió al proceso de desindustrialización que se lleva a cabo en el gigante sudamericano, que Bolsonaro continuará.
“La experiencia que se está llevando a cabo y la que se vendría consiste en desindustrializar. La desindustrialización brasileña, la crisis de la industria ya está hace algunas décadas, no es una cosa de hoy, pero si se abre o libera la economía de manera radical, lo que queda de industria se va a comprometer, y eso significa desempleo, pobreza, violencia social. Sería una catástrofe social de gran envergadura”.
Siguiendo esta línea, el académico brasileño afirmó que los cambios hechos por Temer y que pretende intensificar Bolsonaro, van dirigidos hacia una economía dependiente, de productos primarios, acorde con las presiones de los grandes grupos económicos mundiales.
Este 28 de octubre se desarrollará la segunda vuelta presidencial en Brasil.
Sobre las eventuales privatizaciones a empresas públicas brasileñas que se concretarían en el país, el académico brasileño sostuvo que representarían un retroceso y, por tanto, son un riesgo real que deba afrontar el pueblo de su nación.
“Una privatización de Petrobras representaría un retroceso brutal en la organización de Brasil como una economía nacional, en la organización de la vida económica nacional. El riesgo es muy grande, porque los capitales aprovechan los momentos de fragilidad del pueblo para avanzar y ganar en negociados, entonces esto es un riesgo real que estamos pasando Brasil, y no solo con la privatización de Petrobras, sino que del Banco do Brasil o Caixa Econômica Federal”.
Por último, Plinio Soares de Arruda se refirió a lo que catalogó como “crisis de la democracia brasileña”. En ese sentido, el académico afirmó que la actual situación de la política local tiene su origen en la ilusión de un Estado de bienestar social y, sin embargo, en la práctica, no ha sido así.
“La esencia de la crisis es que esta democracia prometía un Estado de bienestar social, sin embargo, no ha sido así. Esta contradicción generó mucha tensión social, con grandes rebeliones como en el año 2013. A partir de ese momento, la burguesía dio por terminado el “juego”, pues el pueblo pedía “mucho”, y esta es la explicación del desplome del sistema político brasileño., No solo el PT está siendo condenado, sino que todos los partidos tradicionales, incluidos los de derecha”.
Dentro de las colectividades castigadas con el voto de la gente no se encuentra el Partido Social Liberal, muy por el contrario, la tienda política de Jair Bolsonaro experimentó un explosivo aumento de sus representantes en el legislativo.
Para Soares de Arruda, esto se debe a que el líder ultraderechista se ha presentado como el antisistema, el que dice que la institucionalidad no está funcionando y que pondrá mano dura para restaurar el orden.
Ante esto, los partidos políticos tradicionales no han esbozado ninguna propuesta para resolver la crisis democrática de otra manera y, por lo mismo, Jair Bolsonaro aparece como “la novedad”.
“Novedad” que tiene la primera opción de quedarse con el poder ejecutivo de Brasil, pues a pocos días de la segunda vuelta presidencial, Bolsonaro marca primero en las encuestas con un 57 por ciento en intención de voto según el Instituto Ibope. Al otro lado se encuentra Fernando Haddad del Partido de los Trabajadores, que alcanza un 43 por ciento de las eventuales preferencias.
Invitado por la Fundación Miguel Enríquez y la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, se encuentra en Chile el doctor en economía, Plinio Soares de Arruda, académico brasileño quien dialogó, este jueves, con el director de nuestro medio, Patricio López, en el noticiero Radioanálisis.
Obedeciendo a la contingencia del país sudamericano, Soares de Arruda se refirió a la propuesta económica de quien, según las encuestas, sería el próximo presidente de Brasil: Jail Bolsonaro.
Para el académico, Jair Bolsonaro -quien es asesorado en materia económica por Paulo Guedes, doctor en economía por la Universidad de Chicago- representa una profundización de lo que ya ha hecho Michel Temer.
