La noche del martes, Rusia informó sobre un supuesto ataque orquestado por Ucrania en contra del presidente Vladimir Putin. La acción se habría perpetrado con el envío de dos drones a las dependencias del Kremlin, tras lo cual Moscú anunció que “se reserva el derecho de tomar medidas de represalia donde y cuando lo considere oportuno”.
En ese contexto, Radio y Diario Universidad de Chile conversó con un grupo de analistas internacionales, quienes reflexionaron en torno al caso y sus posibles efectos en la guerra entre Rusia y Ucrania.
Para el académico de la Universidad SEK, Mladen Yopo, lo expuesto por los rusos es poco creíble, porque a Ucrania no le interesaría “escalar el conflicto a nivel de uso de armas de destrucción masiva”.
Siguiendo esa misma línea, Yopo aseguró que el episodio es una “cortina de humo” para ocultar, entre otras cosas, la compleja situación de las tropas rusas en la ciudad de Bajmut.
“Todo esto está muy condicionado al problema que está sufriendo el ejército ruso y también porque viene y se ha anunciado con bombos y platillos, una contra ofensiva ucraniana donde han recibido armamento importante como tanques Leopard y sistemas de misiles de más precisión”, dijo el analista.
Por otra parte, Yopo señaló que el incidente puede servir para blanquear la imagen de Moscú: “Aquí existe lo que es el poder blando, que tiene que ver con la imagen internacional y Rusia está tratando de contrarrestar toda la imagen negativa que tiene, presentado a Ucrania como un país terrorista”, afirmó.
En contraste, el periodista y analista internacional, Raúl Sohr, no descartó del todo lo planteado por los rusos y puso énfasis en la gravedad de que se haya atentado contra un jefe de Estado.
“Si los rusos realmente creen que fue un intento de asesinar a Vladimir Putin, sin duda que esto puede anticipar una respuesta en la que el propio presidente Zelensky sea el blanco. Como se dice, un tit for tat, una cosa por otra y esto claramente, haya sido quien haya sido, es un escalamiento muy significativo que realmente marca un cambio cualitativo en el conflicto”, estimó.
Respecto a los posibles responsables de este ataque contra el Kremlin, Sohr señaló que no necesariamente se trata de un país, sino que “podría ser un grupo paramilitar probablemente ucraniano, los drones no son artefactos tan difíciles de obtener. En todo caso, lo que todo esto sí pone de relieve es una cierta fragilidad de las defensas rusas, porque se atacó al corazón de su poder”, advirtió.
Por su parte, el académico de la Universidad de Valparaíso, Guillermo Holzmann, expuso que el ataque pudo venir de tres fuentes: desde Ucrania, desde un país asociado a Estados Unidos o la OTAN, o de parte de las mismas filas de Putin. “Eso podría tener algún asidero en la medida que son drones que lograron pasar todos los sistemas de defensa y que no fueron identificados como una amenaza”, indicó.
De todas maneras, Holzmann considera que independiente del origen del ataque, este episodio puede ser un “punto de inflexión si es que se establece algún tipo de interpretación que sea conveniente a alguna de las fuerzas”.
“Estamos en una situación de stand by, donde con toda certeza puedo decir que las consultas entre los presidentes o jefes de estado están siendo muy intensas y van encaminadas a evitar que esto se pueda transformar en una escalada”, aseveró.
La noche del martes, Rusia informó sobre un supuesto ataque orquestado por Ucrania en contra del presidente Vladimir Putin. La acción se habría perpetrado con el envío de dos drones a las dependencias del Kremlin, tras lo cual Moscú anunció que “se reserva el derecho de tomar medidas de represalia donde y cuando lo considere oportuno”.
En ese contexto, Radio y Diario Universidad de Chile conversó con un grupo de analistas internacionales, quienes reflexionaron en torno al caso y sus posibles efectos en la guerra entre Rusia y Ucrania.
Para el académico de la Universidad SEK, Mladen Yopo, lo expuesto por los rusos es poco creíble, porque a Ucrania no le interesaría “escalar el conflicto a nivel de uso de armas de destrucción masiva”.
Siguiendo esa misma línea, Yopo aseguró que el episodio es una “cortina de humo” para ocultar, entre otras cosas, la compleja situación de las tropas rusas en la ciudad de Bajmut.
“Todo esto está muy condicionado al problema que está sufriendo el ejército ruso y también porque viene y se ha anunciado con bombos y platillos, una contra ofensiva ucraniana donde han recibido armamento importante como tanques Leopard y sistemas de misiles de más precisión”, dijo el analista.
Por otra parte, Yopo señaló que el incidente puede servir para blanquear la imagen de Moscú: “Aquí existe lo que es el poder blando, que tiene que ver con la imagen internacional y Rusia está tratando de contrarrestar toda la imagen negativa que tiene, presentado a Ucrania como un país terrorista”, afirmó.
En contraste, el periodista y analista internacional, Raúl Sohr, no descartó del todo lo planteado por los rusos y puso énfasis en la gravedad de que se haya atentado contra un jefe de Estado.
