Expectativa de crecimiento en China prioriza consumo interno y producción nacional

En China informaron que las expectativas de crecimiento para 2014 son de un 7,5 por ciento, a diferencia de los alrededor de diez puntos porcentuales que creció durante más de una década. Analistas señalaron que el anuncio muestra el viraje planificado de una economía basada en las exportaciones a una que privilegia la producción interna.

En China informaron que las expectativas de crecimiento para 2014 son de un 7,5 por ciento, a diferencia de los alrededor de diez puntos porcentuales que creció durante más de una década. Analistas señalaron que el anuncio muestra el viraje planificado de una economía basada en las exportaciones a una que privilegia la producción interna.

El primer ministro de China, Li Keqiang, dio a conocer en el parlamento esta proyección de crecimiento en torno a un 7,5 por ciento, que apuesta por lograr mayor equilibro interno. Además, informó que se enfatizará el desarrollo sustentable bajo energías limpias, y que aumentará el presupuesto para Defensa.

Estos anuncios se dan en el marco de una reducción de las inversiones, principal motor de la economía china. El endeudamiento internacional y el aumento de las tasas de crédito harían que los líderes en Pekín estén pensando en bajar el ritmo y hacer ajustes que permitan aumentar el consumo interno.

Así lo explicó el economista Roberto Meza, para quien la prioridad de la potencia mundial será mantener una tasa de cesantía estable, considerando la alta fluctuación de la fuerza de trabajo: “Están haciendo todo un reajuste completo de la economía, desde una economía que básicamente apuntó a recibir ingresos a través de exportaciones baratas en todos los niveles, hasta una economía que ya requiere generar mayores ingresos hacia el interior a través de una mayor actividad dirigida al consumo interno y por lo tanto a la generación y estabilización de la capa media que le dé estabilidad política para los próximos cien años”, dijo Meza.

El especialista aseguró que esto no implica un cambio de modelo, sino que un ajuste propio del pragmatismo chino, que en esta etapa busca generar valor agregado a la producción nacional.

Meza además señaló que China anunció mayor gasto en armamento a modo de resguardo debido a los altos niveles de conflictividad internacional: “Los chinos saben que tienen que aumentar su potencial militar para defender lo que han avanzado como potencia a nivel mundial, pero eso lo han estado haciendo desde hace muchos años ya. Ellos tienen más portaaviones que los estadounidenses, entonces a lo más será para mejorar los sueldos a la oficialidad, porque esas cosas no se anuncian mucho, este tipo de iniciativas en defensa se hacen sin avisar”, explicó.

Para el analista internacional Pablo Jofré, el viraje económico de China no debiera afectar en mayor medida a los países latinoamericanos o a Chile, ya que mantiene un crecimiento similar al de 2013.

Jofré explicó que esta es una medida anticipada y planificada de ralentización que busca aumentar la calidad de la economía interna y que de paso disminuya las críticas de occidente respecto de los bajos salarios, las malas condiciones laborales y los altos índices de contaminación: “A Brasil le ha costado décadas pasar a ser las sexta potencia económica mundial, China lo ha conseguido en quince años y eso es un costo económico, social, político, medioambiental muy grande, entonces están preocupados de eso. Creo que esto de ralentizar su crecimiento obedece a mayor calidad, menos cantidad, pero pensando en el futuro”, señaló el analista.

En comparación a las tasas de crecimiento de Estados Unidos y países de Europa, y comparando el déficit fiscal de las potencias mundiales, la decisión del Gobierno chino no es de cuidado, dicen los especialistas, ya que el “gigante asiático” sólo busca mantener el poderío que lo sitúa en el segundo lugar del concierto mundial.





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