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Chile frente al “estilo Milei”: los desafíos para el Gobierno luego del episodio Bullrich-Hezbollah

Aunque tanto el Presidente Boric como la ministra argentina dieron por zanjada la polémica relacionada con la supuesta presencia del grupo libanés en Chile en nuestro país, analistas ahondan en las consecuencias que deja este episodio diplomático.

Catalina Araya

  Miércoles 17 de abril 2024 18:46 hrs. 
Patricia Bullrich, ministra de Seguridad argentina (ATON)Patricia Bullrich, ministra de Seguridad argentina (ATON)

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Las relaciones diplomáticas entre Chile y Argentina sufrieron un nuevo remezón. Durante la jornada del último martes, la ministra de Seguridad trasandina Patricia Bullrich insinuó en la prensa la presencia de individuos afines a Hezbollah -uno de los movimientos islamistas con mayor fuerza paramilitar- en el norte de nuestro país.

En concreto, Bullrich señaló que Argentina ha sufrido “dos atentados y está en una zona donde hay una presencia activa de dos fuerzas que son aliadas, una directa y otra aliada a Irán, que son del Hezbollah que está en la triple frontera de Paraguay, Brasil y Argentina”, y sostuvo que también “se ha visto en el último tiempo presencia en Iquique, en el norte de Chile”.

Dichas declaraciones no cayeron para nada bien entre las autoridades del Gobierno. Al ser consultada por el tema, la ministra del Interior, Carolina Tohá, desmintió las palabras de Bullrich. “Con el mayor respeto, yo quisiera decir que Chile es parte de la comunidad internacional policial”, aseguró en entrevista con el medio Todo Noticias. “Dado que se hicieron estos planteamientos públicos, quiero decir, para que la población tenga tranquilidad, que nuestros sistemas policiales y de inteligencia tienen siempre alerta en esta materia”.

Las reacciones en el ejecutivo también incluyeron al subsecretario de la misma cartera, Manuel Monsalve, quien cuestionó las intenciones de las palabras de la autoridad vecina. “Uno se pregunta si el objetivo es dañar la imagen del país”, deslizó en un punto de prensa. Incluso el Presidente Gabriel Boric se manifestó sobre la situación, asegurando que se enviaría una nota de protesta a Argentina.

Durante las últimas horas, Tohá confirmó que recibió las disculpas de Bullrich, dando por zanjado el impasse ocurrido con el país vecino. Sin embargo, la sensación en torno a una tensión diplomática entre ambas naciones quedó instalada en el debate.

Efectivamente, el grupo terrorista que se sitúa en el Líbano, Hezbollah, apoyado y avalado por el gobierno de Irán, son responsables del atentado terrorista en la AMIA en Buenos Aires“, explicó el analista internacional de origen argentino y académico de la Universidad de Santiago (USACH), Pablo Lacoste, sobre uno de los ataques que más conmoción generaron en el país vecino. “Eso es lo que las pruebas, la evidencia y la justicia tienen hoy por hoy vigente. En eso, las declaraciones del gobierno argentino están en línea con un trabajo muy meticuloso, de muchos años, que ha concluido en ese punto”.

Sin embargo, asegura que ese contexto no tiene nada que ver con Chile ni la situación que recientemente enfrentó a ambos gobiernos. “Eso, de alguna manera, es una respuesta a la política exterior de Carlos Menem, que en su momento se alineó mucho con Estados Unidos en los conflictos de Medio Oriente. Ahí tenemos un escenario. De ahí a lo que ha ocurrido ahora, tenemos una brecha muy grande, porque los países que son amigos y que funcionan dentro de una lógica de racionalidad no hacen estas declaraciones en público”, manifestó el analista.

Si Argentina tuviera evidencia de esos agentes de inteligencia, de la presencia de terroristas de Hezbollah en Chile, eso se comunica a través de la vía diplomática, no de la prensa. El gobierno chileno está desorientado por este comportamiento del gobierno de Milei porque simplemente se hace un anuncio de mucho impacto público sin aportar la evidencia. Y eso con los países amigos no se hace”, agregó.

Paz Milet, también experta en análisis internacional y académica de la Universidad de Chile, agregó que este episodio en particular no necesariamente daña las relaciones diplomáticas entre ambas naciones. “Lo que plantea esto es la importancia de, por un lado, trabajar conjunta y cohesionadamente frente a las grandes amenazas que enfrenta la región. Y la importancia también de que las declaraciones sean debidamente cuidadas”, afirmó, en la misma línea de lo planteado por su colega.

“Si por un lado ella tiene antecedentes que no maneje Chile, debería darlo a conocer y proponer una lógica de cooperación, un trabajo conjunto en esta línea. Este es un tema del que ya ha habido indicios hace algún tiempo, pero nunca se ha podido comprobar. Y ha habido ya un trabajo de distintos especialistas en esta materia sin poder concretar si efectivamente hay una presencia de Hezbollah en nuestro territorio. Pero creo que lo que plantea, más que dañar las relaciones diplomáticas, es la necesidad de impulsar una manera más cooperativa en la relación bilateral”, agregó Milet.

