La tensión política en Brasil se ha ido acentuando durante los últimos días, sobre todo, luego de que el 7 de septiembre, en el marco del Día de la Independencia brasileña, el Presidente Jair Bolsonaro convocara a sus seguidores a salir a las calles con un mensaje que fue calificado como golpista: “No queremos una ruptura. No queremos pelearnos con ningún poder. Pero, no podemos permitir que una persona coloque en riesgo nuestra libertad”, dijo el Mandatario.
Estas declaraciones surgieron luego de que el Supremo Tribunal Federal iniciara una investigación en contra de Bolsonaro y su entorno cercano por propagación de noticias falsas.
En este contexto, el miércoles recién pasado, el presidente de dicho organismo, Luiz Fux, elevó la discusión, indicando que las palabras del ultraderechista atacan la democracia brasileña y señaló que “el Tribunal Supremo no va a tolerar amenazas”, declaración que permitiría pensar en el inicio de un proceso de destitución en contra de Bolsonaro.
Frente a ello, Alexis Cortés, doctor en sociología y académico de la Universidad Alberto Hurtado, indicó que Brasil enfrenta una crisis “múltiple”, cuya raíz principal “es la crisis política que ha promovido Bolsonaro desde que asumió la presidencia”.
En conversación con los periodistas Juanita Rojas y Claudio Medrano en el programa Radioanálisis, el analista precisó que Bolsonaro ha colocado en tensión de manera constante a las instituciones democráticas, “haciendo peligrar que la democracia logre asentarse de manera plena”. “Las manifestaciones del 7 de septiembre del Día de la Independencia son la expresión más radical de eso”, indicó.
“El 7 de septiembre apostó por el todo o nada. Hizo una demostración de fuerza, sólo que esa demostración de fuerza no estuvo a la altura de lo que él mismo esperaba: apenas 150 mil personas en Sao Paulo, lo que es muy poco y una cifra más o menos similar en Brasilia”, añadió el académico.
Según Alexis Cortés, la crisis en Brasil se ha visto acentuada por la pandemia, la inflación y el aumento de la pobreza. En esa línea, manifestó que los próximos meses serán difíciles para la población y que ya están instaladas las condiciones políticas para que se produzca una destitución.
“Desde el punto de vista del apoyo ciudadano, Bolsonaro se está quedando aislado. Por otra parte, el aumento del tono implicó que varios aliados estén en una posición más incómoda y aproximándose a posiciones que, eventualmente, perjudiquen a Bolsonaro, Me refiero al impeachment”, sostuvo.
“La señal que da el presidente de la Corte Suprema, señalando que el discurso de Bolsonaro implicaba varios crímenes de responsabilidad, que son los argumentos que tipifican la posibilidad de un impeachment, marcan el tono de la jornada y van a implicar que varios partidos que hoy son aliados de Bolsonaro, crucen la línea (…). Probablemente, esos sectores van a estar presionando a Bolsonaro para que cambie su tono”, explicó.
El académico también afirmó que el autogolpe es una posibilidad para Bolsonaro y que la manifestación del 7 de septiembre fue una “movida más dentro de un tablero que tiene un diseño bien claro”: las elecciones del próximo año, en donde Lula da Silva posee un 40 por ciento de respaldo ciudadano, según los sondeos.
“Bolsonaro se la va a jugar por seguir avanzando en este diseño”, indicó Cortés. “No hay que descartar un apoyo más cualitativo que sigue manteniendo Bolsonaro y que se da a nivel del Ejército. Hoy, en el gobierno hay más militares que en la época de la dictadura militar, por otra parte, hay un apoyo muy significativo entre la policía militar de los estados que son un activo muy peligroso en circunstancias como estas”, concluyó el analista.