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Mal nutrición en Chile: la responsabilidad de Junaeb en la obesidad y desnutrición de los niños

El más reciente estudio llevado adelante por la institución reveló un preocupante aumento en los índices nutricionales de los niños, niñas y adolescentes de Chile. La diputada Cristina Girardi apunta precisamente a esa institución como una de las responsables. "Si se mira la canasta que se entrega a los niños, lo que hay es fundamentalmente productos procesados: mucho tallarín, mucha papa, mucho carbohidrato que los niños no debieran consumir", afirma la congresista.

Claudia Carvajal G.

  Domingo 2 de mayo 2021 10:22 hrs. 
Canastas-punto-prensa

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Hace algunos días, el director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, Francisco Pérez Bravo, levantó las alarmas al afirmar que uno de los efectos más perniciosos de la pandemia de COVID-19 en la población chilena ha sido la aparición de focos de desnutrición en las familias más vulnerables, algo que se creía totalmente erradicado en nuestro país. A la vez, el doctor en Ciencias Biológicas también puso el foco en los datos sobre la obesidad y sobrepeso en la población infantil y juvenil en nuestro país, que alcanza el 64% del total de los NNA.

Durante este año de crisis sanitaria, Junaeb mantuvo su programa de alimentación pese al cierre de los establecimientos educacionales. La forma en que lo ejecutó fue a través de la entrega de cajas de alimentos directamente a las familias de los niños y jóvenes beneficiarios. Según datos entregados la semana recién pasada, al iniciar el tercer ciclo de repartición de canastas, el Estado habría proporcionado 27 millones de canastas que ” satisfacen los requerimientos nutricionales de los estudiantes por un periodo de 15 días hábiles”.

“Desde el inicio de la pandemia el año pasado y, en particular, desde que se suspendieron las clases presenciales, el Estado de Chile ha hecho un tremendo esfuerzo a través de JUNAEB para garantizar que los estudiantes sigan recibiendo los nutrientes que recibían en las escuelas a través de las canastas individuales que reciben cada tres semanas. Son 1.800.000 estudiantes que reciben esta canasta que permite dar continuidad a su alimentación y nutrición”, explicó a nuestro medio el Director Nacional de Junaeb, Jaime Tohá.

 

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Jaime Tohá, Director Nacional de Junaeb.

“Ha sido un esfuerzo logístico enorme, hemos tenido que adaptar todos nuestros procesos, hacer parte a las 35 mil manipuladoras de alimentos de este proceso para que pudiesen conservar su empleo y adaptar toda la fórmula que teníamos de preparar comida y servir en los comedores a un sistema que hace grandes compras, por grandes volúmenes. Por ejemplo, hemos comprado 220 millones de huevos. Todo eso se transforma en cajas individuales por niño -no son cajas familiares- que traen productos frescos como frutas, verduras, proteínas, que se arman en las escuelas en la mayoría de los casos y se entregan en cada establecimiento ya través de una convocatoria, los apoderados las retiran en forma programada y que no se produzca un contagio” señaló al ser consultado sobre la forma en que se distribuyeron estas ayudas.

Sin embargo, ha sido justamente el alcance y contenido de las mencionadas cajas lo que ha levantado la mayor cantidad de críticas, tanto de la población como del mundo político, especialmente desde la oposición.

“Hay un número de niños que debieran calificar para recibir la canasta, pero Junaeb no la entrega a todos, ya que solo se cubre el 85% de quienes, según el índice de vulnerabilidad, debieran recibirla. Hay un 15% de NNA que no tiene acceso a ella”, aseguró la diputada Cristina Girardi (PPD) en entrevista con Diario y Radio Universidad de Chile.

“Otra de nuestras críticas apunta a la calidad de los alimentos, de hecho fomentamos la creación de una comisión investigadora de Junaeb, ya que ése es uno de los problemas principales. Se hacen grandes licitaciones públicas a grandes empresas con fines de lucro que, claramente, tiene como objetivo ganar plata y ¿Cómo lo hacen? Recortando costos para obtener mayores beneficios, ésa es la lógica de la empresa privada y no se puede pedir un cambio en esa lógica. Pero sí se puede pedir al Estado que esa lógica no se aplique en el caso de niños que están recibiendo alimentación”.

“No es aceptable que se recorten los insumos y calidad de lo que va a recibir el niño o niña para que la empresa obtenga mayores ganancias. Si se mantiene esa perversión que hay en el origen, en Chile nunca habrá alimentación adecuada a través de la Junaeb”, sentenció la legisladora.

Cristina Girardi.

Cristina Girardi.

Relación costo beneficio

La más reciente licitación de Junaeb para proveer de 830 mil raciones para sus dos programas de alimentación (parvularia y escolar) fijó montos para la contratación de un billón diecinueve mil trescientos cuarenta y un millones ochocientos un mil trescientos sesenta y siete pesos chilenos ($1.019.341.801.367). Esos montos son de los más altos a cargo de un órgano estatal y, en el pasado, ha generado multiplicidad de controversias y cuestionamientos que llevaron incluso a la creación de una comisión investigadora en la Cámara de Diputados, de la que la diputada Girardi forma parte.

