Luego de un ciclo de conversaciones que llevó a cabo el Presidente Gabriel Boric en La Moneda, los cuatro expresidentes vivos decidieron suscribir el “Compromiso: Por la Democracia, siempre” a 50 años del Golpe de Estado.
La vocera de Gobierno, Camila Vallejo, confirmó que la declaración cuenta con el respaldo de todos los exjefes de Estado. “Este trascendido que ustedes han conocido de los exmandatarios es real, y sobre eso, como el Presidente ha liderado las conversaciones con la expresidenta Bachelet, Frei, Lagos y Piñera, va a ser él mismo que durante el día se va a referir respecto a esa carta de compromiso”, aseguró Vallejo.
En el detalle del documento que fue presentado esta mañana, los cuatro exmandatarios afirman que “nuestro país gozó durante más de 140 años, casi sin interrupción, de una democracia en continua evolución, de un orden constitucional estable, y también de respetables y sólidas instituciones republicanas que eran objeto de admiración y prestigio en el mundo entero”.
Por esa razón, “más allá de las legítimas diferencias” establecieron cuatro puntos a comprometerse “al cumplirse 50 años del quiebre violento de la democracia en Chile que le costó la vida, la dignidad y la libertad a tantas personas, chilenas y de otros países”.
Los cuatro puntos del compromiso son:
1. Cuidar y defender la democracia, respetar la Constitución, las leyes y el Estado de Derecho. Queremos preservar y proteger esos principios civilizatorios de las amenazas autoritarias, de la intolerancia y del menosprecio por la opinión del otro.
2. Enfrentar los desafíos de la democracia con más democracia, nunca con menos, condenar la violencia y fomentar el diálogo y la solución pacífica de las diferencias, con el bienestar ciudadano en el horizonte.
3. Hacer de la defensa y promoción de los derechos humanos un valor compartido por toda nuestra comunidad política y social, sin anteponer ideología alguna a su respeto incondicional.
4. Fortalecer los espacios de colaboración entre Estados a través de un multilateralismo maduro y respetuoso de las diferencias, que establezca y persiga los objetivos comunes necesarios para el desarrollo sustentable de nuestras sociedades.
La declaración finaliza con un acuerdo de los exmandatarios de cuidar también la memoria “porque es el ancla del futuro democrático que demandan nuestros pueblos”.