En los últimos días Chile se ha vuelto noticia mundial debido al gran aumento de los casos de Covid-19 y complejo escenario que enfrenta el sistema de salud, a pesar del éxito de la campaña de vacunación impulsada por el Gobierno, que ya tiene a casi 7 millones de chilenos con al menos una dosis.
Con los 7.304 nuevos contagios reportados este domingo, que mantienen por sobre los 40 mil los casos activos o contagiantes, y una ocupación UCI nunca antes vista, el país anotó su peor semana desde el arribo de la pandemia. Una situación que, en palabras del ministro de Salud, Enrique Paris, “no está descontrolada” y que “incluso lo habíamos previsto”; pero de la cual el Vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, aseguró que “nadie podía saber con certeza”.
Sin embargo, hay quienes aseguran que todo esto se venía venir. Es el caso de la académica y directora del Programa de Inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Dra. Mercedes López, quien en entrevista con Radio Universidad de Chile aseguró que, ya en enero, la estructura del discurso y las medidas que se tomaban hacían prever un peak de esta naturaleza para el mes de marzo
¿Cree que se pudo haber previsto la situación actual? Si bien el ministro Paris asegura que se había previsto, el ministro Jaime Bellolio sostiene que “nadie podía saber con certeza en diciembre lo que iba a pasar en abril”.
“Esta situación no es nueva. El manejo de la pandemia, desde que se inició en marzo del año pasado cuando tuvimos el primer caso, ha sido inadecuado. No se ha tomado en cuenta que la pandemia es un fenómeno complejo, que no puede ser abordado desde un solo ángulo, ni siquiera solamente desde la trazabilidad, ni siquiera solo desde la comunicación de riesgo. Se requiere una mirada integral del problema y se necesita un plan que incluya todas las medidas que se tienen que tomar, un plan coherente. Eso es lo que no se ha tenido. Y desde el comienzo.
Desde distintos espacios se ha estado advirtiendo que el manejo que se tuvo en enero, exitista con las vacunas, con permisos de vacaciones, con una comunicación de riesgo defectuosa y una trazabilidad inadecuada, hacían prever que el escenario de marzo y abril iba a ser muy complejo. Así que yo creo que no, o sea, se sabía y no se quisieron tomar las medidas adecuadas”.
¿Por qué cree que no se han tomado esas medidas?
Porque desde la autoridad sanitaria y el Gobierno nunca se ha escuchado la voz de la gente que está diciendo que esto viene, viene y viene. Es como un deja vú, yo me siento en marzo o abril de 2020, diciendo que vamos a tener un peak, que es complejo y que hay que tomar otras medidas. Y llegamos siempre tarde, una vez y otra vez.
¿A qué atribuye esa “sordera”? ¿Quién debió haber escuchado más?
El plan es uno que debe provenir desde la autoridad sanitaria, pero tiene que haber un consenso con la autoridad política, con el Ejecutivo, para que el plan se lleve a cabo. Una pandemia es un asunto tan complejo que requiere no solamente de una mirada bio-médica, sino que también de una mirada de salud pública y también una mirada social, cultural, económica, política, de todo. Por lo tanto, aquí se requiere de una mirada global desde el Gobierno y la autoridad sanitaria, con respuestas concretas y adecuadas al momento concreto que se está viviendo en la pandemia, el día en el cual estamos tratando de prevenir lo que se viene.
¿Se ha pecado en apostar por tratar más que por prevenir?
El punto está en que lo que nunca se ha entendido, creo yo, es que una pandemia se previene y no se trata. Cuando uno habla de tratar una pandemia, por ejemplo poner una cuarentena cuando ya estamos totalmente sobrepasados, ya sabemos que estamos llegando tarde. Entonces, en el fondo, lo que uno debería haber aprendido en el curso de este proceso es que la prevención es la importante, por eso se pone tanto énfasis siempre en la trazabilidad y en la comunicación de riesgo, porque lo que se entiende es que debemos prevenir este peak. Eso es lo que no se ha hecho, esa mirada de prevenir lo que se viene.
