Desde la Terraza Caupolicán del Cerro Santa Lucía la Municipalidad de Santiago llevó a cabo la conmemoración del 483º aniversario de la fundación de la ciudad. El evento fue encabezado por la alcaldesa de la comuna, Irací Hassler, quien hizo entrega del premio “Santiago Construye Historias” a la Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés; al arquitecto Miguel Lawner; al Cuerpo de Bomberos de Santiago y al Carnaval San Antonio de Padua.
En la instancia la alcaldesa de Santiago declaró que “este reconocimiento lo han podido recibir las personas e instituciones valiosas que han aportado al patrimonio, a la cultura, al desarrollo de nuestra comuna y de nuestro país”.
Respecto a la premiación de la Rectora de la Universidad de Chile, Hassler agradeció a la máxima autoridad de la Casa de Bello, así como también a Pilar Barba, vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la institución -quien asistió en representación de Rosa Devés-, por reflejar “a las mujeres científicas y a una Universidad que busca siempre estar en servicio de las necesidades de nuestro pueblo”.
“Hemos querido reconocer también en este espacio a una mujer valiosa y con ella a toda una institución, me refiero a la Rectora Rosa Devés. Mujer, científica, académica, primera Rectora de la Universidad de Chile, con quien estamos en una alianza muy significativa para fortalecer la educación pública, para acompañar a nuestros establecimientos educacionales y especialmente en un acompañamiento al Instituto Nacional”, explayó.
Barba recibió el premio en nombre de la Rectora y leyó un discurso de agradecimiento en su nombre: “Recibo esta distinción en nombre de la Universidad de Chile, porque mi vida está indisolublemente ligada a la institución”.
“En nuestra universidad no se construyen sólo las historias de quienes la integran de manera más permanente (sus académicos y funcionarios) sino principalmente se construyen las historias de los y las jóvenes que confían en nosotros para su formación”, añadió Devés en su discurso.
En tanto, señaló que “es un privilegio compartir esta distinción con el profesor Miguel Lawner, por quien siento inmensa admiración y respeto, y quien como estudiante recién ingresado a la carrera de arquitectura en 1946 fue parte de un movimiento que transformó la enseñanza de esa disciplina y que construyó una historia que la Universidad recuerda hasta estos días”.