La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró que los sucesivos paquetes de medidas constituyen “las sanciones de mayor envergadura” jamás adoptadas. “También estamos aumentando la presión sobre aquellos que intentan eludirlas”, añadió.
Según un comunicado de la UE, el último paquete de sanciones va dirigido a otras 96 entidades rusas (empresas u organismos estatales), entre ellas tres bancos.
También afecta a siete entidades iraníes, todas ellas fabricantes de drones explosivos utilizados por Rusia para atacar objetivos ucranianos, tanto infraestructuras como edificios de viviendas.
La prohibición de exportar mercancías industriales de la UE a Rusia se extiende a productos de doble uso como la electrónica, los vehículos especializados, las piezas mecánicas, las piezas de recambio para los motores de camiones y aviones, las antenas, las grúas, drones, materiales de tierras raras, circuitos electrónicos y cámaras térmicas.
El comercio de estos bienes asciende a más de 11.000 millones de euros (11.630 millones de dólares), según funcionarios europeos.
También se endurecieron las sanciones contra la propaganda rusa, en particular con medidas para suspender las licencias de las oficinas árabes de RT y Sputnik, medios de comunicación controlados por el Estado, ya prohibidos en Europa.
El nuevo paquete también obliga a los Estados miembros de la UE a detallar mejor los activos incautados a las fortunas rusas que apoyan al Kremlin y que están sujetas a sanciones, así como los activos congelados del banco central ruso.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, indicó que un total de 121 entidades y personas figuran en la última lista de sanciones cuyos detalles se publicarán el sábado en el Diario Oficial de la UE.
Esto implica la congelación de activos en la UE y la prohibición de visado.
Según Borrell, el último paquete de sanciones se dirige también a “los responsables de la deportación y la adopción forzosa de al menos 6.000 niños ucranianos”, en violación de la legislación internacional.