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Año XVI, 27 de abril de 2024


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Roberto Rojas, presidente de CONUPIA y salario mínimo: “Fue el mejor acuerdo que se podría haber logrado”

El dirigente de las pequeñas empresas afirmó que lo alcanzado con el Ejecutivo para implementar el salario mínimo de 500 mil pesos a partir de 2024, “no retrotrae el acuerdo CUT-Gobierno y nos permite a nosotros cubrir todo el 2025”.

Osciel Moya Plaza

  Jueves 4 de mayo 2023 17:35 hrs. 
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“Creemos que se está tratando de hacer utilización política para desacreditar el acuerdo que fue bueno para las pymes”, señaló el presidente de la Confederación Nacional de la Pequeña Industria y Artesanado de Chile (CONUPIA), Roberto Rojas, sobre las críticas surgidas al protocolo firmado con el Gobierno para implementar el salario mínimo de 500 mil pesos que regirá a partir del próximo año.

Este jueves, el Ejecutivo dio a conocer un acuerdo con gran parte de los gremios de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) sobre el monto de los subsidios, pero que fue desestimado por algunos gremios empresariales que querían “recuperar los márgenes perdidos especialmente durante el 2022” y que “el subsidio fiscal cubra el 100% del incremento del salario mínimo”.

Dado este escenario, Rojas afirmó que las agrupaciones que firmaron el acuerdo tienen más de 40 o 50 años de trayectoria y son representativas a nivel nacional. Entre las firmantes del documento con el Ejecutivo están ASEXMA, la Confederación de Dueños de Camiones de Chile (CNDC), CONAPYMEC, Convergencia Nacional de Gremios Pymes y Cooperativas de Chile junto a FENABUS que integran las 13 organizaciones que llevaron adelante las negociaciones con las autoridades.

“Aquellos que dicen que el acuerdo no es representativo porque los gremios que lo firmaron no tienen trayectoria, es mentira”, precisó el dirigente.

Rojas sostuvo que este es un buen acuerdo porque “subsidia parte importante del aumento salarial. Hay que hacer presente que nunca hasta el año pasado, que nosotros decíamos que el acuerdo era histórico, se había subsidiado a una empresa de menor tamaño para poder asumir el salario mínimo”.

Añadió que, además, el subsidio seguirá operando hasta el año 2025, “lo que es un buen acuerdo porque no perjudica a los trabajadores. Es decir, no retrotrae el acuerdo que tuvo la CUT con el Gobierno y nos permite a nosotros cubrir todo ese año”.

Asimismo, indicó que existen otros aspectos acordados y que son históricos para las pymes, como el tratamiento de la deuda tributaria y previsional, la ampliación de los convenios, sin pie ni multas por intereses para quienes quedaron endeudados con la Tesorería General de la República producto de la pandemia y, por lo tanto, “era lo más prudente firmar”, acotó.

Frente a las críticas de que el acuerdo no contempla un subsidio del 100 por ciento y la recuperación de los márgenes perdidos durante el año 2022, Rojas afirmó que “un acuerdo que cubra el 100 por ciento del alza era imposible, porque es el tejo muy pasado porque significaba que el Gobierno tenía que asumir el total del alza salarial. Si miramos la trayectoria de los gobiernos anteriores y durante la pandemia, siempre éramos nosotros los que teníamos que asumir el salario mínimo. Ahora, la trayectoria del sueldo de los dos últimos dos años ha sido mayor, pero se cubre esa diferencia”.

Sobre los matices que llevaron a que un grupo de gremios se retirara de las conversaciones con el Ejecutivo, el dirigente empresarial afirmó que “a lo mejor esas organizaciones no quieren pagar nunca más un aumento de salario y que siempre lo pague el Gobierno (…) Entonces era un imposible y se llegó a un mejor acuerdo con las pymes que pudiera ser financiado por el Gobierno”.

Rojas afirmó que parte de los gremios que no firmaron, como ASECH y la multigremial “no son representativas de la mayoría de las pequeñas empresas, por ahí también hay empresas de mayor tamaño”.

En definitiva, dijo Rojas, “nosotros estamos satisfechos. Creemos que no hay ninguna negociación que pueda ser el 100 por ciento para ambos lados. La gracia de poder negociar es que no se asume unilateralmente una política pública y, por otro lado, es una política diseñada con la opinión de los incumbentes, en este caso de los trabajadores. En la cobertura del subsidio, tuvo la opinión de las pymes y una gran cantidad de las propuestas que hicimos fueron asumidas y fue el mejor acuerdo que se podría haber logrado”.

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