La sigla “secretario de Estado estadounidense” en la puerta del avión que se abría, e inmediatamente después Antony Blinken bajando por las escaleras y saludando a las delegaciones de funcionarios estadounidenses y chinos que lo esperan. Esta es una escena desarrollada este domingo por la mañana en el aeropuerto de Pekín y que podría significar un gran evento, de acuerdo con nuestro corresponsal en Pekín, Stéphane Lagarde. Sin embargo, el funcionario estadounidense no fue recibido con alfombra roja, pues el gobierno chino se encargó de precisar que no se trata de una invitación, sino de una visita pactada por ambas partes.
Desde que Estados Unidos derribó en su territorio unos globos espías procedentes de China, en el pasado mes de febrero de 2023, las ya tensas relaciones se agravaron, pero después bajaron el tono con unas maratónicas negociaciones diplomáticas: los estadounidenses no hablan más ni de sanciones ni de globos espías, principalmente.
De acuerdo con la prensa oficialista china, la llamada telefónica preparativa de esta reunión entre Antony Blinken y su homólogo chino Qin Gang, dejó al descubierto que aún hay desacuerdos importantes. “Los Estados Unidos no deberían ilusionarse de poder negociar con China desde una posición de fuerza”, según se puede leer. Este lenguaje poco diplomático no es nada nuevo, y se viene manteniendo desde hace dos años, cuando funcionario de ambos países se dieron cita en la ciudad de Anchorage, Alaska.
Tranquilizar al mundo
Antony Blinken sabe muy bien que la inestabilidad de las relaciones entre China y Estados Unidos mantienen “estresado al mundo”, nos cuenta desde Nueva York Carrie Nooten, corresponsal de RFI.
Las dos más grandes potencias económicas del planeta difieren de asuntos como los derechos humanos, el comercio de tecnología y la venta de armas a Taiwán. China considera como provocaciones que haya barcos estadounidenses pasando cerca del Estrecho de Taiwán o que funcionarios estadounidenses visiten esta isla. “Esta visita no servirá de nada si no se llega a un acuerdo sobre Taiwán”, publicó el Global Times, periódico afiliado al Partido Comunista de China.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense pretende con este viaje implementar mecanismos de gestión de crisis. Corea del Sur y Japón, vecinos de China, están muy preocupados de que Pekín haya cortado los medios de comunicación militares. Washington sabe que Pekín tiene una postura dura sobre este tema, así que no espera avanzar en ello.
Dada las dificultades que se encuentran en esta primera reunión, el objetivo será entonces restablecer el diálogo y agendar nuevas reuniones bilaterales, y hasta un encuentro entre Xi Jinping y Joe Biden en los siguientes meses.