“Nos pidieron manipular la base de datos”. Esta grave acusación fue formulada por Andrea Albagli, quien, hasta mediados de septiembre era funcionaria del Ministerio de Salud.
Quien trabajó elaborando los informes epidemiológicos sobre el avance del Covid-19 en Chile, denunció ante Fiscalía que desde el gabinete del ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, hubo una orden directa para manipular las cifras en cuanto a los afectados por la pandemia.
La información fue publicada por La Tercera y Ciper, y ha causado un revuelo tal que la defensa del ex titular de Salud ya anunció acciones legales en contra de la denunciante, pues afirman que dicha acusación es falsa y obedece a intereses políticos, y prueba de ello sería que Andrea Albagli integrara, hasta el 2017, la Comisión de Salud de Revolución Democrática.
Más allá de los argumentos de su defensa, la gestión de Mañalich ha despertado numerosas sospechas en cuanto a las cifras entregadas y las que se manejaban al interior del Minsal, y si bien el propio ex ministro trató de explicar la diferencia entre los números por él entregados y los informes epidemiológicos, sus argumentos no convencieron a especialistas que, desde el inicio de la pandemia, le exigieron transparencia.
Para muchos, y a la par de lo denunciado por Albagli, las cifras se manipularon en función de justificar las medidas que implementaba el Gobierno. Así lo piensa el sicólogo y magister en Salud Pública, Gonzalo Bacigalupe, quien, en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, manifestó que esta nueva denuncia contra Mañalich no debería sorprender a nadie.
“Cuando uno mira las acciones del ex ministro Mañalich y también de la gestión actual, cuando uno ve cómo funcionan los anuncios, por ejemplo, en relación al desconfinamiento y a las medidas que se van tomando, pareciera ser que lo cambios de indicadores, que las cifras se ajustaran a las medidas que la autoridad quiere tomar, esa es la impresión que uno se lleva”.
Según el investigador, los reiterados errores que ha cometido el Gobierno en la materia parecieran obedecer a una estrategia que apunta al control de la población más que al control del virus mismo.
“Muchos analistas pensamos que pareciera haber más interés en controlar el mensaje acerca del virus que en controlar el virus, hay más interés en controlar a la población que en controlar el contagio. Claramente esto no es solo una serie de errores y de violaciones a la gobernanza del desastre, sino que acá hay una estrategia que nos lleva a pensar que estos errores son parte de la estrategia”.
Estrategia que, utilizando manipulación de cifras y mensajes confusos a la población, ha desatado una crisis de credibilidad en las autoridades que, aseguró, no solo afecta el ámbito local, sino que revierte todo un camino recorrido por el país en cuando a la demografía de la mortalidad y que era vanguardia en la región. “Esto hoy ha sido desacreditado por las mismas autoridades”, lamentó.
Además, Gonzalo Bacigalupe recalcó que, pese a que hoy Chile tiene otro ministro de Salud, los vicios en torno a los datos del coronavirus siguen distorsionando la realidad, algo previsible tomando en cuenta que el actual equipo del Minsal es el mismo que trabajó con Mañalich, incluido subsecretarios con acciones legales en su contra.
“Continua esta suerte de distorsión en las comunicaciones públicas. La información está, uno la puede encontrar, pero insisten en minimizar el problema, en hablar de modo optimista y en improvisar, son muy temerarios en vez de ser cautelosos en su estrategia, de hecho, tenemos dos personas que están querelladas, que es la subsecretaria Paula Daza y el subsecretario Arturo Zuñiga, y que continúan en sus labores. Como dijo el ex ministro Mañalich en la acusación constitucional: el equipo no ha cambiado”.
En ese sentido, Bacigalupe deduce que hay una suerte de protección al Presidente Sebastián Piñera por parte de su gobierno, el que, por ejemplo, se resiste a entregar los correos pedidos por la Justicia en torno a los fallecimientos por el Covid-9.
“La responsabilidad de la política sanitaria recae sobre el Presidente”, recordó el experto en Salud Pública.