Pakistán: Talibanes reivindican atentados contra cristianos

Un portavoz de la facción islamista Jamaat-ul-Ahrar se adjudicó este lunes el atentado kamikaze del domingo por la noche en la ciudad de Lahore, en el que murieron 72 personas. Desde diciembre de 2014, un total de 500 personas han muerto en al menos 25 ataques terroristas ocurridos en el país.

Un portavoz de la facción islamista Jamaat-ul-Ahrar se adjudicó este lunes el atentado kamikaze del domingo por la noche en la ciudad de Lahore, en el que murieron 72 personas. Desde diciembre de 2014, un total de 500 personas han muerto en al menos 25 ataques terroristas ocurridos en el país.

Al menos 72 personas, incluyendo 29 niños, murieron en un atentado suicida perpetrado el domingo por la noche por un grupo talibán en un parque de la ciudad de Lahore, la capital del estado de Pundjab en el este de Pakistán, donde cristianos celebraban la Pascua.

La explosión se produjo cerca del área de juegos para niños, donde jugaban en columpios, en el parque Gulshan-e-Iqbal, cerca del centro de la ciudad. “Fue una explosión muy fuerte, se utilizaron explosivos muy potentes”, señaló el inspector de policía adjunto Haider Ashraf, quien agregó que se hallaron bolas metálicas. Se habla de más de 340 personas heridas.

El ataque fue adjudicado por la facción talibán Jamaat-ul-Ahrar: “Hemos perpetrado el ataque de Lahore y los cristianos eran nuestro objetivo”, dijo por teléfono a la agencia AFP Ehsanullah Ehsan, un portavoz de la facción.

Ashraf señaló que había muchas víctimas musulmanas.

Ehsan seguró que el grupo llevará a cabo más ataques en escuelas y universidades: “Mandamos este mensaje al primer ministro Nawaz Sharif, para decirle que hemos entrado en Lahore”.

En medio del caos, socorristas y voluntarios intentaban auxiliar a los heridos. “No encuentro a mi hermana. Mi hijo volvió a casa, pero no logro encontrar a mi hermana ni a mi sobrina”, explicaba desesperada una mujer, Amina Bibi.

Un médico, el doctor Ashraf, describió escenas de horror en el hospital Jinnah donde trabaja. En Twitter circulaban llamados a donar sangre. “Estamos atendiendo a los heridos en el suelo y los pasillos, y siguen llegando”, señaló.

El primer ministro Nawaz Sharif, del cual Lahore es el enclave, condenó el atentado. Llegó a la ciudad este lunes por la mañana y visitó el Hospital Jinnah en solidaridad con las víctimas. En un encuentro con autoridades locales, el primer ministro aseguró que iba a eliminar el terrorismo, tanto en sus infraestructuras como en su mentalidad, que representa una amenaza para “[nuestro] estilo de vida”. Según un portavoz militar, Lt. Gen Asim Saleem Bajwa, varias personas fueron arrestadas en redadas en tres ciudades de Pundjab, sin más detalles.

Además, tres días de duelo fueron decretados en esta provincia. Las autoridades han ordenado cerrar todos los parques y jardines públicos, también las principales zonas comerciales.

La joven paquistaní premio Nobel de la Paz Malala Yousafzaï dijo estar “abatida por esta matanza sin sentido”.

Estados Unidos también condenó este ataque “cobarde” y Francia reiteró su ambición de “seguir combatiendo el terrorismo en todo el mundo”.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reclamó que “los autores de este espantoso acto de terrorismo sean llevados rápidamente ante la justicia”.

“Esta horrible masacre de decenas de inocentes proyecta una sombra de tristeza y angustia sobre la fiesta de Pascua”, declararon por su parte desde El Vaticano.

“Muchos cristianos”

El parque Gulshan-e-Iqbal de Lahore, una ciudad de 10 millones de habitantes, estaba especialmente lleno este día de primavera, en el que la comunidad cristiana celebraba el domingo de Pascua.

Javed Ali, residente de Lahore, de 35 años, cuya casa está justo frente a la entrada al parque, dijo a la AFP que escuchó “una enorme explosión (que) hizo explotar las ventanas” de su casa. “Todo temblaba, la gente gritaba y había polvo por todas partes”.

“Salí diez minutos después. Había restos humanos en los muros de nuestra casa. La gente lloraba y se escuchaban sirenas”.

El parque, donde él mismo estuvo unas horas antes, estaba “lleno de gente por Pascua, había muchos cristianos. Había tanta gente que le dije a mi familia que no vaya”, explicó.

En Pakistán, grupos islamistas armados atacan usualmente a la minoría cristiana, que representa cerca del 2 por ciento de la población de este país, mayoritariamente musulmán sunita, de 200 millones de habitantes. En otro caso, un doble atentado suicida talibán contra una iglesia en Lahore dejó 17 muertos en marzo de 2015.

Caos en Islamabad

Más temprano se registraron enfrentamientos en la capital Islamabad y en la ciudad de Rawalpindi. Unos 25 mil partidarios de un islamista ahorcado el mes pasado, Mumtaz Qadri, desfilaron violentamente, con piedras, pese a la intervención de policías que lanzaron gases lacrimógenos.

En respuesta, el Ejército fue desplegado en la capital para “controlar” la situación y garantizar la seguridad de la zona alrededor del Parlamento, donde los manifestantes se congregaron en la noche, dijo por Twitter un portavoz del Ejército.

La ejecución el 29 de febrero de Mumtaz Qadri, policía que mató en 2011 al gobernador Salman Taseer, fue percibida como un momento clave en la lucha contra el extremismo religioso. Pero esta ejecución molestó a muchas corrientes islámicas, que se manifestaron masivamente en el sepelio de Mumtaz Qadri. Ahora, manifestantes piden que Qadri sea declarado un mártir oficial, que se imponga la sharia y que se ejecuten todos los perseguidos por blasfemos.

Cabe destacar que desde diciembre de 2014, luego que nueve talibanes masacraran a 145 niños en una escuela de Peshawar, un total de 500 personas han muerto en al menos 25 ataques terroristas ocurridos en el país.





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