¿Cómo responder al rechazo del Tribunal Constitucional alemán a la justicia europea? Ante el peligro de desestabilizar la Unión Europea (UE), Bruselas amenazó con iniciar un procedimiento de infracción contra Alemania, un recurso no exento de riesgos.
En un contundente fallo la semana pasada, la corte de Karlsruhe ordenó al Banco Central Europeo (BCE) que justifique sus compras de deuda pública y, con duras críticas, rechazó plegarse al Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), que validó este programa en 2018.
La sentencia alemana, además de sus posibles consecuencias socioeconómicas en plena crisis del coronavirus, representa un peligro para el futuro de la UE, advierten varios expertos europeos consultados por la agencia France Press.
¿Existen precedentes?
Sí, pero no de este alcance. Otras jurisdicciones nacionales ya contestaron decisiones del TJUE, como el Constitucional checo en 2012 y el Tribunal Supremo danés en 2016.
Pero lo que estaba en juego era políticamente menos importante. Esta vez, se trata del “alto tribunal del país más grande y más rico” de la UE, destaca Tobias Lock, profesor de derecho en la universidad de Maynooth en Irlanda.
Según Lock, el tribunal constitucional alemán ya había advertido “desde hace tiempo” al Tribunal de Justicia de la UE que su jurisdicción tenía “límites”.
Los magistrados alemanes “han puesto en práctica su doctrina, algo que es nuevo”, subraya Loïc Azoulai, profesor de derecho europeo en Sciences Po en París, apuntando que la corte “se sitúa así en el campo de los anti-UE”.
¿Qué consecuencias para la UE?
“Las consecuencias son múltiples y todas peligrosas”, advierte Franklin Dehousse, profesor de la universidad belga de Lieja y ex magistrado del TJUE. La sentencia podría incitar a otras jurisdicciones nacionales a poner en duda la autoridad de esta corte.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, cuyo país ha sufrido varios reveses en el tribunal de Luxemburgo por su reforma judicial, no tardó en celebrar el fallo alemán.
Además de una posible desestabilización, “cuestionar la política monetaria del BCE podría disminuir la credibilidad del mismo, en un momento absolutamente vital para frenar el desastre económico que empieza a provocar el coronavirus”, destaca Dehousse.
Para Jean-Claude Piris, consultor en derecho europeo, “si se aplica al pie de la letra esta sentencia, esto podría matar la Unión Europea, significaría la vuelta al derecho internacional clásico”.
¿Cómo puede responder la UE?
El TJUE respondió que era el “único competente” para pronunciarse sobre la acción del BCE. La Comisión Europea recordó la primacía del derecho europeo sobre el derecho nacional y el carácter vinculante de las decisiones del alto tribunal europeo.
La presidenta del ejecutivo comunitario, la alemana Ursula von der Leyen, evocó incluso la posibilidad de abrir un procedimiento de infracción a Alemania que, en última instancia, puede acabar ante el TJUE.
Esta decisión representa un quebradero de cabeza político. Para Dehousse, es difícil no actuar ante un fallo alemán “redactado para provocar un choque institucional”. Pero si no actúa, la Comisión correría el riesgo de “aparentar tener un doble rasero” con otros países como Hungría y Polonia, agrega.
¿Cuáles son los riesgos?
Pero abrir ese procedimiento contra Alemania sobre una decisión judicial plantea otros problemas. “El gobierno alemán dirá que no puede hacer nada para cambiar la decisión del Tribunal Constitucional, que es independiente”, asegura Tobias Lock.
“El TJUE dirá que el Tribunal Constitucional alemán violó el derecho europeo, pero este último mantendrá que el primero se excedió en sus competencias. La única solución es que ambas jurisdicciones encuentren un compromiso para poder salvar la cara”, iniciando “un diálogo”, estima.
Un procedimiento de infracción contra un país por una decisión judicial no sería en todo caso una novedad. Francia fue condenada en 2018 por el TJUE después que el Consejo de Estado galo obviara plantearle una cuestión prejudicial en un caso sobre fiscalidad.