Como “miserable” y “verdadero malcriado” calificó el embajador de Israel en Chile, Gil Artzyeli, al diputado de Revolución Democrática Jorge Brito a comienzos de este año luego de las críticas del parlamentario frenteamplista a los crímenes cometidos por las fuerzas de su país en los territorios ocupados de palestina.
El hecho se cerró con una nota de protesta por parte de la cancillería, pero tanto el representante diplomático como el legislador no se habían encontrado frente a frente hasta ayer en la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados y Diputadas en Valparaíso.
En esta oportunidad, un grupo de parlamentarios del Frente Amplio y la diputada comunista Karol Cariola, llegaron a solidarizar con Brito portando en sus hombros el típico pañuelo albinegro palestino o kufiya.
En la oportunidad, Artzyeli debía dar cuenta del proyecto “Beresheet 2” de la ONG Space IL, respaldada por la Agencia Espacial israelí.
Sobre el tema, el Doctor en Filosofía y académico de la Universidad de Chile Rodrigo Karmy, recordó que existe un gran despliegue israelí en el mundo que busca “aceitar” el trabajo que desarrollan para conseguir diversos objetivos.
En ese sentido ejemplificó con “la importación de armas por parte de distintos estados a distintas partes del mundo, también el Estado de Chile, comprando enormes cantidades de armas a Israel”.
En conversación con la Primera Edición de Radioanálisis, el académico agregó: “Piensa el nivel del lobby que tiene el Estado Sionista de Israel en distintas partes del mundo, también en Chile que existe un comité Chileno-Israelí que se preocupa en el Congreso Nacional de aceitar el lobby israelí para determinar materias. Entonces el conflicto palestino-israelí es global”.
Karmy destacó que la situación entre Palestina e Israel “no es un conflicto entre dos fuerzas equivalentes, sino entre una fuerza colonial y un pueblo colonizado. Segunda cuestión, no es un conflicto que está simplemente localizado en el territorio palestino, sino que tiene irrigaciones mundiales, globales en todas partes del mundo”.
Además, puntualizó que “Israel se ha convertido en el gran signo de la ultraderecha europea y estadounidense. Y ese es un dato de la causa que no deja de ser menor y que me parece que resulta clave para entender la situación en la que estamos”.
El especialista subrayó que “todas las resoluciones a nivel internacional, todos los informes de Amnesty e incluso de Human Right Watch que nadie podría acusar de ser una instancia pro palestina o pro comunista o lo que fuera, han mostrado que Israel comete crímenes de lesa humanidad, institucionaliza el apartheid en Palestina y que por lo tanto no ha cumplido con ninguna de las resoluciones del derecho internacional”, concluyó.
Como “miserable” y “verdadero malcriado” calificó el embajador de Israel en Chile, Gil Artzyeli, al diputado de Revolución Democrática Jorge Brito a comienzos de este año luego de las críticas del parlamentario frenteamplista a los crímenes cometidos por las fuerzas de su país en los territorios ocupados de palestina.
El hecho se cerró con una nota de protesta por parte de la cancillería, pero tanto el representante diplomático como el legislador no se habían encontrado frente a frente hasta ayer en la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados y Diputadas en Valparaíso.
En esta oportunidad, un grupo de parlamentarios del Frente Amplio y la diputada comunista Karol Cariola, llegaron a solidarizar con Brito portando en sus hombros el típico pañuelo albinegro palestino o kufiya.
En la oportunidad, Artzyeli debía dar cuenta del proyecto “Beresheet 2” de la ONG Space IL, respaldada por la Agencia Espacial israelí.
Sobre el tema, el Doctor en Filosofía y académico de la Universidad de Chile Rodrigo Karmy, recordó que existe un gran despliegue israelí en el mundo que busca “aceitar” el trabajo que desarrollan para conseguir diversos objetivos.
En ese sentido ejemplificó con “la importación de armas por parte de distintos estados a distintas partes del mundo, también el Estado de Chile, comprando enormes cantidades de armas a Israel”.
