Con una profunda valoración de su labor como magistrado de la Audiencia Nacional de España, un grupo de parlamentarios se reunió con el exjuez Baltasar Garzón, quien ordenó el 16 de octubre de 1998 la detención del dictador Augusto Pinochet mientras permanecía en una clínica en la ciudad de Londres, Inglaterra.
Sobre ese hecho, la primera vicepresidenta de la Cámara de Diputados y Diputados y abogada en causas por violaciones a los derechos humanos, Carmen Hertz, sostuvo que Garzón “va a quedar inscrito para siempre en la historia de la dignidad de nuestro país”.
Similar postura expresó el diputado Tomás Hirsch, quien planteó que Garzón “fue crucial en el avance de algo de justicia en nuestro país. Él logra la detención del general Pinochet en Londres y a partir de su acción se logra en definitiva, a pesar de las maniobras del general y su gente, logra que finalmente sea desaforado en Chile”.
El legislador de Acción Humanista precisó que el exmagistrado “es el que abre el camino para que (Pinochet) pueda ser llevado a la justicia. Por lo tanto, lo que hicimos hoy día fue manifestarle sobre todo agradecimiento que tenemos quienes vivimos la dictadura y de parlamentarios de las nuevas generaciones que valoramos profundamente la acción que él realizó”.
“Lo único que hice en ese momento fue cumplir con mi obligación como magistrado”
Por su parte, Garzón señaló que su labor fue la de dar cumplimiento a una petición de familiares de víctimas de la dictadura chilena y que no estaba siendo atendida por los tribunales considerando que además se trataba de crímenes de lesa humanidad que no prescriben y son perseguibles en cualquier parte del mundo.
“Pronto se van a cumplir 25 años de la detención de Pinochet en Londres. Por mi parte, lo único que hice en ese momento fue cumplir con mi obligación como magistrado, como juez al amparo del principio de jurisdicción universal y cumplir con la orden, el cometido que todo juez como servidor público tiene y debe tener que es atender las peticiones fundadas de las víctimas”, sostuvo Garzón.
Respecto a la negativa de la oposición chilena de suscribir un documento por la democracia en el marco de los 50 años del golpe de Estado, señaló que se trata de un error.
“Creo que la convocatoria que se hace a una declaración conjunta de reconocimiento de la sociedad entera en este caso a las víctimas como a la propia ciudadanía frente a lo que fue un golpe militar, debería de haberse reflexionado por parte de quienes no quieren firmar esa declaración o desconocen la propia realidad de un golpe militar”, precisó.
En ese sentido indicó que “la historia no se debe deformar ni mucho menos cuando la implicación de ese acto de rebelión trajo un régimen de terror y una pérdida de vidas humanas, de libertad, de desaparición forzada de personas, que afectó a miles de personas”.
El exmagistrado subrayó además que el deber de “los líderes políticos, más allá del interés político que puedan tener, es consolidar la democracia y la democracia se consolida partiendo de reconocer los hechos y la defensa de los derechos humanos”.
Consultado por las expresiones de rechazo y oposición a su visita a Chile, Garzón sostuvo que “en democracia la crítica debe existir”.
Con una profunda valoración de su labor como magistrado de la Audiencia Nacional de España, un grupo de parlamentarios se reunió con el exjuez Baltasar Garzón, quien ordenó el 16 de octubre de 1998 la detención del dictador Augusto Pinochet mientras permanecía en una clínica en la ciudad de Londres, Inglaterra.
Sobre ese hecho, la primera vicepresidenta de la Cámara de Diputados y Diputados y abogada en causas por violaciones a los derechos humanos, Carmen Hertz, sostuvo que Garzón “va a quedar inscrito para siempre en la historia de la dignidad de nuestro país”.
Similar postura expresó el diputado Tomás Hirsch, quien planteó que Garzón “fue crucial en el avance de algo de justicia en nuestro país. Él logra la detención del general Pinochet en Londres y a partir de su acción se logra en definitiva, a pesar de las maniobras del general y su gente, logra que finalmente sea desaforado en Chile”.
El legislador de Acción Humanista precisó que el exmagistrado “es el que abre el camino para que (Pinochet) pueda ser llevado a la justicia. Por lo tanto, lo que hicimos hoy día fue manifestarle sobre todo agradecimiento que tenemos quienes vivimos la dictadura y de parlamentarios de las nuevas generaciones que valoramos profundamente la acción que él realizó”.
“Lo único que hice en ese momento fue cumplir con mi obligación como magistrado”
Por su parte, Garzón señaló que su labor fue la de dar cumplimiento a una petición de familiares de víctimas de la dictadura chilena y que no estaba siendo atendida por los tribunales considerando que además se trataba de crímenes de lesa humanidad que no prescriben y son perseguibles en cualquier parte del mundo.
