En conversación con las periodistas Juanita Rojas y Diana Porras en la primera edición de Radioanálisis, el ex ministro de Defensa, Mario Desbordes (RN), abordó el estado de excepción en la Macrozona Sur, régimen que es “consecuencia de la violencia que cruza la zona”, aseguró. Y si bien sostuvo que la media promovida por el Presidente Piñera ha permitido disminuir la cifra de delitos en el territorio, consideró que “no puede ser la regla general”.
Respecto a las contradicciones históricas que se han desarrollado entre el pueblo mapuche y el Estado de Chile, el personero de Renovación Nacional dijo necesario cumplir los compromisos que se han adquirido con los pueblos originarios, dado que tanto Piñera como Bachelet han quedado sumamente al debe en esta materia. En esa línea, sostuvo que muchos de los compromisos que han sido anunciados e incluidos en programas de gobierno no requieren ley ni recursos.
“Las peticiones de los pueblos originarios van en la línea, por supuesto, de demandas territoriales pero también sociales, culturales, políticas y económicas. Esas demandas son legítimas y están sustentadas en hechos reales y, por tanto, lo primero es cumplir eso (…) porque la única manera de aislar a los grupos violentos es demostrándole a la enorme mayoría del pueblo mapuche que no está de acuerdo con la violencia, que las cosas se logran conversando, dialogando. La única forma de quitarle el argumento a estos grupos violentos, según el cual sólo van a poder acceder a lo que buscan usando las armas, es cumpliendo los compromisos”, señaló.
Distinto es para el ex secretario de Estado la existencia minoritaria de grupos violentos que han infundido terror en la zona, detentando alto poder de fuego. En ese sentido, señaló que la categoría de la violencia en la zona ha dejado de radicar en robos de madera o disturbios menores, sino que a su juicio, en la Macrozona Sur, “lo que hay es guerrilla y se debe enfrentar con las herramientas del Estado de Derecho y con la fuerza que le da el Estado, que son las policías”, aseveró.
“Estos grupos con técnicas de guerrilla realizan acciones, golpean y se repliegan rápidamente, están actuando con armas de guerra. Aquí no estamos hablando de personas que usan un palo, o elementos menores, estamos hablando de fusiles de guerra con munición de guerra, que atraviesan de lado a lado un vehículo, que perforan chalecos blindados, que no es la que usa la policía habitualmente”.
En esa línea consideró sustantivo que las pretensiones de diálogo que se tengan con los grupos radicalizados estén sujeto al cese de la violencia como condición. “En muchos casos que usted puede comparar de grupos de este tipo se ha dialogado una vez que el grupo violento ha dicho ‘yo depongo las armas‘ o al menos hace un alto al fuego estable, en el caso más complejo que ha sido la Farc”.
A ese respecto, agregó que “hay que enfrentar estos grupos violentos que son minoritarios, la CAM es uno de ellos, ni siquiera es el más violento. Vimos un funeral de un joven que lamentablemente muere en una acción violenta hace unos meses atrás en donde la CAM ostenta públicamente fusiles M16 en la guardia de honor que le hacen. O sea, no hay duda de que están usando la violencia, no hay duda de que están usando armas de guerra, pero ni siquiera es la más violenta”, enfatizó.
Interpretando las declaraciones del el jefe de Defensa Nacional para la Araucanía, el general de Ejército Luis Cuéllar, Desbordes señaló que éstas se emitieron a titulo personal. No obstante, aseguró que revistieron “una gran verdad” en la medida que a su modo de ver, los grupos violentos son cobardes en cuanto asesinan a personas indefensas y no se atreven a enfrentar a un “grupo más o menos equivalente”, señaló.
“¿El general Cuéllar comete un error? ¿Dice algo malo? No. Está diciendo lo que pasó, lo que sucede y lo que hay en la zona. A mí me sorprenden declaraciones de ayer, por ejemplo de un diputado al que yo le tengo mucho respeto, trabajamos juntos en la Comisión de Defensa, Jorge Brito, un diputado bastante inteligente, pero que despacha un tweet donde dice que las palabras del general Cuéllar atentan contra la paz en el Wallmapu. Mi opinión es que la paz en el Wallmapu se ve quebrantada por el asesinato de dos personas, incluso un comunero“.
Y es que los uniformados tienen el deber de enfrentar a los grupos violentistas dada la persistencia de sus acciones, añadió el ex diputado, lo que por consecuencia, indicó, podría concluir en muertes. En ese sentido secundó las palabras de Cuéllar en la medida que, a su juicio, la responsabilidad de la defunción de los individuos que toman la decisión de enfrentar al Estado por la vía violenta, recae en ellos mismos.
“Si usted toma un fusil, una pistola, una escopeta, se mete al campo, dispara, quema o asesina incluso, cuando llegue la autoridad, cuando llegue el brazo del Estado que son las policías y en este caso las Fuerzas Armadas, la responsabilidad es suya, por haberse puesto en esa situación, si es que termina usted finalmente muerto. Eso es lo que está diciendo el General y es importante decirlo con todas sus letras porque cuando se produce la muerte de una persona armada como vimos haces unos meses atrás, armado con un fusil M16, qué es lo que termina diciendo la CAM, ‘este joven es la víctima’. Perdón, le dispara a un comunero, lo deja grave, a un trabajador forestal”, sostuvo.
No obstante a lo anterior, Desbordes señaló imprescindible el dejar de soslayar un debate público, particularmente, en torno al avance de las empresas forestales en la Macrozona Sur, para efectos de buscar en salidas políticas del conflicto.
“¿Hasta cuándo toleramos que las forestales sigan tomado terreno, terminando con la flora y fauna nativa, depredando? En un debate hace unos meses atrás, gente de la derecha más durona decía ‘la forestal va a dar trabajo’ o ‘si no esos campos estarían pelados’. Por favor, que se escuche lo que nos están planteando. Aquí hay un tema sociológico, cultural, antropológico detrás del reclamo masivo, porque eso sí es transversal de los pueblos originarios contra las Forestales”.
En esa línea agregó que “la visión desde Santiago es de que esto es una pura tontera, porque para nosotros esos campos estaban botados, pero para el mundo mapuche ese campo no está botado, está conservado, el cerro que tiene todavía su bosque instalado es sagrado entonces por supuesto, junto con todo lo otro, hagamos este análisis de cómo estamos pateando en términos culturales a las comunidades completas“.
Abordando las salidas políticas que deben emanar tanto de la Convención Constitucional como del próximo gobierno en esta materia, Desbordes consideró que estas deben ir en clave de soluciones sociales, culturales y educacionales, que contemplen el reconocimiento de los pueblos originarios y el establecimiento del país como plurinacional o bien pluricultural.
“Ahí habrá que ver cuál es la determinación que adopta la Convención. Yo no le tengo ningún miedo a esas definiciones, al revés, creo que reflejan una realidad. No deja de ser Chile porque tengamos varias naciones dentro, no deja de ser Chile porque seamos plurinacionales o hayamos sido como país por distintas naciones, por distintas etnias. Esos son reconocimientos fundamentales”, señaló.