“Una de las propuestas de la comisión investigadora es precisamente el cambio en esa lógica de empresa privada, de modo que el Estado entregue buena alimentación de manera directa y no a través de empresas que busquen obtener ganancias con los recursos del Estado. Éste es un tema básico y que nunca se plantea, porque las licitaciones generan problemas y en Junaeb hay una historia de corrupción muy larga,  que atraviesa todos los gobiernos y no se ha podido cambiar porque hay muchos intereses involucrados y entre ellos no es necesariamente se encuentra la buena alimentación de los niños”.

“El otro gran problema es que Junaeb no entrega alimentos frescos que es realmente la única forma de tener una buena alimentación, con el menor porcentaje posible de productos procesados. Si se mira la canasta que se entrega a los niños, lo que hay es fundamentalmente productos procesados, mucho tallarín, mucha papa, mucho carbohidrato que los niños no debieran consumir”, afirma la legisladora

Sobre la base de la encuesta conducida por la propia Junaeb en 2020 que entregó los datos de sobrepeso, obesidad y desnutrición que provocaron la inquietud de los expertos, la académica del INTA, Nelly Bustos, magíster en Ciencias de la Nutrición y PhD. en Nutrición y Alimentos explicó que la medición en este último año se debió realizar de manera diferente, pues fueron los propios padres los que pesaron y midieron a los niños, y los resultados arrojaron el aumento tanto de la desnutrición en 0.8 puntos porcentuales como de la obesidad severa en 1,2%.

Es en relación a esos números que la profesional tiene una crítica severa hacia todos los intervinientes en el proceso nutricional de los niños chilenos.

“Es necesario identificar las necesidades reales de la población. Estamos atrasados y la manera de abordar la obesidad no ha sido correcta, tanto desde la perspectiva de las políticas públicas como del punto de vista de las familias en tanto responsables de la formación de hábitos en las edades más tempranas”.

“Tenemos que relevar nuestros roles en la sociedad y trabajar en pos de ello”, agregó.

Consultada sobre el rol que ha jugado Junaeb en cuanto a la entrega de canastas de alimentos a los niños, la Magíster en Ciencias de la Nutrición y PhD. en Nutrición y Alimentos y académica del INTA explicó que el programa de alimentación escolar entrega la alimentación necesaria, pero ésta no es variada ni tampoco de alta calidad.

Es una alimentación básica. Se ha trabajado mucho en el pos del mejoramiento de alimentación escolar y ahora, en el tema de las canastas, en tanto, en agosto de 2020 Junaeb hixo una evaluación de satisfacción y los resultados no fueron malos.

Nlely bustos

Nelly Bustos, académica del INTA.

Creo que hay que entender que esas canastas están pensadas para una sola persona, un solo escolar y lo que trae es en relación al costo de la ración, entonces, si ya en esas raciones había una baja variedad y calidad de alimentos frescos, en las cajas viene la misma vara de calidad”.

Sobre cómo poder llevar adelante cambios que repercutan en una mejor nutrición de nuestros niños, niñas y adolescentes, la académica de la Universidad de Chile puso un punto de consideración en cuanto a la compleja logística que debe llevar a cabo Junaeb.

El programa de alimentación escolar es tan grande que falta una supervisión y monitoreo de las cajas que se están entregando en los colegios, porque el programa no da abasto. El rol del encargado del Programa de Alimentación en las Escuelas es fundamental y no se ha visualizado dentro de la cadena de valor del PAE, porque se puede jugar un rol mucho mejor dentro de la gestión”.

“Nosotros hicimos un estudio cualitativo en el que preguntamos por las frutas y verduras que se entregan en las canastas y el resultado fue muy interesante. El primer valor que resalta de las familias es la gratitud, porque no están acostumbrados a recibir nada y aflora el sentimiento de agradecimiento por los alimentos, porque si bien es cierto son para el escolar, se distribuyen en la cocina para toda la familia. La segunda referencia de las familias es que reconocen que vienen alimentos frescos, pero les gustaría que fueran más y de mayor variedad. El tema de la calidad solo viene en tercer lugar”, puntualizó la académica de nuestra casa de estudios.

Como conclusión, la nutricionista rescató el trabajo que lleva adelante Junaeb y cómo buscó la forma de mantener la ayuda hacia sus beneficiaros, pero es crítica de la gestión y relevó la necesidad urgente de avanzar en calidad.

“Ahi hay un desafío pendiente. También es necesario hacer una revisión de cuál es el costo que permite entregar una alimentación variada, rica y de calidad a los estudiantes. En este periodo hay que reorientarse, no se puede seguir haciendo lo mismo y aunque se ha aumentado la cobertura, la pregunta es si tal ampliación ha ido alineada con aumentar el precio de la ración. No basta solo con aumentar las futas y verduras, sino que hay que ser más específico con las empresas en cuanto a la composición de los alimentos y la calidad de ellos”, finalizó.

Las cajas o canastas Junaeb son iguales para todo Chile, de acuerdo a lo que se señala en su página web. El contenido específico de ellas “se ajusta a la disponibilidad de alimentos en los distintos territorios del país, pero se garantiza su equivalencia nutricional en proteínas, lácteos, frutas y verduras, y carbohidratos”.

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