“El programa económico de Jair Bolsonaro es una especie de continuidad y profundización del programa del actual presidente Michel Temer, que consiste en un ajuste neoliberal bien radical, donde se sacan derechos de los trabajadores”.
Dentro de esos derechos que serían quitados al pueblo brasileño, sería el de jubilaciones justas, pues el economista sostuvo que en Brasil se está llevando una reforma a las pensiones que Bolsonaro continuará y consiste en hacer negocio con las jubilaciones de la gente, tomando como modelo el cuestionado sistema chileno de las AFP.
Soares de Arruda también se refirió al proceso de desindustrialización que se lleva a cabo en el gigante sudamericano, que Bolsonaro continuará.
“La experiencia que se está llevando a cabo y la que se vendría consiste en desindustrializar. La desindustrialización brasileña, la crisis de la industria ya está hace algunas décadas, no es una cosa de hoy, pero si se abre o libera la economía de manera radical, lo que queda de industria se va a comprometer, y eso significa desempleo, pobreza, violencia social. Sería una catástrofe social de gran envergadura”.
Siguiendo esta línea, el académico brasileño afirmó que los cambios hechos por Temer y que pretende intensificar Bolsonaro, van dirigidos hacia una economía dependiente, de productos primarios, acorde con las presiones de los grandes grupos económicos mundiales.
Este 28 de octubre se desarrollará la segunda vuelta presidencial en Brasil.
Sobre las eventuales privatizaciones a empresas públicas brasileñas que se concretarían en el país, el académico brasileño sostuvo que representarían un retroceso y, por tanto, son un riesgo real que deba afrontar el pueblo de su nación.
“Una privatización de Petrobras representaría un retroceso brutal en la organización de Brasil como una economía nacional, en la organización de la vida económica nacional. El riesgo es muy grande, porque los capitales aprovechan los momentos de fragilidad del pueblo para avanzar y ganar en negociados, entonces esto es un riesgo real que estamos pasando Brasil, y no solo con la privatización de Petrobras, sino que del Banco do Brasil o Caixa Econômica Federal”.
Por último, Plinio Soares de Arruda se refirió a lo que catalogó como “crisis de la democracia brasileña”. En ese sentido, el académico afirmó que la actual situación de la política local tiene su origen en la ilusión de un Estado de bienestar social y, sin embargo, en la práctica, no ha sido así.
“La esencia de la crisis es que esta democracia prometía un Estado de bienestar social, sin embargo, no ha sido así. Esta contradicción generó mucha tensión social, con grandes rebeliones como en el año 2013. A partir de ese momento, la burguesía dio por terminado el “juego”, pues el pueblo pedía “mucho”, y esta es la explicación del desplome del sistema político brasileño., No solo el PT está siendo condenado, sino que todos los partidos tradicionales, incluidos los de derecha”.
Dentro de las colectividades castigadas con el voto de la gente no se encuentra el Partido Social Liberal, muy por el contrario, la tienda política de Jair Bolsonaro experimentó un explosivo aumento de sus representantes en el legislativo.
Para Soares de Arruda, esto se debe a que el líder ultraderechista se ha presentado como el antisistema, el que dice que la institucionalidad no está funcionando y que pondrá mano dura para restaurar el orden.
Ante esto, los partidos políticos tradicionales no han esbozado ninguna propuesta para resolver la crisis democrática de otra manera y, por lo mismo, Jair Bolsonaro aparece como “la novedad”.
“Novedad” que tiene la primera opción de quedarse con el poder ejecutivo de Brasil, pues a pocos días de la segunda vuelta presidencial, Bolsonaro marca primero en las encuestas con un 57 por ciento en intención de voto según el Instituto Ibope. Al otro lado se encuentra Fernando Haddad del Partido de los Trabajadores, que alcanza un 43 por ciento de las eventuales preferencias.