¿Cómo influye en el escenario actual la comunicación de riesgo? En los últimos días la prensa internacional ha puesto énfasis en cómo el “triunfalismo” del Gobierno respecto de las vacunas hizo que las medidas se relajaran.
Creo que la comunicación de riesgo, desde la autoridad sanitaria, cambia un poco cuando llegan las vacunas a Chile, porque pone todo su énfasis en los éxitos que estábamos teniendo con la cobertura de la inmunización, que sin duda son valorables y demuestra la fortaleza de la Atención Primaria de Salud, pero que pareciera no entender la dinámica biológica que tienen las vacunas, más aún cuando la vacuna que hemos usado mayoritariamente en la población tiene todavía varias preguntas que resolver. Por lo tanto, uno hubiera pensado que la autoridad sanitaria debiera haber sido infinitamente cauta con el proceso de inmunización en Chile, no haber puesto las fichas y dar una sensación de seguridad equivocada respecto de las vacunas, y haber enfocado todos sus esfuerzos en el distanciamiento físico, la educación y sobre todo fortalecer la trazabilidad de los casos.
Pareciera ser el mismo error que se le reprocha a la gestión del exministro Mañalich, haber apostado a los ventiladores y camas críticas.
Son errores similares y uno puede hacer un paralelo entre esas dos cosas. En un primer período se hicieron todos los esfuerzos por dotar al sistema hospitalario de ventiladores mecánicos, el último eslabón de la cadena de control y tratamiento de una pandemia. Se focalizó en el último eslabón y no se pusieron como prioridad otros elementos muy anteriores.
Hoy día lo que sucede es como lo contrario, se pone en el primer paso la vacuna, cuando realmente no estábamos muy claros de la eficacia y efectividad, no entendiendo que hoy estamos en una situación muy distinta porque la alta circulación viral ha incorporado otras variantes que pueden alterar la efectividad de la vacuna. No haciéndola inútil, pero sí disminuyendo sus niveles de eficacia y efectividad.
¿A eso se refiere cuando dice de que el discurso de las autoridades de alguna manera desconocía la dinámica biológica de las vacunas?
Yo creo que este discurso exitista que tuvieron al comienzo con las vacunas claramente desconoce la realidad. Las vacunas no funcionan instantáneamente, no es un antibiótico que uno le coloca en el hombro a las personas y trata la infección poniéndoles un escudo inmediatamente. Eso no es así. Las vacunas son dispositivos muy eficientes, pero cuando son acompañados de otras medidas y de entender la pandemia de una manera distinta. Es decir, demoran en ejercer su acción y dependen también de otros factores. Por lo tanto, creo que fue muy apresurado el discurso exitista que se tuvo al comienzo y eso, en gran parte, es el responsable de lo que hoy día vemos: la gente se sintió que estaba segura cuando se colocaba las vacunas y eso no es así. Y con esto no estoy diciendo que no sean eficientes, lo que estoy diciendo es que se puso en la vacuna demasiada responsabilidad, cuando las vacunas cumplen una función pero no son la única herramienta para controlar una pandemia tan compleja como la que tenemos en Chile.
Frente a esto, ¿qué se puede concluir respecto de la estrategia con la que el Gobierno ha enfrentado la pandemia?
Que se pone el énfasis en esta mirada unidimensional del Gobierno y la autoridad sanitaria sobre el control de una pandemia. O sea, pone sobre la mesa que nunca se ha entendido la complejidad del manejo de una pandemia, que no depende solo de una, dos o tres medidas, sino que depende realmente de un objetivo muy completo. Eso lo ves en países en donde sí se ha controlado bien, que tienen planes de alta complejidad. Uno podría decir que los países del oriente del mundo, ya sea por experiencia, por tener Estados más fuertes o lo que fuere, han podido controlar la pandemia mucho más eficazmente que los países occidentales, entre los que estamos nosotros.