El mandatario estadounidense defiende su postura en los miles de millones de dólares que invierte el reino saudí en su país, lo que a su juicio crea más y mejores empleos. Los cuestionamientos aumentaron luego del asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudita en Estambul.
Como un socio firme calificó el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a Arabia Saudita. Esto a pesar de las críticas de todo el mundo contra el reino saudí luego del asesinato cometido en el consulado de Estambul, Turquía, del periodista Jamal Khashoggi.
El profesional residía en territorio estadounidense desde donde criticaba a la familia real de su país de origen a través de las páginas de The Washington Post.
Mientras recababa información acerca del uso de armas químicas por parte de Riad contra su vecino del sur, Yemen, Khashoggi pretendía casarse, motivo que lo llevó a visitar el consulado de su país donde fue descuartizado por agentes de seguridad sauditas. Su cuerpo desde entonces, a comienzos del mes de octubre, permanece desaparecido.
Y aunque todo indica que el hecho era de conocimiento del príncipe heredero Mohamed bin Salman, para Trump la situación no necesariamente podría estar en manos del integrante de la monarquía saudita.
De esta forma defendió la mantención de las relaciones con el reino árabe, a pesar que inicialmente dijo personalmente y a través de su jefe del Departamento de Estado, Mike Pompeo, que aplicarían mano dura con los responsables de la muerte del periodista. Pero la realidad fue distinta.
A través de su cuenta de Twitter, Trump dijo que si bien Bin Salman “podría saber o no” de los responsables del crimen, la relación de los Estados Unidos era con el reino y no con uno de los miembros del clan en particular.
Para algunos, la acción del mandatario norteamericano lo que busca es adelantarse a las revelaciones que realizará la CIA sobre el nivel de involucramiento de Bin Salman en el hecho.
Las expresiones de Trump en el sitio de microblogging llevaron a la baja al precio del dólar. “Los precios del petróleo están bajando. ¡Genial! Es como un gran recorte fiscal para Estados Unidos y el mundo. ¡Disfruten! 54 dólares, estaba en 82 dólares antes. Gracias Arabia Saudita ¡Pero bajemos más!”, escribió ayer el jefe de Estado.
Además, Trump recordó que Arabia Saudita tiene negocios con su país por 110 mil millones de dólares y que de cerrar esos contratos significarían un negocio jugoso para Rusia y China, dos naciones contra las que Estados Unidos mantiene una guerra abierta aunque aún desde la trinchera diplomática y comercial.
El mandatario estadounidense defiende su postura en los miles de millones de dólares que invierte el reino saudí en su país, lo que a su juicio crea más y mejores empleos. Los cuestionamientos aumentaron luego del asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudita en Estambul.
Como un socio firme calificó el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a Arabia Saudita. Esto a pesar de las críticas de todo el mundo contra el reino saudí luego del asesinato cometido en el consulado de Estambul, Turquía, del periodista Jamal Khashoggi.
El profesional residía en territorio estadounidense desde donde criticaba a la familia real de su país de origen a través de las páginas de The Washington Post.
Mientras recababa información acerca del uso de armas químicas por parte de Riad contra su vecino del sur, Yemen, Khashoggi pretendía casarse, motivo que lo llevó a visitar el consulado de su país donde fue descuartizado por agentes de seguridad sauditas. Su cuerpo desde entonces, a comienzos del mes de octubre, permanece desaparecido.
Y aunque todo indica que el hecho era de conocimiento del príncipe heredero Mohamed bin Salman, para Trump la situación no necesariamente podría estar en manos del integrante de la monarquía saudita.
De esta forma defendió la mantención de las relaciones con el reino árabe, a pesar que inicialmente dijo personalmente y a través de su jefe del Departamento de Estado, Mike Pompeo, que aplicarían mano dura con los responsables de la muerte del periodista. Pero la realidad fue distinta.
A través de su cuenta de Twitter, Trump dijo que si bien Bin Salman “podría saber o no” de los responsables del crimen, la relación de los Estados Unidos era con el reino y no con uno de los miembros del clan en particular.
Para algunos, la acción del mandatario norteamericano lo que busca es adelantarse a las revelaciones que realizará la CIA sobre el nivel de involucramiento de Bin Salman en el hecho.
Las expresiones de Trump en el sitio de microblogging llevaron a la baja al precio del dólar. “Los precios del petróleo están bajando. ¡Genial! Es como un gran recorte fiscal para Estados Unidos y el mundo. ¡Disfruten! 54 dólares, estaba en 82 dólares antes. Gracias Arabia Saudita ¡Pero bajemos más!”, escribió ayer el jefe de Estado.
Además, Trump recordó que Arabia Saudita tiene negocios con su país por 110 mil millones de dólares y que de cerrar esos contratos significarían un negocio jugoso para Rusia y China, dos naciones contra las que Estados Unidos mantiene una guerra abierta aunque aún desde la trinchera diplomática y comercial.
El mandatario estadounidense defiende su postura en los miles de millones de dólares que invierte el reino saudí en su país, lo que a su juicio crea más y mejores empleos. Los cuestionamientos aumentaron luego del asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudita en Estambul.
Como un socio firme calificó el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a Arabia Saudita. Esto a pesar de las críticas de todo el mundo contra el reino saudí luego del asesinato cometido en el consulado de Estambul, Turquía, del periodista Jamal Khashoggi.
El profesional residía en territorio estadounidense desde donde criticaba a la familia real de su país de origen a través de las páginas de The Washington Post.
Mientras recababa información acerca del uso de armas químicas por parte de Riad contra su vecino del sur, Yemen, Khashoggi pretendía casarse, motivo que lo llevó a visitar el consulado de su país donde fue descuartizado por agentes de seguridad sauditas. Su cuerpo desde entonces, a comienzos del mes de octubre, permanece desaparecido.
Y aunque todo indica que el hecho era de conocimiento del príncipe heredero Mohamed bin Salman, para Trump la situación no necesariamente podría estar en manos del integrante de la monarquía saudita.
De esta forma defendió la mantención de las relaciones con el reino árabe, a pesar que inicialmente dijo personalmente y a través de su jefe del Departamento de Estado, Mike Pompeo, que aplicarían mano dura con los responsables de la muerte del periodista. Pero la realidad fue distinta.
A través de su cuenta de Twitter, Trump dijo que si bien Bin Salman “podría saber o no” de los responsables del crimen, la relación de los Estados Unidos era con el reino y no con uno de los miembros del clan en particular.
Para algunos, la acción del mandatario norteamericano lo que busca es adelantarse a las revelaciones que realizará la CIA sobre el nivel de involucramiento de Bin Salman en el hecho.
Las expresiones de Trump en el sitio de microblogging llevaron a la baja al precio del dólar. “Los precios del petróleo están bajando. ¡Genial! Es como un gran recorte fiscal para Estados Unidos y el mundo. ¡Disfruten! 54 dólares, estaba en 82 dólares antes. Gracias Arabia Saudita ¡Pero bajemos más!”, escribió ayer el jefe de Estado.
Además, Trump recordó que Arabia Saudita tiene negocios con su país por 110 mil millones de dólares y que de cerrar esos contratos significarían un negocio jugoso para Rusia y China, dos naciones contra las que Estados Unidos mantiene una guerra abierta aunque aún desde la trinchera diplomática y comercial.
