Las protestas contra el racismo y la violencia policial escriben un nuevo capítulo este sábado con cientos de manifestaciones. Desde Tokio hasta Londres, pasando por París, Montreal y numerosas ciudades estadounidenses, millones hicieron caso omiso al coronavirus para protestar por la muerte del afroamericano George Floyd quien murió asfixiado bajo la rodilla de un policía blanco, en Minneapolis.
En Australia, el país que primero protestó fuera de Estados Unidos, decenas de miles de personas se manifestaron el sábado con pancartas de “No puedo respirar”. Se trata de una referencia a lo que dijo Floyd, cuyo cuello quedó obstruido durante casi nueve minutos por la rodilla del policía que le detuvo por un delito menor.
En el Reino Unido estaba prevista una manifestación el sábado ante el parlamento en Londres y el domingo ante la embajada de Estados Unidos. Pero el gobierno pidió a los británicos que no se manifiesten.
En Francia volvieron también al primer plano las denuncias de violencia policial de los últimos años, haciendo eco a la indignación mundial por la muerte de Floyd.
El martes, una manifestación prohibida reunió sin embargo en París a al menos 20 mil personas, convocada por el comité de apoyo a la familia de Adama Traoré, un joven negro que murió en 2016 cerca de París tras ser detenido por la policía.
Por su parte, en Estados Unidos se esperaban hoy a decenas de miles de manifestantes en Washington, Nueva York y Miami, entre otros.