Como una buena noticia calificó la abogada de la senadora Fabiola Campillai, Alejandra Arriaza, la decisión de la Corte Suprema de ratificar el desafuero de la diputada María Luisa Cordero acusada de injurias con publicidad al cuestionar en una entrevista la ceguera que le provocó el impacto de una bomba lacrimógena en su rostro durante el estallido social.
Para la jurista la decisión del máximo tribunal “confirma el fallo dictado con antelación por la Corte de Apelaciones de Santiago en la cual se dio lugar a la solicitud de desafuero y ordenó la formación de la causa por el delito de injurias con publicidad”.
Arriaza explicó que “esta resolución es muy importante porque marca el inicio de un nuevo juicio en el cual se ponderará toda la prueba que puedan aportar las partes para determinar la responsabilidad que le corresponde a María Luisa Cordero en este delito”.
La penalista agregó que “esto es muy importante porque viene a confirmar que en nuestro país no hay personas ni grupos privilegiados. Todos somos responsables de los actos y las expresiones que vertamos y cuando ellas constituyen un delito, no existe la posibilidad de restarse frente al Poder Judicial”.
Mientras, el jefe de la bancada de diputados de Renovación Nacional, Frank Sauerbaum, criticó la decisión del tribunal afirmando que “no se ajusta para un desafuero para un parlamentario”.
El parlamentario recordó que la doctora María Luisa Cordero “pidió disculpas, a mí en lo personal, por este mal rato y por lo que significaba la exposición en que ponía a la bancada (…) y ella puso a disposición su estadía en la bancada, pero nosotros no aceptamos que ella abandonara la bancada por el aporte que significa a Renovación Nacional”.
Sauerbaum reiteró que la Bancada no comparte “ningún dicho que sea ofensivo. Nosotros creemos que hay que mejorar el lenguaje y las relaciones dentro del Parlamento, de hecho hemos aprobado un nuevo reglamento justamente para poder tener un mejor entendimiento. Una cosa distinta es que el fallo de la Corte Suprema es absolutamente excesivo”.