Luego de que la Cámara de Diputadas y Diputadas aprobara un proyecto de resolución que solicitaba reparación para las víctimas de violencia sexual en dictadura, la diputada Gloria Naveillán aseguró que tales vulneraciones son “una leyenda urbana”.
En respuesta, parlamentarios oficialistas acusaron a Naveillán de estar incurriendo en negacionismo e incluso anunciaron que llevarán el caso a la Comisión de Ética de la Cámara.
“Las declaraciones de la diputada Gloria Naveillán son derechamente negacionismo de las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la dictadura. Relativizar las denuncias respecto a violaciones y abusos sexuales ejecutados por agentes del Estado sin duda nos parece una barbarie y en ese sentido, solicitaremos en la próxima sesión de la Comisión de Ética, un requerimiento a objeto de sancionar estos dichos”, dijo el diputado del Partido Comunista, Matías Ramírez.
En esa misma línea, el parlamentario de Acción Humanista, Tomás Hirsch planteó que los dichos de Naveillán “son de una violencia tan brutal, que hacen más que evidente la necesidad de avanzar hacia una ley que castigue y sancione el negacionismo”.
En mayo pasado, Hirsch fue parte del grupo de diputados que propusieron una ley anti negacionista “porque hay verdades que son oficiales. La ley que proponemos lo que hace es sancionar a quién niegue esas verdades, que ya están reconocidas por la justicia y por los distintos informes que tienen carácter oficial”, indicó.
En contraste, el diputado de Renovación Nacional, Andrés Longton, aseguró que los dichos de Naveillán no son sancionables: “No comparto las declaraciones de la diputada creo que hay víctimas con los cuales uno tiene que empatizar, pero una cosa muy distinta es la cultura de la cancelación”.
“El Partido Comunista y el Frente Amplio tienen un sesgo evidente, un fanatismo, por tratar de cancelar a quien piensa distinto y eso creo que le hace muy mal a la democracia. Uno tiene derecho a manifestar su opinión y no por eso vas a tener alguien enfrente que te va a querer hacer un proyecto de ley para cancelar esa opinión”, agregó.
Por su parte, la consejera constitucional y presidente de Evópoli, Gloria Hutt fue más categórica en su rechazo a lo manifestado por la diputada: “No lo comparto en absoluto, yo creo que hay suficiente evidencia de la historia y no nos hace bien asumir o negar cosas que objetivamente están ahí y ocurrieron”.
Asimismo, Hutt añadió que: “nos falta una mirada objetiva de los hechos, de todo lo que pasó antes, durante y después y que tengamos la capacidad de construir a partir de eso. Es mejor no atribuir o no juzgar en esa forma situaciones que causaron mucho dolor y mucho daño a muchas personas”, concluyó.
Luego de que la Cámara de Diputadas y Diputadas aprobara un proyecto de resolución que solicitaba reparación para las víctimas de violencia sexual en dictadura, la diputada Gloria Naveillán aseguró que tales vulneraciones son “una leyenda urbana”.
En respuesta, parlamentarios oficialistas acusaron a Naveillán de estar incurriendo en negacionismo e incluso anunciaron que llevarán el caso a la Comisión de Ética de la Cámara.
“Las declaraciones de la diputada Gloria Naveillán son derechamente negacionismo de las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la dictadura. Relativizar las denuncias respecto a violaciones y abusos sexuales ejecutados por agentes del Estado sin duda nos parece una barbarie y en ese sentido, solicitaremos en la próxima sesión de la Comisión de Ética, un requerimiento a objeto de sancionar estos dichos”, dijo el diputado del Partido Comunista, Matías Ramírez.
En esa misma línea, el parlamentario de Acción Humanista, Tomás Hirsch planteó que los dichos de Naveillán “son de una violencia tan brutal, que hacen más que evidente la necesidad de avanzar hacia una ley que castigue y sancione el negacionismo”.
En mayo pasado, Hirsch fue parte del grupo de diputados que propusieron una ley anti negacionista “porque hay verdades que son oficiales. La ley que proponemos lo que hace es sancionar a quién niegue esas verdades, que ya están reconocidas por la justicia y por los distintos informes que tienen carácter oficial”, indicó.
