La Comisión investigadora de Minería y Energía de la Cámara de Diputados recibió al gerente comercial de la Empresa Nacional de Minería (Enami), Jorge Jorrat, para que explicara por qué la firma no cobró la millonaria deuda que tenía la minera San Esteban.
El ejecutivo señaló que la empresa solicitó un préstamo adicional de 1 millón de dólares, cuando ya adeudaba 2, además de ofrecer un terreno con alto valor, que pudo colocar como forma de garantizar el nuevo préstamo.
Por eso, Jorrat señaló que hubo parámetros objetivos para que el directorio de Enami decidiera en abril del 2009 revocar la liquidación de la deuda que tenía San Esteban con ellos.
El representante confirmó que la empresa está en capacidad de garantizar sus bienes, esperando que finalice su proceso de evaluación y posible quiebra.
“La Enami mantiene un conjunto de garantías que, a nuestro juicio, son suficientes para cubrir la deuda. Eso va a depender de eventos futuros que desconozco, probablemente un proceso de quiebra o una acción preventiva de quiebra. Algunas de esas garantías son líquidas o no son líquidas, como las propiedades mineras, por ejemplo”, explicó.
El ejecutivo además reconoció que hubo contactos con el ex ministro de Minería, Santiago González, para conseguir una repactación de la deuda.
Mientras tanto, el sindicato de mineros de San Esteban acusó que existían lagunas previsionales de la firma con sus trabajadores, pero que después del accidente la empresa saldó estas deudas.
El dirigente Javier Castillo señaló que esto fue lisa y llanamente una estrategia de San Esteban, para que no fuera objeto de una nueva ofensiva judicial por parte de los sindicatos y poder negociar con el Gobierno.
“Si nosotros salíamos diciendo que había lagunas previsionales, al ir a buscar el documento nos habríamos encontrado con la sorpresa de que sí habían pagado. Y en esta búsqueda de respaldo nos dimos cuenta de que ellos efectivamente sí habían pagado el tema previsional. No es ni más ni menos que el lavado de imagen que está haciendo la empresa para después tener la patudez de llamar a los trabajadores a que firmen un respaldo para que el Gobierno los apoye en préstamos blandos, por ejemplo, para la reapertura de otros proyectos mineros. De esa calaña de empresarios estamos hablando”, acusó.
Los trabajadores habían evaluado presentar causas tutelares ante la Justicia Laboral contra San Esteban, pero en algo que calificaron como “un lavado de imagen”, sorpresivamente se dieron cuenta de que el pasivo estaba cancelado.
La Comisión investigadora de Minería y Energía de la Cámara de Diputados recibió al gerente comercial de la Empresa Nacional de Minería (Enami), Jorge Jorrat, para que explicara por qué la firma no cobró la millonaria deuda que tenía la minera San Esteban.
El ejecutivo señaló que la empresa solicitó un préstamo adicional de 1 millón de dólares, cuando ya adeudaba 2, además de ofrecer un terreno con alto valor, que pudo colocar como forma de garantizar el nuevo préstamo.
Por eso, Jorrat señaló que hubo parámetros objetivos para que el directorio de Enami decidiera en abril del 2009 revocar la liquidación de la deuda que tenía San Esteban con ellos.
El representante confirmó que la empresa está en capacidad de garantizar sus bienes, esperando que finalice su proceso de evaluación y posible quiebra.
“La Enami mantiene un conjunto de garantías que, a nuestro juicio, son suficientes para cubrir la deuda. Eso va a depender de eventos futuros que desconozco, probablemente un proceso de quiebra o una acción preventiva de quiebra. Algunas de esas garantías son líquidas o no son líquidas, como las propiedades mineras, por ejemplo”, explicó.
El ejecutivo además reconoció que hubo contactos con el ex ministro de Minería, Santiago González, para conseguir una repactación de la deuda.
Mientras tanto, el sindicato de mineros de San Esteban acusó que existían lagunas previsionales de la firma con sus trabajadores, pero que después del accidente la empresa saldó estas deudas.
El dirigente Javier Castillo señaló que esto fue lisa y llanamente una estrategia de San Esteban, para que no fuera objeto de una nueva ofensiva judicial por parte de los sindicatos y poder negociar con el Gobierno.
“Si nosotros salíamos diciendo que había lagunas previsionales, al ir a buscar el documento nos habríamos encontrado con la sorpresa de que sí habían pagado. Y en esta búsqueda de respaldo nos dimos cuenta de que ellos efectivamente sí habían pagado el tema previsional. No es ni más ni menos que el lavado de imagen que está haciendo la empresa para después tener la patudez de llamar a los trabajadores a que firmen un respaldo para que el Gobierno los apoye en préstamos blandos, por ejemplo, para la reapertura de otros proyectos mineros. De esa calaña de empresarios estamos hablando”, acusó.
Los trabajadores habían evaluado presentar causas tutelares ante la Justicia Laboral contra San Esteban, pero en algo que calificaron como “un lavado de imagen”, sorpresivamente se dieron cuenta de que el pasivo estaba cancelado.
La Comisión investigadora de Minería y Energía de la Cámara de Diputados recibió al gerente comercial de la Empresa Nacional de Minería (Enami), Jorge Jorrat, para que explicara por qué la firma no cobró la millonaria deuda que tenía la minera San Esteban.
El ejecutivo señaló que la empresa solicitó un préstamo adicional de 1 millón de dólares, cuando ya adeudaba 2, además de ofrecer un terreno con alto valor, que pudo colocar como forma de garantizar el nuevo préstamo.
Por eso, Jorrat señaló que hubo parámetros objetivos para que el directorio de Enami decidiera en abril del 2009 revocar la liquidación de la deuda que tenía San Esteban con ellos.
El representante confirmó que la empresa está en capacidad de garantizar sus bienes, esperando que finalice su proceso de evaluación y posible quiebra.
“La Enami mantiene un conjunto de garantías que, a nuestro juicio, son suficientes para cubrir la deuda. Eso va a depender de eventos futuros que desconozco, probablemente un proceso de quiebra o una acción preventiva de quiebra. Algunas de esas garantías son líquidas o no son líquidas, como las propiedades mineras, por ejemplo”, explicó.
El ejecutivo además reconoció que hubo contactos con el ex ministro de Minería, Santiago González, para conseguir una repactación de la deuda.
Mientras tanto, el sindicato de mineros de San Esteban acusó que existían lagunas previsionales de la firma con sus trabajadores, pero que después del accidente la empresa saldó estas deudas.
El dirigente Javier Castillo señaló que esto fue lisa y llanamente una estrategia de San Esteban, para que no fuera objeto de una nueva ofensiva judicial por parte de los sindicatos y poder negociar con el Gobierno.
“Si nosotros salíamos diciendo que había lagunas previsionales, al ir a buscar el documento nos habríamos encontrado con la sorpresa de que sí habían pagado. Y en esta búsqueda de respaldo nos dimos cuenta de que ellos efectivamente sí habían pagado el tema previsional. No es ni más ni menos que el lavado de imagen que está haciendo la empresa para después tener la patudez de llamar a los trabajadores a que firmen un respaldo para que el Gobierno los apoye en préstamos blandos, por ejemplo, para la reapertura de otros proyectos mineros. De esa calaña de empresarios estamos hablando”, acusó.
Los trabajadores habían evaluado presentar causas tutelares ante la Justicia Laboral contra San Esteban, pero en algo que calificaron como “un lavado de imagen”, sorpresivamente se dieron cuenta de que el pasivo estaba cancelado.
