Quedan poco más de tres meses para que se defina el próximo presidente de Estados Unidos y la carrera presidencial ya está en curso. Si bien las condiciones sanitarias del país norteamericano no han permitido una campaña como se acostumbraba, ambos candidatos confirmados -el actual mandatario republicano Donald Trump y el candidato demócrata Joe Biden- tratan de sumar votos a su manera: Biden sin salir a la calle apelando a la responsabilidad ante el coronavirus, y Trump mediante rallies desafiando las medidas sanitarias.
Y si bien faltan poco más de cien días para que los estadounidenses definan a su mandatario, las encuestas ya proyectan un ganador: Joe Biden, por lo que a Donad Trump le espera un camino bastante complejo si quiere mantenerse en el cargo.
Consultado por nuestro medio, el analista internacional Guillermo Holzmann sostuvo que el polémico jefe de Estado se concentrará en dos elementos para dar vuelta la proyección: la guerra económica con China y la contención de las protestas antirracistas.
“Con esos dos elementos Donald Trump intenta, de alguna forma, agrupar y cohesionar los grupos de apoyo que posee -probablemente le agregará el tema Rusia y otros problemas internos- y, de esa manera, poder demostrar que el único que tiene la capacidad de recuperación económica es Donald Trump. Si esos elementos, más otros propios de la política interna de Estados Unidos, le dan resultado, es muy posible que la reelección de Trump vuelva a tener una viabilidad importante”.
“Esta elección va a estar marcada por el pragmatismo del votante más que por sus opiniones ideológicas respecto de los partidos Republicano o Demócrata, por lo que Donald Trump tendrá que desplegarse en función de ello”, continuó.
Por el otro lado, Holzmann advierte que Joe Biden no puede fiarse de las encuestas, pues su falta de liderazgo podría jugarle una mala pasada y, más aún, sus indefiniciones políticas, como quién sería su compañero o compañera de fórmula.
“Su gran debilidad es su falta de liderazgo y la falta de credibilidad que genera en el votante demócrata, un votante demócrata que está bastante separado o distanciado respecto de la lógica que tiene hoy el Partido Demócrata. Recordemos que Joe Biden todavía no selecciona o no define quién será su compañero o compañera de fórmula, que sería un detalle importante para poder equilibrar la falta de liderazgo que ha mostrado Joe Biden”.
Para el experto no hay nada cerrado, pues la economía post pademia y las tensiones con China serán determinantes en los meses venideros.
“Si es posible o no que Donald Trump tenga un segundo período a partir de las elecciones de noviembre o, por el contrario, la probabilidad de que Joe Biden sea el nuevo presidente de Estados Unidos se va a jugar entre agosto, septiembre y octubre, en términos del comportamiento de la pandemia, el logro que tenga Trump en términos de una recuperación económica, y de cómo se solucione el conflicto con China, entre otros”.
En cuanto a la esfera internacional, Holzmann afirmó que hay evidentes diferencias entre ambos candidatos y, por lo mismo, el resto del orbe espera que sea Biden el futuro inquilino de la Casa Blanca.
“Para el resto del mundo no será lo mismo si Trump es reelecto o si hay un cambio de gobierno que favorezca a Joe Biden. Al resto del mundo, en general, le viene mucho mejor un Joe Biden que un Donald Trump. Un Joe Biden significa recuperar la fortaleza del multilateralismo”.
Más allá de cuál será la política internacional de cada uno de los candidatos, Holzmann afirmó que para el ciudadano estadounidense este punto no tiene mucho peso, pues son los problemas y objetivos del propio Estados Unidos los que mueven los votos.