Tras la aprobación del Parlamento, ahora el Acuerdo Marco Avanzado deberá ser ratificado por los 27 Estados miembros. Un trámite que se podría complejizar, considerando que algunos países de la Unión Europea viven fuertes manifestaciones agrícolas.
La reunión se celebra en un momento en el que la financiación estadounidense, clave para Kiev, sigue bloqueada en el Congreso, y en el que la posibilidad del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca hace sudar la gota gorda a la UE.
El académico de la Universidad de Valparaíso remarcó el desgaste de Europa ante el avance del conflicto y dijo que un posible triunfo de Donald Trump en las elecciones “cambia los ejes de la política exterior estadounidense a un mayor pragmatismo”.
El sociólogo argentino apuntó al “inicio de un nuevo mundo” marcado por la decadencia de grupos occidentales. Así, planteó que la solución a mediano plazo está en “la integración de Eurasia y el establecimiento de acuerdos de seguridad estratégica”.
En medio de las protestas agrícolas en Europa, las condiciones para que se finalice el acuerdo entre la UE y el Mercosur aún “no están reunidas” pero las negociaciones continúan.
La Unión Europea debe prepararse para el establecimiento de la seguridad futura de palestinos e israelíes, la estabilización en los territorios ocupados y la gobernabilidad, según el plan de paz presentado por el canciller, Josep Borrell.
El presidente chino Xi Jinping recibió a los mandatarios de la Unión Europea, Ursula Von der Leyen y Charles Michel, para tratar sobre sus disputas comerciales y de subsidios, así como sobre sus divergentes visiones acerca de la guerra en Ucrania.
La reunión supone un obsequio para el Kremlin y una señal de debilidad para la postura de la UE sobre Ucrania. Pero hay que considerar las necesidades de Budapest, que depende en gran medida del gas natural, el petróleo y el combustible nuclear ruso.
Naciones Unidas, la Unión Europea y el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, han condenado tajantemente la serie de ataques desde la Franja de Gaza hacia Israel, reinvindicadas por el brazo armado de la organización palestina Hamás.
Las extremas derechas son parte ya del paisaje político europeo. Con altibajos, buscan una mayor influencia a escala de la Unión, en un contexto de alianzas con las derechas tradicionales.
Según explicaron desde el bloque y el gobierno chileno, esta alianza estratégica traerá beneficios en el desarrollo de energías limpias, la creación de empleos de calidad y en el crecimiento económico sostenible de ambas partes.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha destacado que América Latina y el Caribe son capaces de convertirse en una potencia mundial de energía renovable.