Con una mirada crítica el senador Iván Flores reflexionó acerca de lo ocurrido hace cuatro años con el inicio de las masivas movilizaciones sociales que se extendieron desde el 18 de octubre en adelante y que incluso provocó protestas de más de un millón de personas en Santiago e históricas manifestaciones en todas las ciudades del país.
Para el parlamentario que en ese momento era el presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, es necesario reconocer que si bien en términos macros la economía y el mundo privado crecen, se retrocede en otorgar soluciones a la población y se ve una permanente disminución de la calidad y pertinencia de los servicios sociales.
“En lugar de estar hablando del octubrismo, lo primero que tenemos que hacer, quienes tomamos decisiones y dirigimos el país de distintas maneras, es un mea culpa”, comentó.
Para Flores lo ocurrido “no es un problema del octubrismo, es un problema de cómo hemos administrado este Chile; avanza por un lado en el mundo privado, pero se estanca o retrocede respecto de algunos servicios sociales”.
“La memoria es frágil; creo que se equivocan quienes han visto en este levantamiento social solo ribetes de delincuencia”, señaló el senador DC.
“Algunos guardan en la retina el incendio, la destrucción, el daño; pero se olvida que en este país, la búsqueda de igualdad se transformó en un imperativo y hubo gente que finalmente salió a marchar. Hubo marchas con más de un millón de personas. Y la gran mayoría no rompió nada, marcharon en paz”, acotó el legislador falangista.
Por eso llamó a que “no estigmaticemos un movimiento social solamente porque hubo actos delincuenciales claramente, preocupémonos del problema de fondo e intentemos entre todos resolverlo, no nos parapetemos detrás de nuestra ideología, tratemos de hacer una unidad nacional para resolverlo también”.
Flores destacó, además, que “lo más importante es que a cuatro años, muchas de esas demandas que movilizaron a Chile y que tensionaron a Chile, aún siguen pendientes. Seguimos sin tener pensiones dignas; seguimos con una salud que no tiene el estándar ni de dignidad ni de oportunidad que se necesita. Seguimos teniendo una economía donde, por un lado está el abuso, y por otro, el manejo de la oportunidad hace que muchos de nosotros reclamemos respecto de cómo se maneja la cuestión económica y las oportunidades de empleo”.
Para el legislador, “las condiciones que generaron este estallido social siguen estando presentes y los gobiernos no se han hecho cargo de esta deuda claramente”.
Con una mirada crítica el senador Iván Flores reflexionó acerca de lo ocurrido hace cuatro años con el inicio de las masivas movilizaciones sociales que se extendieron desde el 18 de octubre en adelante y que incluso provocó protestas de más de un millón de personas en Santiago e históricas manifestaciones en todas las ciudades del país.
Para el parlamentario que en ese momento era el presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, es necesario reconocer que si bien en términos macros la economía y el mundo privado crecen, se retrocede en otorgar soluciones a la población y se ve una permanente disminución de la calidad y pertinencia de los servicios sociales.
“En lugar de estar hablando del octubrismo, lo primero que tenemos que hacer, quienes tomamos decisiones y dirigimos el país de distintas maneras, es un mea culpa”, comentó.
Para Flores lo ocurrido “no es un problema del octubrismo, es un problema de cómo hemos administrado este Chile; avanza por un lado en el mundo privado, pero se estanca o retrocede respecto de algunos servicios sociales”.
“La memoria es frágil; creo que se equivocan quienes han visto en este levantamiento social solo ribetes de delincuencia”, señaló el senador DC.
“Algunos guardan en la retina el incendio, la destrucción, el daño; pero se olvida que en este país, la búsqueda de igualdad se transformó en un imperativo y hubo gente que finalmente salió a marchar. Hubo marchas con más de un millón de personas. Y la gran mayoría no rompió nada, marcharon en paz”, acotó el legislador falangista.
Por eso llamó a que “no estigmaticemos un movimiento social solamente porque hubo actos delincuenciales claramente, preocupémonos del problema de fondo e intentemos entre todos resolverlo, no nos parapetemos detrás de nuestra ideología, tratemos de hacer una unidad nacional para resolverlo también”.
Flores destacó, además, que “lo más importante es que a cuatro años, muchas de esas demandas que movilizaron a Chile y que tensionaron a Chile, aún siguen pendientes. Seguimos sin tener pensiones dignas; seguimos con una salud que no tiene el estándar ni de dignidad ni de oportunidad que se necesita. Seguimos teniendo una economía donde, por un lado está el abuso, y por otro, el manejo de la oportunidad hace que muchos de nosotros reclamemos respecto de cómo se maneja la cuestión económica y las oportunidades de empleo”.
Para el legislador, “las condiciones que generaron este estallido social siguen estando presentes y los gobiernos no se han hecho cargo de esta deuda claramente”.
Con una mirada crítica el senador Iván Flores reflexionó acerca de lo ocurrido hace cuatro años con el inicio de las masivas movilizaciones sociales que se extendieron desde el 18 de octubre en adelante y que incluso provocó protestas de más de un millón de personas en Santiago e históricas manifestaciones en todas las ciudades del país.
Para el parlamentario que en ese momento era el presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, es necesario reconocer que si bien en términos macros la economía y el mundo privado crecen, se retrocede en otorgar soluciones a la población y se ve una permanente disminución de la calidad y pertinencia de los servicios sociales.
“En lugar de estar hablando del octubrismo, lo primero que tenemos que hacer, quienes tomamos decisiones y dirigimos el país de distintas maneras, es un mea culpa”, comentó.
Para Flores lo ocurrido “no es un problema del octubrismo, es un problema de cómo hemos administrado este Chile; avanza por un lado en el mundo privado, pero se estanca o retrocede respecto de algunos servicios sociales”.
“La memoria es frágil; creo que se equivocan quienes han visto en este levantamiento social solo ribetes de delincuencia”, señaló el senador DC.
“Algunos guardan en la retina el incendio, la destrucción, el daño; pero se olvida que en este país, la búsqueda de igualdad se transformó en un imperativo y hubo gente que finalmente salió a marchar. Hubo marchas con más de un millón de personas. Y la gran mayoría no rompió nada, marcharon en paz”, acotó el legislador falangista.
Por eso llamó a que “no estigmaticemos un movimiento social solamente porque hubo actos delincuenciales claramente, preocupémonos del problema de fondo e intentemos entre todos resolverlo, no nos parapetemos detrás de nuestra ideología, tratemos de hacer una unidad nacional para resolverlo también”.
Flores destacó, además, que “lo más importante es que a cuatro años, muchas de esas demandas que movilizaron a Chile y que tensionaron a Chile, aún siguen pendientes. Seguimos sin tener pensiones dignas; seguimos con una salud que no tiene el estándar ni de dignidad ni de oportunidad que se necesita. Seguimos teniendo una economía donde, por un lado está el abuso, y por otro, el manejo de la oportunidad hace que muchos de nosotros reclamemos respecto de cómo se maneja la cuestión económica y las oportunidades de empleo”.
Para el legislador, “las condiciones que generaron este estallido social siguen estando presentes y los gobiernos no se han hecho cargo de esta deuda claramente”.
