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La nueva guerra fría: la OTAN desafía a Rusia

Moscú criticó duramente la invitación a Finlandia y Suecia para ingresar a la OTAN extendida hoy por la Cumbre noratlántica reunida en Madrid. El Kremlin considera que es una agresión contenida a Rusia, un factor "particularmente desestabilizador".

Luis Hernán Schwaner

  Miércoles 29 de junio 2022 17:34 hrs. 
Banners displaying the NATO logo are placed at the entrance of new NATO headquarters during the move to the new building, in Brussels, Belgium April 19, 2018.  REUTERS/Yves Herman

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Según declaró este miércoles el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, la posición de Moscú es vastamente conocida y no ha cambiado, pues se opuso desde un principio  a la entrada de Suecia y Finlandia a la organización bélica del atlántico norte, conformada en definitiva por todos aquellos países que se respaldan en Estados Unidos frente a Rusia. “Consideramos la ampliación de la Alianza Atlántica como un factor particularmente desestabilizador a nivel internacional”, dijo Riabkov  a la agencia Tass. Agregó que el ingreso de los dos países nórdicos a la OTAN “no añade seguridad ni a quienes se amplían, ni a quienes ingresan, ni al resto de los países que ven a la Alianza como una amenaza”, aseguró.

El viceministro también hizo referencia al nuevo Concepto Estratégico de la OTAN exhibido ante los medios internacionales este miércoles por su secretario general, el político noruego Jean Stoltenberg. El mencionado concepto guiará las acciones de la alianza en la próxima década y define a Rusia como la principal amenaza para la seguridad transatlántica. “La cumbre en Madrid está consolidando el curso de este bloque hacia la contención agresiva de Rusia, lo que no incidirá de modo alguno en nuestra política, pues garantizaremos nuestra seguridad al cien por ciento en cualquier caso”, enfatizó.

Por otra parte, que la cumbre haya declarado a Rusia como la “más significativa y directa amenaza para la seguridad, la paz y la estabilidad euroatlántica” no tiene  “ninguna relación con la realidad”, dijo Riabkov. “Es justamente la alianza la que representa una amenaza para nosotros”, subrayó. “Rusia hará todo lo necesario para garantizar nuestra seguridad y la seguridad de nuestros aliados, independientemente de cualquier escalada en la ampliación de la OTAN. Ello, porque consideramos que el rumbo de la Alianza Atlántica es irresponsable y destruye la arquitectura de la seguridad europea”, enfatizó.

El diplomático señaló también que los países de la OTAN, incluyendo ahora a Suecia y Finlandia como aspirantes a ingresar en la Alianza, ceden a Estados Unidos parte de su soberanía en materia de defensa. “Tengo grandes dudas respecto hasta qué punto serán tranquilos los próximos tiempos para nuestros vecinos del norte”, expresó. “A fin de cuentas, ellos ceden a Washington parte de su soberanía en materia de política exterior y de defensa”, indicó, lamentando que en Europa se hayan tornado cada vez más frecuentes “las conversaciones sobre la solidaridad euroatlántica con la que se encubren las intenciones agresivas de la Alianza contra Rusia”, concluyó.

En un directo desafío a Rusia, los líderes de la OTAN acordaron este miércoles en la cumbre de Madrid, invitar a Finlandia y Suecia a firmar los protocolos de adhesión de ambos países para convertirse en miembros de la alianza después que Turquía levante su veto al ingreso de ambos países a la organización noratlántica. Ello, luego que Turquía, Suecia y Finlandia firmaran la noche del martes 28 de junio un protocolo por el que Estocolmo y Helsinki se comprometieron a no apoyar a las milicias independentistas kurdas PPK y a la organización FETÖ, consideradas “terroristas” por Ankara.

Ello permitiría que Ankara levante el veto que hasta ahora impedía la entrada a la OTAN de Suecia y Finlandia. Esto es así porque el ordenamiento interno de la alianza atlántica determina que todo nuevo ingreso a la OTAN debe ser visado por la unanimidad de sus 30 países miembros. Si sólo uno de ellos no está de acuerdo y se opone, el o los nuevos aspirantes no pueden ser incorporados como miembros de la organización.

Sin embargo, de modo sorpresivo y tan sólo un día después de la firma del mencionado memorándum, el gobierno de Recep Tayyip Erdogan -a través de su ministro de Justicia, Bekir Bozdag- se adelantó a reclamar este mismo miércoles a Finlandia y Suecia la extradición de 33 personas que pertenecen al Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK) y FETÖ (fundado por el predicador Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos), a quien el gobernante turco considera como instigador del estallido social e intento de golpe de Estado en su contra ocurrido en julio de 2016.

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