Tras cinco días de intensas negociaciones y luego de haber postergado en dos oportunidades el plazo para concluir sus evaluaciones, expertos ingresaron las enmiendas a la propuesta de la nueva Carta Fundamental evacuada por el Consejo Constitucional.
Todo esto, nuevamente, sin acuerdos entre la oposición y el oficialismo en los temas más controversiales del texto, tales como la provisión de derechos sociales, el derecho a la vida, la paridad, el número de representantes del Congreso, entre otras materias. Hecho que motivó que cada bloque presentara sus observaciones de forma separada, sumando más de 500 indicaciones.
Entre los puntos que marcaron la jornada fueron las recriminaciones por parte de la derecha al oficialismo de la presentación de “normas espejo”, es decir, de disposiciones duplicadas sobre temas que, supuestamente, suscitaban consenso transversal.
Según expresó la comisionada de la UDI e integrante de la subcomisión de Sistema Político, Natalia González, “lamentablemente, se nos dijo que no iba a haber firmas comunes y que no había disposición para que en todo aquello que es común presentáramos una cantidad de enmiendas ellos (la centroizquierda) y otras nosotros, sino que teníamos que duplicar”. Mientras En un mismo tenor, el comisionado de Renovación Nacional, Jaime Arancibia, apuntó que “el principal desacuerdo que tuvimos fue no firmar en conjunto las decenas de materias donde estuvimos verdaderamente de acuerdo”.
Por su parte, el comisionado Max Pavez explicó que, a nivel de contenido se presentó una enmienda que cambia la redacción del artículo aprobado en el Consejo relativo a la protección de la vida de “quien” está por nacer por la expresión “que”, tal como se plateaba en el anteproyecto y que, en todo caso, no contó con la firma del único comisionado del Partido Republicano, Carlos Frontaura.
Asimismo, en relación a la libertad de elección sobre los fondos de pensiones el gremialista sostuvo que “nosotros valoramos las adiciones que hizo el Consejo Constitucional al anteproyecto de la Comisión Experta y, por lo tanto, en esa materia los comisionados de las derechas y la centroderecha estamos por respaldar el texto del Consejo”, añadiendo, eso sí, la intención de poder incluir en esta redacción “algunos conceptos de solidaridad con el objeto de poder ampliar la mirada del texto constitucional”.
En tanto, el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, descartó que la ausencia de la firma del comisionado Frontaura en alguna de las indicaciones ingresadas por la oposición pueda incidir en un eventual veto por parte de miembros de la colectividad en la etapa de votación en el Consejo.
“Él (Frontaura) simplemente firmó las que correspondían a la comisión que le tocó trabajar, pero hay muchas de ellas en donde nuestros asesores, personalmente incluso me tocó participar en la construcción de una mirada más amplia y, por cierto, también nos representa. Entonces, no sacaría conclusiones en función de cuáles han sido firmadas por nuestro experto”, comentó.
Por su parte, en el oficialismo la comisionada del PPD y presidenta del órgano designado, Verónica Undurraga, destacó que, pese a las tensiones y dificultades de esta etapa, “trabajamos de buena fe y con respeto cívico a la altura de la importancia de nuestra tarea”.
En esa línea, aseveró que “lamentamos no haber llegado a acuerdos en temas muy importantes como, por ejemplo, en la cláusula que pone en riesgo la interrupción del embarazo en tres causales, en objeción de conciencia, en la exención de contribuciones, que creemos que ofrece algo que no cumple. Tampoco hemos llegado a acuerdos en temas que eran pilares para nosotros, como en educación, en salud y en pensiones”.
“Lamentamos ver que vamos en camino a presentarle a la ciudadanía un texto que tiene graves deficiencias que nos impone a todos una moral de un solo grupo, que seguirá perpetuando los mismos problemas de desigualdad en educación, en salud y en pensiones con nuevas redacciones”, dijo la comisionada.
En cuanto a las críticas de la derecha por la presentación de “normas espejo”, Undurraga señaló que “refleja que estábamos de acuerdo con hacer esas enmiendas, pero quisimos con ese gesto de presentarlas en forma paralela mostrar que estábamos cumpliendo responsablemente con nuestra tarea de mejorar el texto, pero que sin embargo este es un texto que en su conjunto no nos incluye y no nos representa como está hasta este momento”.