“Si los rusos realmente creen que fue un intento de asesinar a Vladimir Putin, sin duda que esto puede anticipar una respuesta en la que el propio presidente Zelensky sea el blanco. Como se dice, un tit for tat, una cosa por otra y esto claramente, haya sido quien haya sido, es un escalamiento muy significativo que realmente marca un cambio cualitativo en el conflicto”, estimó.
Respecto a los posibles responsables de este ataque contra el Kremlin, Sohr señaló que no necesariamente se trata de un país, sino que “podría ser un grupo paramilitar probablemente ucraniano, los drones no son artefactos tan difíciles de obtener. En todo caso, lo que todo esto sí pone de relieve es una cierta fragilidad de las defensas rusas, porque se atacó al corazón de su poder”, advirtió.
Por su parte, el académico de la Universidad de Valparaíso, Guillermo Holzmann, expuso que el ataque pudo venir de tres fuentes: desde Ucrania, desde un país asociado a Estados Unidos o la OTAN, o de parte de las mismas filas de Putin. “Eso podría tener algún asidero en la medida que son drones que lograron pasar todos los sistemas de defensa y que no fueron identificados como una amenaza”, indicó.
De todas maneras, Holzmann considera que independiente del origen del ataque, este episodio puede ser un “punto de inflexión si es que se establece algún tipo de interpretación que sea conveniente a alguna de las fuerzas”.
“Estamos en una situación de stand by, donde con toda certeza puedo decir que las consultas entre los presidentes o jefes de estado están siendo muy intensas y van encaminadas a evitar que esto se pueda transformar en una escalada”, aseveró.
La noche del martes, Rusia informó sobre un supuesto ataque orquestado por Ucrania en contra del presidente Vladimir Putin. La acción se habría perpetrado con el envío de dos drones a las dependencias del Kremlin, tras lo cual Moscú anunció que “se reserva el derecho de tomar medidas de represalia donde y cuando lo considere oportuno”.
En ese contexto, Radio y Diario Universidad de Chile conversó con un grupo de analistas internacionales, quienes reflexionaron en torno al caso y sus posibles efectos en la guerra entre Rusia y Ucrania.
Para el académico de la Universidad SEK, Mladen Yopo, lo expuesto por los rusos es poco creíble, porque a Ucrania no le interesaría “escalar el conflicto a nivel de uso de armas de destrucción masiva”.
Siguiendo esa misma línea, Yopo aseguró que el episodio es una “cortina de humo” para ocultar, entre otras cosas, la compleja situación de las tropas rusas en la ciudad de Bajmut.
“Todo esto está muy condicionado al problema que está sufriendo el ejército ruso y también porque viene y se ha anunciado con bombos y platillos, una contra ofensiva ucraniana donde han recibido armamento importante como tanques Leopard y sistemas de misiles de más precisión”, dijo el analista.
Por otra parte, Yopo señaló que el incidente puede servir para blanquear la imagen de Moscú: “Aquí existe lo que es el poder blando, que tiene que ver con la imagen internacional y Rusia está tratando de contrarrestar toda la imagen negativa que tiene, presentado a Ucrania como un país terrorista”, afirmó.
En contraste, el periodista y analista internacional, Raúl Sohr, no descartó del todo lo planteado por los rusos y puso énfasis en la gravedad de que se haya atentado contra un jefe de Estado.
“Si los rusos realmente creen que fue un intento de asesinar a Vladimir Putin, sin duda que esto puede anticipar una respuesta en la que el propio presidente Zelensky sea el blanco. Como se dice, un tit for tat, una cosa por otra y esto claramente, haya sido quien haya sido, es un escalamiento muy significativo que realmente marca un cambio cualitativo en el conflicto”, estimó.
Respecto a los posibles responsables de este ataque contra el Kremlin, Sohr señaló que no necesariamente se trata de un país, sino que “podría ser un grupo paramilitar probablemente ucraniano, los drones no son artefactos tan difíciles de obtener. En todo caso, lo que todo esto sí pone de relieve es una cierta fragilidad de las defensas rusas, porque se atacó al corazón de su poder”, advirtió.
Por su parte, el académico de la Universidad de Valparaíso, Guillermo Holzmann, expuso que el ataque pudo venir de tres fuentes: desde Ucrania, desde un país asociado a Estados Unidos o la OTAN, o de parte de las mismas filas de Putin. “Eso podría tener algún asidero en la medida que son drones que lograron pasar todos los sistemas de defensa y que no fueron identificados como una amenaza”, indicó.
De todas maneras, Holzmann considera que independiente del origen del ataque, este episodio puede ser un “punto de inflexión si es que se establece algún tipo de interpretación que sea conveniente a alguna de las fuerzas”.
“Estamos en una situación de stand by, donde con toda certeza puedo decir que las consultas entre los presidentes o jefes de estado están siendo muy intensas y van encaminadas a evitar que esto se pueda transformar en una escalada”, aseveró.
