La autodenominación como un flanco permanente: Cómo la etiqueta "ecologista" expuso al Ejecutivo al repaso de su electorado

En un acto declarativo, el Gobierno acuñó una serie de apellidos para reafirmar su compromiso sobre distintas agendas. Sin embargo, esto le ha significado el constante reproche del mundo civil organizado y una fuente de críticas para la oposición.

En un acto declarativo, el Gobierno acuñó una serie de apellidos para reafirmar su compromiso sobre distintas agendas. Sin embargo, esto le ha significado el constante reproche del mundo civil organizado y una fuente de críticas para la oposición.

La aprobación del Comité de Ministros del proyecto minero Los Bronces Integrado vino de la mano con una serie de cuestionamientos al compromiso del Ejecutivo con el medioambiente. De ahí que organizaciones y dirigencias del movimiento socioambiental han sacado al pizarrón la etiqueta de “gobierno ecologista”, con la que la actual administración disputó la presidencia de la República. Situación que ha dado pie para profundizar un debate sobre las complejidades que radica en el uso de estas autodenominaciones.

En el panel político de Radioanálisis, la politóloga Javiera Arce, consideró que el uso de estas etiquetas ha llevado al Gobierno a precipitarse sobre algunas decisiones, ejemplificando para dichos efectos el anuncio del cierre de Fundición Ventanas de Codelco.

“Se hace un punto como que esto era una decisión casi como de Capitán Planeta respecto de haber cerrado esa planta y, de acuerdo a informes, tengo entendido que los propios trabajadores llamaron a científicos alemanes sobre el tema de sus emisiones, se vio que no era necesariamente la empresa de Codelco la más contaminante, sino que la empresa privada”, mencionó Arce, apuntando a que “se toma una decisión apresurada a propósito de querer parecer un Gobierno ecologista, pero no se condice con esta decisión en particular que ocurrió esta semana”.

Bajo esa consideración, planteó que “se van a tener que tomar definiciones básicas respecto de la actualización del programa y dejarse de andar poniendo etiquetitas, porque lo que tienen que hacer es gobernar”. 

Mientras el secretario general del Partido por la Democracia, José Toro, dijo tener la convicción de que “cuando uno tiene autodenominaciones sobre un gobierno en particular, son conceptos que tienden a restringir el campo de acción del propio Gobierno y, por lo tanto, eso genera una apertura de flanco innecesario”. 

En esa línea, mencionó que “para gobernar es necesario tener una amplitud de mirada y tomar decisiones pragmáticamente basadas en las convicciones y en los principios, pero que tiene que ver con resolver ciertas urgencias sociales que desde la posición de la oposición no es posible visualizar. Por lo tanto, cualquier gobierno de cualquier color político lo que tiene que tener es el interés del país por sobre otra cosa”.

En tanto, en conversación con nuestro medio, el académico de la Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, Claudio Salinas, indicó que el Gobierno terminó por caer “en su propia trampa” al acuñar estos conceptos.

“Efectivamente cuando uno se rotula lo que está señalando es que los demás tienen que vernos como reza la rotulación. Si soy feminista, todas estas actuaciones tendrían que ser feministas, pero feministas en el marco de un sentido común social. Ahí yo creo que hay una primera cuestión, en el fondo, uno se casa con lo que dice, no le permite que nos vean como algo más complejo o algo más dúctil”, sostuvo. 

Asimismo, precisó que con esto”está generando la propia medida con la cual te van a evaluar y ahí hay un problema, sobre todo con aspectos, temas, que son muy contingentes y que le importan, por lo menos discursivamente, a buena parte de los jóvenes y a la sociedad, como en el caso del medioambiente o del feminismo, que ronda constantemente en las discusiones, independientemente de la profundidad o no”.

“Al rotularse uno está diciendo ‘mídanme con esta vara’ (…) Por lo tanto, es meterse de alguna manera en una calle sin salida”, acotó.

En otra dimensión, Salinas apuntó a la inconvenciencia de promover “esta idea de que de alguna manera encarnamos una pureza y de que no estamos mancillados como el resto de los políticos profesionales. Eso genera un coctel terrible, es otro flanco que se está abriendo”.

Además, advirtió que “la oposición no le va a perdonar nada” a la actual admnistración y que”va a sacar todo para acorralar al Gobierno y que pierda absolutamente la agenda, cuestión que en cierto sentido lo está logrando. De alguna manera, lo que ha entendio la oposición -yo lo entendería de esa lógica- es que la campaña presidencial ya empezó, no tiene que promediar al Gobierno para fustigarlo, sino que tiene que ser desde el inicio”. 

“Esto ha generado que el Gobierno esté en permanentementes disculpas, entonces está como asumiendo que todo lo que hizo en el pasado son errores”, sostuvo, añadiendo que “la posibilidad de salir de esto es asumiendo que las personas se transforman y cambian y que las coaliciones politicas se desarrollan, no comportarse como el culpable y no ir a la ofensiva, porque el Gobierno podría señalar lo mismo de muchos personeros polticos que están ahí desde la dictadura. Sin embargo, cuando yo me comporto como el culpable o como la víctima el cóctel es mayor”. 

Imagen: Agencia ATON.




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