¿Una estrategia comunicacional?

Para Gilberto Aranda, especialista en contingencia internacional y académico de nuestra casa de estudios, es evidente que las declaraciones de Bullrich están impulsadas con un objetivo: ampliar las relaciones bilaterales con Estados Unidos.

Así lo explica el Doctor en Estudios Latinoamericanos: “Creo que, en general, el gobierno argentino está más preocupado de lograr una rápida alianza con Estados Unidos. Me parece que esa es su prioridad. Y también con Israel, ahí la novedad”.

Lo de la alianza con Estados Unidos tiene antecedentes en los 90, la época en que la prensa las bautizó como ‘relaciones carnales’. Están intentando transformarse nuevamente en el aliado estratégico principal en el Cono Sur Americano de Estados Unidos, y para eso se están mandando una serie de señales”, sumó Aranda.

Entre medio de sus impresiones, el subsecretario Monsalve recordó las declaraciones hechas por el senador estadounidense del Partido Republicano Marco Rubio, que el pasado jueves 11 de este mismo mes también se refirió a la supuesta presencia de esta agrupación paramilitar en nuestro país. “Creo que tenemos sanciones a las empresas dirigidas por Hezbollah con sede en Chile, pero Chile se ha abstenido de designar a Hezbollah como organización terrorista. ¿Creemos que están haciendo lo suficiente para reprimir las operaciones de Hezbollah en el país? Y ¿qué estamos haciendo? ¿Qué les estamos comunicando sobre lo que esperamos que hagan?”, afirmó en medio de una sesión del subcomité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta.

Para Monsalve, podría existir una relación entre esta declaración y las palabras de Bullrich. Aranda hace una distinción: “Marco Rubio también pertenece al mundo de unas derechas que se han ido radicalizando. Ahí igualmente hay una convergencia entre el gobierno de Milei y él, que es del Partido Republicano, pero de la facción más radical”.

“Sin embargo -agregó el analista-, yo creo que en el caso específico de la ministra Bullrich, está marcando una estrategia respecto de Estados Unidos, al mismo tiempo que también está señalando una vulnerabilidad del país. Si lo ventilas a través de la prensa, uno tiene el derecho a pensar que igualmente es parte de una comunicación estratégica donde hay un mensaje para otro país. En este caso, Estados Unidos. Decirle ‘somos, en este momento, el aliado más viable que pueden tener’. E insisto, porque además de poco preciso, no se hace a través de mecanismos estatales”.

El estilo Milei: política para redes sociales

Tanto Milet como Lacoste están de acuerdo a la hora de señalar que las formas que tiene el mandatario de Argentina para abordar sus declaraciones públicas también se hacen extensivas al resto de los representantes de su gobierno. Un estilo confrontacional y superficial que, a la larga, busca conquistar una vitrina mediática.

“No hay que olvidar que el presidente argentino utiliza una lógica bastante confrontacional en sus declaraciones en vinculación con los países de la región. En el último tiempo ha generado mucho debate por ejemplo respecto a una entrevista que hizo a CNN internacional, donde abordó la relación con México, etc.”, recordó Paz Milet.

Lacoste fue mucho más tajante: “También hay una sobrerreacción del Gobierno de Chile. No se pueden tomar en serio las declaraciones altisonantes del gobierno de Milei porque eso es un estilo. Y lo es porque Milei no es un presidente. Es un bombero que está apagando un incendio, el de la hiper inflación y de la hiper corrupción del Estado argentino generada por los 20 años del populismo liderado por los Kirchner, la señora Cristina y compañía. Es tal la cantidad de declaraciones altisonantes, sin fundamentos del gobierno de Milei que ya son un patrón”.

Para ejemplificar lo anterior, recordó una serie de eventos recientes. “Él dijo que el Papa era el representante del maligno en la Tierra y después fue, pidió disculpas, lo abrazó, lo besuqueó y seguimos adelante. Después dijo que Patricia Bullrich había sido montonera, terrorista, que había puesto bombas en jardines de infantes. Y después, a dos meses de decir eso, la nombró su ministra de Seguridad. No se pueden tomar en serio las declaraciones altisonantes de Milei”.

Hasta ahora no ha logrado sacar una sola ley en el congreso argentino. Muchas de las leyes que él propone son de sentido común, ayudan a bajar inflación, la corrupción, a reducir el poderío de los multimillonarios y perpetuos dueños de los sindicatos que son dueños de las Isapres y están esquilmando al pueblo argentino para enriquecerse ellos… Bueno, hay un montón de cosas que serían de sentido común que el parlamento las apruebe. Milei ha sido tan torpe en lo político que no ha logrado hasta ahora ninguna sola ley aprobada“, afirmó.

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