En contraste, el diputado de Renovación Nacional, Andrés Longton, aseguró que los dichos de Naveillán no son sancionables: “No comparto las declaraciones de la diputada creo que hay víctimas con los cuales uno tiene que empatizar, pero una cosa muy distinta es la cultura de la cancelación”.
“El Partido Comunista y el Frente Amplio tienen un sesgo evidente, un fanatismo, por tratar de cancelar a quien piensa distinto y eso creo que le hace muy mal a la democracia. Uno tiene derecho a manifestar su opinión y no por eso vas a tener alguien enfrente que te va a querer hacer un proyecto de ley para cancelar esa opinión”, agregó.
Por su parte, la consejera constitucional y presidente de Evópoli, Gloria Hutt fue más categórica en su rechazo a lo manifestado por la diputada: “No lo comparto en absoluto, yo creo que hay suficiente evidencia de la historia y no nos hace bien asumir o negar cosas que objetivamente están ahí y ocurrieron”.
Asimismo, Hutt añadió que: “nos falta una mirada objetiva de los hechos, de todo lo que pasó antes, durante y después y que tengamos la capacidad de construir a partir de eso. Es mejor no atribuir o no juzgar en esa forma situaciones que causaron mucho dolor y mucho daño a muchas personas”, concluyó.
Luego de que la Cámara de Diputadas y Diputadas aprobara un proyecto de resolución que solicitaba reparación para las víctimas de violencia sexual en dictadura, la diputada Gloria Naveillán aseguró que tales vulneraciones son “una leyenda urbana”.
En respuesta, parlamentarios oficialistas acusaron a Naveillán de estar incurriendo en negacionismo e incluso anunciaron que llevarán el caso a la Comisión de Ética de la Cámara.
“Las declaraciones de la diputada Gloria Naveillán son derechamente negacionismo de las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la dictadura. Relativizar las denuncias respecto a violaciones y abusos sexuales ejecutados por agentes del Estado sin duda nos parece una barbarie y en ese sentido, solicitaremos en la próxima sesión de la Comisión de Ética, un requerimiento a objeto de sancionar estos dichos”, dijo el diputado del Partido Comunista, Matías Ramírez.
En esa misma línea, el parlamentario de Acción Humanista, Tomás Hirsch planteó que los dichos de Naveillán “son de una violencia tan brutal, que hacen más que evidente la necesidad de avanzar hacia una ley que castigue y sancione el negacionismo”.
En mayo pasado, Hirsch fue parte del grupo de diputados que propusieron una ley anti negacionista “porque hay verdades que son oficiales. La ley que proponemos lo que hace es sancionar a quién niegue esas verdades, que ya están reconocidas por la justicia y por los distintos informes que tienen carácter oficial”, indicó.
En contraste, el diputado de Renovación Nacional, Andrés Longton, aseguró que los dichos de Naveillán no son sancionables: “No comparto las declaraciones de la diputada creo que hay víctimas con los cuales uno tiene que empatizar, pero una cosa muy distinta es la cultura de la cancelación”.
“El Partido Comunista y el Frente Amplio tienen un sesgo evidente, un fanatismo, por tratar de cancelar a quien piensa distinto y eso creo que le hace muy mal a la democracia. Uno tiene derecho a manifestar su opinión y no por eso vas a tener alguien enfrente que te va a querer hacer un proyecto de ley para cancelar esa opinión”, agregó.
Por su parte, la consejera constitucional y presidente de Evópoli, Gloria Hutt fue más categórica en su rechazo a lo manifestado por la diputada: “No lo comparto en absoluto, yo creo que hay suficiente evidencia de la historia y no nos hace bien asumir o negar cosas que objetivamente están ahí y ocurrieron”.
Asimismo, Hutt añadió que: “nos falta una mirada objetiva de los hechos, de todo lo que pasó antes, durante y después y que tengamos la capacidad de construir a partir de eso. Es mejor no atribuir o no juzgar en esa forma situaciones que causaron mucho dolor y mucho daño a muchas personas”, concluyó.
