“Lo que vivimos el domingo es lo más parecido a una marejada, una enorme cantidad de agua que pasó por encima de una élite que durante muchos años y de manera eficiente había logrado contener esa agua”, esa es la primera lectura que el sociologo, Alberto Mayol, realiza del histórico proceso que nuestro país vivió el pasado domingo y que concluyó que la ciudadanía eligió, con una enorme mayoría, redactar una nueva constitución en una instancia 100% elegida por la gente.
En conversación con la primera edición de Radioanálisis, Mayol se refirió a la proliferación de nombres que han surgido en los últimos días para integrar la convención constitucional o incluso para ser candidatos a la presidencia, muchos de ellos, surgidos desde la misma élite que sufrió una aplastante derrota en el plebiscito.
En ese sentido, el sociólogo señaló que “de alguna manera la realidad se va a ir acreditando sola, vamos a ir viendo como muchos de estos nombres que surgieron para la convención o las presidenciales, de pronto, por mero resultado de un hecho hostil, van a dejar de existir y eso tiene que ver con la potencia de lo que estamos viviendo donde ellos se convierten en espectadores, normalmente somos los ciudadanos los espectadores de las acciones de la élite, pero, en este caso, quienes votamos apruebo somos el mar y quienes están mirando desde la orilla son las élites”.
Mayol además se refirió al rol que jugó Sebastián Piñera en todo este proceso, “este gobierno logró presentar el cambio que más iba a lograr una transformación pensando que sería el que menos iba a realizar. Pensemos un poco a Jaime Guzmán como presidente, él jamás habría entregado la constitución, él habría estado más favorable a entregar dinero, pero no la constitución. Sebastián Piñera no entiende que la constitución es más importante que el dinero, esa ceguera provocará que se siga equivocando y explica por qué la crisis le explotó a él”.
Asimismo, el sociologo calificó la actual administración como la más disruptiva en años “es evidente la capacidad que tuvo, incluso la dictadora, de generar conflictos pero no disrupciones, que son dos cosas a una escala distinta. El gobierno de Jorge Alessandri nadie podría decir que fue disruptivo, los gobiernos de derecha durante la historia han pasado por altos y bajos, pero en el caso de Sebastián Piñera ha sido un acelerador de partículas, un día despierta y hay una fisión nuclear y al otro hay una fusión nuclear y eso es porque él no tiene la capacidad de entender que la gente se relaciona con algo más que recursos económicos y eso él nunca lo entenderá y esa conducción genera una ceguera que lo vemos incluso con Carabineros, una institución que se articuló con este gobierno y terminó derrotada”.
Respecto del debate en torno a la participación de independientes en la convención constitucional, Mayol señaló que “yo creo que el purismo nunca es buen consejero en la actividad política. Nosotros no necesitamos que la convención esté llena de santos, necesitamos que en la convención esté Chile y ese es un gran desafío”.
En esa línea agregó que “si me preguntas si es malo que Pablo Longueira esté en la convención, si me parece mal, te puedo responder que no me parece mal, porque eso significa que asumen como ciudadanos su deseo de influir a través de un camino donde los vamos a ver y saber qué están haciendo. Yo prefiero que las personas que tienen ese poder estén sometidas al escrutinio público y que puedan usar sus capacidades en un escenario controlado y conocido, por lo tanto, no necesitamos puros santos, me interesa que en la convención esté representado Chile”.
El sociologo aclaró que “no es que tenga una visión muy optimista de base en todo este proceso, por el contrario, lo que nos toca es muy difícil, pero creo que hay una especie de desesperanza aprendida respecto de que la élite sigue controlando este proceso cuando en realidad les pasó por encima. Es natural que las élites quieran seguir en el juego, se trata de políticos que son profesionales, algunos podrían emigrar a las universidades pero ya no son los tiempos en que ese arribo se hacía en gloria y majestad, este es un momento en que esa llegada es triste y solitaria”.
En esa línea Mayol agregó que “cuando Andrés Allamand acuño esa frase tan famosa de la ‘travesía en el desierto’ fue cuando se atrevió a hablar de los poderes fácticos y fue aislado. Años después, el mismo Allamand se alinea con la élite y quien lo exilia a una nueva ‘travesía por el desierto’ es la ciudadanía“.
Finalmente, Alberto Mayol recalcó que “esto es como un rally de motos, es muy difícil ir puntero porque hay que ir abriendo el camino y lo que pasa ahora con la ciudadanía es eso, está puntero y tiene que construir el camino y ahí te das cuenta que nunca vas a llegar a la meta porque siempre aparece algo nuevo. Será difícil, pero hacer todo lo que se ha hecho para quedar fuera, eso es algo que no hay que hacer y la ciudadanía tiene que entender que efectivamente existe la capacidad de conducir este proceso, en las relaciones de poder, nunca había existido un periodo donde la ciudadanía tuviese más poder en comparación con las élites y eso hay que ponerlo sobre la mesa”.