No más paseos por las calles de la vieja Habana y las playas de Varadero. Los turistas en Cuba tienen ahora prohibido salir, están en confinamiento solitario en hoteles y pensiones.
Se trata de 32.000 extranjeros que aún no han podido salir de la isla, entre ellos 2.500 franceses, y las compañías aéreas Air France y Air Caraïbes ya no realizan vuelos comerciales entre La Habana y París.
Este es un cambio de rumbo por parte del gobierno, que quería a toda costa preservar el turismo, el segundo sector económico más grande. Las fronteras están ahora cerradas a los turistas durante al menos un mes.
Por el momento, los 48 casos confirmados de nuevos coronavirus son sólo casos importados.
Un mes sin turistas en Cuba y la suspensión de los viajes interprovinciales constituyen un verdadero drama económico para el Estado, pero también para los más de 600.000 trabajadores del sector privado, que en su gran mayoría dependen del turismo.
Se trata de un sector estratégico ya muy afectado en 2019, con una caída del 15%, atribuida a las sanciones de los Estados Unidos.