El vocero del Movimiento Acción Migrante, Eduardo Cardoza, afirmó que el avance de la ultraderecha en el país no sólo representa un peligro para los extranjeros que llegan a Chile, sino para los derechos de todas las personas por el enfoque jurídico que se va a plasmar en la nueva Constitución.

En su análisis sobre el escenario al que quedan expuestos los migrantes después de la elección del domingo pasado, Cardoza afirmó que “prevemos una agudización de la crisis migratoria que viene de hace muchos años porque los cambios a la legislación que se hizo el año pasado y que viene de la dictadura, sólo la han hecho más restrictiva, incluso violando los convenios internacionales”.

Por eso indicó que las posiciones de la ultraderecha, que ya se ven en el parlamento, es de “utilización política de la migración y el escenario que se vislumbra es bien negativo, donde la resistencia para el mantenimiento de los derechos que tenemos y para seguir solicitando los derechos que nos corresponde a nuestra condición de seres humanos en movilidad, lo vamos a tener que defender en un escenario mucho más dificultoso”.

“Tenemos claro que el marco jurídico que se votó, las afectaciones de los derechos humanos no van a ser exclusivamente para los migrantes. Lo que está en peligro es el enfoque de derecho en lo que es el acuerdo fundamental de una sociedad en función de construir su futuro”, indicó el dirigente, también integrantes de la Red de Organizaciones Pro-migrantes.

Agregó que “pensamos que los derechos humanos, de todos, son la base para construir sociedades democráticas inclusivas y eso lo vemos amenazado y nos preocupa porque vivimos en este país y porque el marco jurídico constitucional que se va a crear norma a todos y, por tanto, se abre un margen de incertidumbre que es más importante del que estamos viviendo y que no es pequeño”.

Por otro lado, en relación a la crisis que se vive en la frontera con Perú, Cardoza afirmó que es “el Estado el responsable de la irregularidad de la migración porque no facilita la tramitación de las personas que se quieren establecer”.

“Las personas se van porque se cansaron de no tener papeles, de la situación de maltrato administrativo o del maltrato por parte de las personas porque a partir de los discursos sienten que están hiper-invadidos por migrantes y hay un discurso criminalizador, xenófobo, y piensan que todos los migrantes que llegan a este país son posibles delincuentes y les genera una situación de dificultad en la relaciones y en el tejido social”, señaló el dirigente.