“Pronto se van a cumplir 25 años de la detención de Pinochet en Londres. Por mi parte, lo único que hice en ese momento fue cumplir con mi obligación como magistrado, como juez al amparo del principio de jurisdicción universal y cumplir con la orden, el cometido que todo juez como servidor público tiene y debe tener que es atender las peticiones fundadas de las víctimas”, sostuvo Garzón.
Respecto a la negativa de la oposición chilena de suscribir un documento por la democracia en el marco de los 50 años del golpe de Estado, señaló que se trata de un error.
“Creo que la convocatoria que se hace a una declaración conjunta de reconocimiento de la sociedad entera en este caso a las víctimas como a la propia ciudadanía frente a lo que fue un golpe militar, debería de haberse reflexionado por parte de quienes no quieren firmar esa declaración o desconocen la propia realidad de un golpe militar”, precisó.
En ese sentido indicó que “la historia no se debe deformar ni mucho menos cuando la implicación de ese acto de rebelión trajo un régimen de terror y una pérdida de vidas humanas, de libertad, de desaparición forzada de personas, que afectó a miles de personas”.
El exmagistrado subrayó además que el deber de “los líderes políticos, más allá del interés político que puedan tener, es consolidar la democracia y la democracia se consolida partiendo de reconocer los hechos y la defensa de los derechos humanos”.
Consultado por las expresiones de rechazo y oposición a su visita a Chile, Garzón sostuvo que “en democracia la crítica debe existir”.
Con una profunda valoración de su labor como magistrado de la Audiencia Nacional de España, un grupo de parlamentarios se reunió con el exjuez Baltasar Garzón, quien ordenó el 16 de octubre de 1998 la detención del dictador Augusto Pinochet mientras permanecía en una clínica en la ciudad de Londres, Inglaterra.
Sobre ese hecho, la primera vicepresidenta de la Cámara de Diputados y Diputados y abogada en causas por violaciones a los derechos humanos, Carmen Hertz, sostuvo que Garzón “va a quedar inscrito para siempre en la historia de la dignidad de nuestro país”.
Similar postura expresó el diputado Tomás Hirsch, quien planteó que Garzón “fue crucial en el avance de algo de justicia en nuestro país. Él logra la detención del general Pinochet en Londres y a partir de su acción se logra en definitiva, a pesar de las maniobras del general y su gente, logra que finalmente sea desaforado en Chile”.
El legislador de Acción Humanista precisó que el exmagistrado “es el que abre el camino para que (Pinochet) pueda ser llevado a la justicia. Por lo tanto, lo que hicimos hoy día fue manifestarle sobre todo agradecimiento que tenemos quienes vivimos la dictadura y de parlamentarios de las nuevas generaciones que valoramos profundamente la acción que él realizó”.
“Lo único que hice en ese momento fue cumplir con mi obligación como magistrado”
Por su parte, Garzón señaló que su labor fue la de dar cumplimiento a una petición de familiares de víctimas de la dictadura chilena y que no estaba siendo atendida por los tribunales considerando que además se trataba de crímenes de lesa humanidad que no prescriben y son perseguibles en cualquier parte del mundo.
“Pronto se van a cumplir 25 años de la detención de Pinochet en Londres. Por mi parte, lo único que hice en ese momento fue cumplir con mi obligación como magistrado, como juez al amparo del principio de jurisdicción universal y cumplir con la orden, el cometido que todo juez como servidor público tiene y debe tener que es atender las peticiones fundadas de las víctimas”, sostuvo Garzón.
Respecto a la negativa de la oposición chilena de suscribir un documento por la democracia en el marco de los 50 años del golpe de Estado, señaló que se trata de un error.
“Creo que la convocatoria que se hace a una declaración conjunta de reconocimiento de la sociedad entera en este caso a las víctimas como a la propia ciudadanía frente a lo que fue un golpe militar, debería de haberse reflexionado por parte de quienes no quieren firmar esa declaración o desconocen la propia realidad de un golpe militar”, precisó.
En ese sentido indicó que “la historia no se debe deformar ni mucho menos cuando la implicación de ese acto de rebelión trajo un régimen de terror y una pérdida de vidas humanas, de libertad, de desaparición forzada de personas, que afectó a miles de personas”.
El exmagistrado subrayó además que el deber de “los líderes políticos, más allá del interés político que puedan tener, es consolidar la democracia y la democracia se consolida partiendo de reconocer los hechos y la defensa de los derechos humanos”.
Consultado por las expresiones de rechazo y oposición a su visita a Chile, Garzón sostuvo que “en democracia la crítica debe existir”.