En conversación con la Primera Edición de Radioanálisis, el académico agregó: “Piensa el nivel del lobby que tiene el Estado Sionista de Israel en distintas partes del mundo, también en Chile que existe un comité Chileno-Israelí que se preocupa en el Congreso Nacional de aceitar el lobby israelí para determinar materias. Entonces el conflicto palestino-israelí es global”.
Karmy destacó que la situación entre Palestina e Israel “no es un conflicto entre dos fuerzas equivalentes, sino entre una fuerza colonial y un pueblo colonizado. Segunda cuestión, no es un conflicto que está simplemente localizado en el territorio palestino, sino que tiene irrigaciones mundiales, globales en todas partes del mundo”.
Además, puntualizó que “Israel se ha convertido en el gran signo de la ultraderecha europea y estadounidense. Y ese es un dato de la causa que no deja de ser menor y que me parece que resulta clave para entender la situación en la que estamos”.
El especialista subrayó que “todas las resoluciones a nivel internacional, todos los informes de Amnesty e incluso de Human Right Watch que nadie podría acusar de ser una instancia pro palestina o pro comunista o lo que fuera, han mostrado que Israel comete crímenes de lesa humanidad, institucionaliza el apartheid en Palestina y que por lo tanto no ha cumplido con ninguna de las resoluciones del derecho internacional”, concluyó.
Como “miserable” y “verdadero malcriado” calificó el embajador de Israel en Chile, Gil Artzyeli, al diputado de Revolución Democrática Jorge Brito a comienzos de este año luego de las críticas del parlamentario frenteamplista a los crímenes cometidos por las fuerzas de su país en los territorios ocupados de palestina.
El hecho se cerró con una nota de protesta por parte de la cancillería, pero tanto el representante diplomático como el legislador no se habían encontrado frente a frente hasta ayer en la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados y Diputadas en Valparaíso.
En esta oportunidad, un grupo de parlamentarios del Frente Amplio y la diputada comunista Karol Cariola, llegaron a solidarizar con Brito portando en sus hombros el típico pañuelo albinegro palestino o kufiya.
En la oportunidad, Artzyeli debía dar cuenta del proyecto “Beresheet 2” de la ONG Space IL, respaldada por la Agencia Espacial israelí.
Sobre el tema, el Doctor en Filosofía y académico de la Universidad de Chile Rodrigo Karmy, recordó que existe un gran despliegue israelí en el mundo que busca “aceitar” el trabajo que desarrollan para conseguir diversos objetivos.
En ese sentido ejemplificó con “la importación de armas por parte de distintos estados a distintas partes del mundo, también el Estado de Chile, comprando enormes cantidades de armas a Israel”.
En conversación con la Primera Edición de Radioanálisis, el académico agregó: “Piensa el nivel del lobby que tiene el Estado Sionista de Israel en distintas partes del mundo, también en Chile que existe un comité Chileno-Israelí que se preocupa en el Congreso Nacional de aceitar el lobby israelí para determinar materias. Entonces el conflicto palestino-israelí es global”.
Karmy destacó que la situación entre Palestina e Israel “no es un conflicto entre dos fuerzas equivalentes, sino entre una fuerza colonial y un pueblo colonizado. Segunda cuestión, no es un conflicto que está simplemente localizado en el territorio palestino, sino que tiene irrigaciones mundiales, globales en todas partes del mundo”.
Además, puntualizó que “Israel se ha convertido en el gran signo de la ultraderecha europea y estadounidense. Y ese es un dato de la causa que no deja de ser menor y que me parece que resulta clave para entender la situación en la que estamos”.
El especialista subrayó que “todas las resoluciones a nivel internacional, todos los informes de Amnesty e incluso de Human Right Watch que nadie podría acusar de ser una instancia pro palestina o pro comunista o lo que fuera, han mostrado que Israel comete crímenes de lesa humanidad, institucionaliza el apartheid en Palestina y que por lo tanto no ha cumplido con ninguna de las resoluciones del derecho internacional”, concluyó.
